SUM 41 + Neck Deep
20 de noviembre – Palau Sant Jordi– Barcelona
Live Nation
Crónica: Guillem Sort
Fotos: Facebook de Sum 41 (Wembley)
Cuando nos enteramos de que SUM 41 quería abordar el Palau St. Jordi pensamos que era una apuesta más que arriesgada. Más o menos un año antes Blink-182 había conseguido un lleno hasta la bandera en el mismo recinto, pero… SUM 41 no consiguen crear el mismo hype que los californianos. Era la tercera visita a Barcelona de la banda de Ontario, en 2010 llenaron el St. Jordi Club como cabezas de cartel del gran Eastpak Antidote Tour y en 2017 llenaron la sala 1 de Razzmatazz en gira propia. De aquí a que el salto en el Palau St. Jordi parecía cuanto menos arriesgado.
De todas maneras, empecemos por el principio y es que el Palau St. Jordi adaptó su aforo, reduciendo su capacidad a unas 10-12 mil personas en lugar de las 18-20 mil que nos tiene acostumbrados.
Neck Deep: suferos californianos de Gales
A las 19h45 empezaron puntuales Neck Deep, banda de trayectoria reconocida en la escena pop punk. Son originarios del norte de Gales, pero con las pintas de ser surferos australianos y con muchas ganas de montar un buen circle pit y tocar a altas revoluciones. Cayeron “Dumbstruck” “Dumbf**k” y “Sort Yourself Out” de su último álbum homónimo. Luego soltaron “Motion Sickness”, “Gold Steps”, “Citizens of Earth”, “Kali Ma” y “Take Me With You”.
Antes de encarar la recta final, lo que hasta entonces había sido un show enérgico, pero con sonido mediocre y coros pre-grabados, Ben Barlow (cantante) lo puso en pausa para soltar un breve speech con apariencia reivindicativa, pero mensaje muy pobre. Otro ejemplo más de porqué las bandas herederas de este pop-punk cuesta que sean tomada en serio en la escena punk. Por suerte, después del discursito vino un gran final con “STFU”, “We Need More Bricks” y la enorme “In Bloom”. Gran temazo para terminar lo que fue un buen enérgico y testosterónico warm-up antes de SUM 41.
SUM 41 han envejecido mejor que Blink-182
A las 21h en punto salieron con “T.N.T” de AC/DC de fondo y con aires de banda que está preparada para pabellones y estadios. Apabullaron con “Motivation” del mítico All Killer, No Filler (2001) y subieron el listón con “The Hell Song”, tema que abre el que posiblemente sea su mejor LP: Does This Look Infected? Acompañando con pirotecnia y efectos de luces fueron desgranando temazos de la talla de “Over My Head (Better Off Dead)”, “No Reason”, “Out For Blood”, “War”, la simpática “Undersclass Hero” con unos globos que Deryck Whibley se dedicó a pinchar con su micro, la ecléctica “Noots” y las nuevas “Landmines” y “Dopamine”.
En este punto del concierto estaba claro que Dave Baksh es un fuera de serie con la guitarra. Que el miembro más leal de la banda Jason McCaslin “Cone” ha ganado en galones y se desenvuelve sobradamente en un escenario tan grande y que Deryck Whibley tiene alma de frontman (sobra decir que le toma prestado el estilo a Bruce Dickinson) a la vez que toca la guitarra y recorre el escenario empatizando con un público totalmente rendido. Las incorporaciones de Tom Thacker y el batería Frank Zummo para cubrir la partida en 2013 de Stevo32 llenan perfectamente el sonido de la banda y a día de hoy están completamente integrados como miembros de SUM 41.
SUM 41 siempre ha flirteado con el Metal y lo demostraron tocando perfectamente los solos de “Raining Blood” de Slayer y el enorme solo de “Master Of Puppets” de Metallica. Luego siguieron con temas de gran calibre como “We Are All To Blame”, “Some Say”, “Screaming Bloody Murder”, “Walking Disaster” (que da nombre a la biografía de Deryck), “With Me” y la coreada “Makes No Difference”, temazo del EP Half Hour of Power (2000).
A parte de un buen solo de batería y alguna que otra canción nueva (“Preparasi A Salire” y “Rise Up”), llegó uno de los momentos más especiales de la noche. Cayó en formato medley “My Direction” / “No Brains” / “All Messed Up”. Todo el St. Jordi en modo “Gallina de piel”, modo que se alargaría con la balada “Pieces”, la emblemática “Fat Lip” y la coreable “Still Waiting”. SUM 41 cerraban así 1h20min de concierto.
Después de unos minutos de espera, la banda volvería preparada para lanzar su tema más antiguo “Summer” (1999) que fue muy estimada por el público. La noche la cerrarían la metalera “Waiting On A Twist of Fate” y el himno generacional “In Too Deep” mientras el Palau se llenaba de confeti y petardos.
Finalmente, y con la gente abandonado las gradas, volvieron para interpretar la lenta “So Long Goodbye” con la que adaptaron los últimos estribillos para subir revoluciones y despedir la noche. Dos horas de punk rock sin fisuras que pasaron volando con una banda que está en un excelente momento de forma.
En los tiempos que corren, parece que las despedidas no son para siempre así que esperemos que los SUM 41 se tomen su merecido descanso pero que más temprano que tarde decidan volver. Se los echará mucho en falta hasta entonces. Farewell!
No hay duda de que SUM 41 han sido una banda que ha inspirado una generación de fans, junto con Blink-182 son los herederos naturales de los Green Day, The Offspring, Bad Religion, NOFX, Descendents y tantas otras bandas de los 90. Lo más increíble es que a diferencia de Blink-182, SUM 41 han envejecido bien. Sus temas siguen cobrando sentido hoy en día y como banda han sabido llevar las adversidades del mundo del rock sin caer en idioteces y sin causar escándalos. Gran concierto el del St. Jordi, si un día deciden seguir, tienen recorrido para llegar a lo más alto.
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.