The Offspring + Simple Plan
27 de septiembre de 2025
Palau Olímpic de Badalona
Organiza: Route Resurrection
Redactores: Marc Fernández y Guillem Sort
Fotos: Audra Cirkelyte
La noche del 27 de septiembre de 2025 el Palau Olímpic de Badalona se convirtió en epicentro del punk rock con un doble cartel de lujo: The Offspring y Simple Plan. Bajo una organización impecable y un ambiente de expectación palpable, los canadienses ofrecieron un viaje nostálgico cargado de energía juvenil antes de ceder el testigo a unos Offspring que transformaron el recinto en una auténtica tormenta sonora. Entre pogos, clásicos inmortales y un despliegue escénico arrollador, Badalona vivió una velada que quedará marcada en la memoria de todos los presentes.
Simple Plan: antídoto para la juventud eterna (Guillem Sort)
Con la previa de rigor realizada, no nos tomó más de 5 minutos entrar en el Olímpic. Mención especial a la organización por la buena gestión de las colas y la facilidad para moverse por los pasillos. Tuvimos tiempo de escrutar el Merch y entrar en la pista en el mismísimo momento en que el pabellón se fundió a negro y empezó a sonar “Star Wars” de John Williams. Vaya temazo, ¡qué simple y resultón queda una entrada así! Los cuatro miembros de Simple Plan entraban saludando de forma alegre mientras arrancaban con la que posiblemente sea su mejor canción “I’d Do Anything” de su primer álbum No Pads, No Helmets… Just Balls. Luego siguieron con las celebradas “Shut Up” y “Jump” y recuperaron pulsaciones con “Jet Lag” y “Addicted”.
Llegados a este punto llegué a pensar que habíamos viajado a bordo del Halcón Milenario de nuevo al año 2005. Pierre Bouvier (voz), Chuck Comeau (batería), Jeff Stinco y Sébastien Lefebvre (guitarras) están físicamente igual que la última vez que los vi en 2014. Pero, es que a penas han cambiado desde cuando llenaron la Sala Apolo en 2005 o el Vall Hebrón en 2006! Algún secreto tendrán estos franco-canadienses cuarentones para aparentar eternos adolescentes. La ausencia de bajista (sonaban con bajo pregrabado) es lo único que nos recordó que estamos en 2025 y que en 2019 echaron a David Desrosiers de la banda por presuntas relaciones con menores de edad. Personalmente respeto la decisión de no sustituir a su bajista y sonar con una línea grabada. Y hay que decir que estaban sonando genial.
La parte central del show incluyó “Your Love is a Lie”, “Nothing Changes” y las mega coreadas “Welcome To My Life” y “Summer Paradise” que quedaron registradas en miles de teléfonos móviles. “Thank You” nos devolvió a las altas revoluciones, con el batería surfeando el público con la camiseta del Barça (no quiero saber qué camiseta se puso la noche anterior en Madrid) y con el cantante Pierre a las funciones de batería. Con “What’s New Scooby Doo” vimos aparecer dos animadores disfrazados de Scooby Doos, seguramente la nota menos lucida de su show. Finalmente, Simple Plan despidió su acto de teloneros de lujo volviendo a su álbum debut con “I’m Just a Kid” y “Perfect” alumbrada por los móviles de todo el público del Olímpico.
Sin ser la banda de mi vida, Simple Plan ha sido una banda que ha estado presente toda mi vida. Hace muchos años que no los veía en concierto y me alegra saber que siguen en forma y que han encontrado el antídoto de la juventud eterna.
The Offspring (Marc Fernández)
La espera entre las dos bandas fue amenizada por los típicos juegos yankees entre las cámaras y el público, que son muy divertidos hasta sales engañando a tu esposa en un concierto de Coldplay, pero todo cambió cuándo “Thunderstruck” anunció que la tormenta se avecinaba. Una cuenta atrás apareció en el backdrop del escenario, creando una expectación por la salida a escena que podía cortarse con una navaja.
The Offspring salieron fuerte con “Come Out and Play”, nutriéndose de la energía de un público que sospechaba que aquella iba a ser una noche muy especial. Los primeros pogos aparecieron ya “All I Want”, y no fue hasta que terminaron “Want You Bad” que se detuvieron a saludar, pues fueron como una ametralladora que no dejó de descargar. Aunque la pista estaba un tanto vacía, la energía de los presentes logró colmarla en temas como “Staring At The Sun”, en la que los cánticos se intercambiaron bruscamente con los pogos.
Hubo momentos más de bailoteo como en “Original Prankster”, y en “Hammerhead” emergió un gigantesco par de esqueletos gigantes que coronaron una interpretación más oscura. “Make it Alright” volvió a encender el escenario con su energía brillante y optimista, a la que se le sumó un resultón juego de luces que supo aprovechar la envergadura del Olímpic de Badalona.
Noodles inundó el recinto con el oscuro riff de “Elelctric Funeral” para inaugurar un homenaje a Ozzy que incluyó “Paranoid” y “Crazy Train”, pero que concluyó con el guitarrista encarando una versión punky de “Hall of the Mountain King” y otra cover, esta vez “I Wanna Be Sedated” de los Ramones, que se sintió algo más adecuada estilísticamente hablando.
El marchoso paradiddle de toms de “Gotta Get Away” supuso el regreso a los temas propios, aunque el posterior solo de batería no hizo sino acentuar que aquella sección del concierto era algo así como una parada en boxes, pues no hay que olvidar que el concierto discurrió como un río bravo, sin espacio apenas para las pausas u otra cháchara.
Un gran piano blanco ocupó el escenario a tiempo para encarar la emotiva “Gone Away”, que logró que un mar de luces de móviles acompañaran su melancolía. La mítica “Why Don’t You Get a Job” vino incluida con toda una recreación de la experiencia bélico-festiva cuándo la banda bombardeó la pista con gigantescos balones de playa, convirtiendo los aledaños del escenario en un panorama que oscilaba entre la fiesta y la batalla campal.
Otro gran clásico como “Pretty Fly (For a White Guy)” y la juerga que trajo consigo auguraba que el concierto se encontraba en sus últimos coletazos, inundando incluso el escenario con un cuarteto de muñecos que “bailan y saludan como idiotas”. La locura colectiva que invadió Badalona cuándo sonaron los primeros acordes de “The Kids Aren’t Alright” fue apoteósica, convirtiendo a todo el público en un solo cántico antes de encarar un falso final que no engañó a nadie.
La infaltable “You Are Gonna Go Far Kid” puso de nuevo al respetable en trance con su ritmo atemporal, pese a que no fue hasta la enérgica “Self Esteem” que la adrenalina subió una última vez hasta los cielos, culminando un concierto, breve, directo y lleno de actitud, como debe de serlo todo concierto de punk que se precie.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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