The Smiths – Meat Is Murder: 40 años de desafío estructural y veganismo

The Smiths – Meat Is Murder

11 de febrero de 1985

Rough Trade

En febrero de 1985, The Smiths lanzó su segundo álbum de estudio, Meat Is Murder, disco que les consolidó, tanto musical como ideológicamente. Hay, obviamente, una evolución frente a su disco homónimo de 1984. Pero no solo eso. Sino que ‘crecen’ en cuanto a la temática de sus letras, abordando temas sociales y políticos candentes en el momento. Hay en este disco, y a partir de ahora, un claro equilibrio entre la experimentación musical y el activismo que desafía las normas culturales de la época.

 

El disco

El álbum comienza lanzando su primer dardo al sistema educativo británico y sus prácticas disciplinarias abusivas. “The Headmaster Ritual” captura el sufrimiento y la angustia de miles de estudiantes sometidos a castigos corporales y a vejaciones sin igual: “la letra con sangre entra”. Morrissey denuncia con líneas mordaces como “Belligerent ghouls run Manchester schools” (“Ghouls beligerantes dirigen las escuelas de Manchester”), exponiendo la violencia institucionalizada que marcó su juventud y la de muchos otros. En cuanto a lo musical, Johnny Marr aporta un riff hipnótico que mezcla influencias de la psicodelia con el post-punk, creando una atmósfera inquietante que complementa la dureza de las letras. Q Magazine ha llegado a afirmar:

 

Johnny Marr utiliza su guitarra para narrar un subtexto de tensión y resistencia, en perfecta armonía con las letras” (Q, 2000).

 

En Meat Is Murder, The Smiths fusiona elementos de funk, rockabilly y baladas meláncolicas, expandiendo, así, lo que nos podían aportar en un Larga Duración y aportando mayor versatilidad a su música. Un claro ejemplo de ello es la canción “Barbarism Begins at Home”, donde el bajo, quien aporta un ritmo muy marcado, refleja la influencia del funk en Andy Rourke. Este tema aborda la violencia doméstica y plantea preguntas incómodas sobre cómo las estructuras familiares perpetúan el autoritarismo. Una canción que pese a sus cuarenta años sigue estando muy de actualidad por la triste realidad que refleja.

 

Esta canción es una clase magistral de minimalismo efectivo,” escribió NME en su reseña original del disco. “El bajo de Rourke y la guitarra de Marr se entrelazan en un duelo que captura la tensión latente en el corazón de la narrativa” (NME, 1985).

 

Pero no solo hay reivindicación en este álbum. Ya lo decíamos hace un momento: el fusionar diferentes estilos en The Smiths permite que nazca una balada como “That Joke Isn’t Funny Anymore” que se erige como punto culminante del disco. Marr utiliza aquí acordes lánguidos y reverberantes que refuerzan el tono introspectivo y melancólico de la letra. Morrissey, en una entrevista con la revista Creem, describió la canción como:

 

“La expresión de una soledad que nunca desaparece” (Creem, 1985)

 

Aun así, el álbum alcanza su momento más provocador con la canción que le da nombre, “Meat Is Murder”. Tema que cierra el disco con un mensaje más que contundente a los ‘comedores de carne’ y en defensa del vegetarianismo. Morrissey, vegetariano declarado, utilizó la música para condenar el consumo de carne, algo que en 1985 era algo impensable y que sonaba a ‘marciano’. La canción da mucho qué pensar, con un paisaje sonoro, como mínimo, inquietante al combinar crujidos de cuchillas con mugidos de vacas. Hecho que aporta un plus al mensaje que se nos está dando, colocando al oyente en un espacio de incomodidad deliberada. En una ‘review’ para Rolling Stone, el crítico David Fricke escribió:

 

Con Meat Is Murder, The Smiths desafían no solo a sus oyentes, sino también a las estructuras sociales que normalizan la crueldad” (Rolling Stone, 1985).

 

Con todo lo que acabamos de decir hasta aquí, ya os podéis imaginar que Meat Is Murder tuvo críticas para dar y vender. Mientras que algunos elogiaban la valentía de la banda por abordar temas tan peliagudos de la sociedad de mediados de los ochenta, otros les acusaron de moralistas y demagogos. Melody Maker comentó en su momento que:

 

Aunque el mensaje de Morrissey es claro, su tono a menudo roza el sermón, lo que puede resultar contraproducente para algunos oyentes” (Melody Maker, 1985).

 

Pero como dice siempre tito Gene, vale más que hablen de ti, aunque sea mal. Y dicho y hecho. La controversia alrededor del disco y de la banda también alimentó la atención mediática, llevándolo al número uno en Reino Unido. Para The Guardian, este éxito fue una prueba de que…

 

la autenticidad artística de The Smiths podía resonar incluso entre quienes no compartían todas sus creencias” (The Guardian, 1985).

 

Veredicto

Así pues, cuatro décadas después de su lanzamiento, Meat Is Murder sigue siendo una obra clave en la discografía de The Smiths y un testimonio de cómo la música puede ser una herramienta poderosa para el cambio social. Según Pitchfork, el álbum “captura el espíritu de una época mientras desafía a sus oyentes a cuestionar las normas sociales que muchos daban por sentadas” (Pitchfork, 2007). Sin duda, este álbum tiene su merecido lugar en esta sección y en la música de finales del siglo XX. Años más tarde, Morrissey declaró en una entrevista con Uncut lo siguiente:

 

Meat Is Murder fue nuestro grito de guerra. Queríamos desafiar a las personas a pensar más allá de las convenciones, incluso si eso significaba incomodarlas” (Uncut, 2006).

 

Declaración de intenciones, a toro pasado, pero que definen, sin lugar a dudas, la filosofía de la banda.

 


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