Ritchie Blackmore’s Rainbow
Polydor
5 de septiembre de 1975
Cuando en un corral hay dos gallos… la cosa suele terminar en enfrentamiento. En el mundo de la música dos líderes enfrentados en una banda es lo mejor que le puede pasar en cuanto a composición, pero Jon Lord y Ritchie Blackmore eran de armas tomar a mediados de los 70 y lo clásico enfrentado al rock duro era una lucha constante. Si a ello le añades a Coverdale y a Hughes aportando músicas negras, pues estaba claro que la cosa estaba a punto de explotar.
La versión de “Black Sheep of the Family” de Quatermass tiene su papel destacado en la historia de Deep Purple pues sería el detonante definitivo para que el hombre de negro se largara. Él quería grabarla como sencillo para Purple con el “Sixteenth Century Greensleeves” en la cara B, pero el resto de la banda, lo querían al revés, y no deseaban para nada grabar una versión de otro grupo a esas alturas de la película. Lo de hacer versiones ajenas era cosa del pasado, pero la voluntad de don Blackmore pasaba por encima de todo, y si no lo querían… se buscaba una banda hecha (Elf) en la que había un cantante superlativo y preparaba su proyecto en solitario.
Al final no fue un proyecto en solitario del todo, pero sí que se le puso Ritchie Blackmore’s antes de Rainbow, para que quedase claro quién comandaba la nave. Blackmore se hizo con los servicios de todos los Elf, pero lo que él buscaba era a Dio, el resto, sería prescindible, muy a pesar del excelente papel de todos los músicos de este disco superlativo. El primero de Rainbow es historia viva del rock y la constatación de que este hombre estaba tocado por los ángeles. Una vez el disco estaba hecho cambió toda la formación y metió a Cozy Powell, Jimmy Bain y Tony Carey. La jugada estaba hecha, y el arco iris empezó a elevarse en la etapa Dio, que es antológica.
El disco
Imagínate dejar a Deep Purple y que el mundo reciba como continuación, y en solitario, una pieza como “Man on the Silver Mountain”… Menudo inicio de disco en el que se presenta en sociedad ese pequeño gran hombre llamado Ronnie James Dio. Tema de riff base puramente Blackmore, con voz dorada y en el que los solos siguen la tradición púrpura en tesituras más metálicas. Magia e himno dorado por excelencia siendo la mejor tarjeta de presentación. Sólo imagino las caras de los Purple escuchando esta maravilla y quedándose patidifusos. Siguen con la preciosa “Self Portait”, con cencerro y llevada al nuevo terreno que exigía el hombre de negro. Belleza, delicadeza y unos aires épicos sencillamente excelsos. El bajo de Craig Gruber destaca, pero obviamente voz y guitarra se llevan el gato al agua.
“Black Sheep of the Family” es deliciosamente 70era, el tema de la discordia de Quatermass, con unos dejes muy a lo Coverdale y con el blues de base. Ecos de Yardbirds (que volverán a salir luego) y un pedazo de estribillo y progresión perfecta. Tema optimista y algo alejado de lo que serán Rainbow, pero con un magnífico trabajo de base rítmica y especialmente de la batería de Gary Driscoll. Coros dulcificando y con unas intenciones más como centradas a crear algo mínimamente comercial para la discográfica y asegurar el tiro comercial.
Pero esto es una obra maestra y la magia sale a borbotones en el baladón “Catch the Rainbow”. Dio es un ángel meciendo la cuna con su voz… Consiguen que la canción sea estelar a base de delicadeza a pesar de que, aunque no lo crean, hay otra balada mejor. Aquí hay brumas, arreglos en caricias y la mítica guitarra de Ritchie elevándote a los cielos. Lacrimógeno baladón al alcance de los elegidos.
“Snake Charmer” puede considerarse una canción menor, pero hay bandas que han pillado el nombre de esta deliciosa tonada. Electricidad y diversión con un groove excelente con momentos épicos, pero con todavía esa sensación de que el grupo busca su sonido. De verdad que la composición es magistral, pero claro, aquí hay piezas maestras y comparamos con lo que firman. Y la guitarra de Blackmore es una barbaridad, con dejes casi funky y muy de música negra.
Lo de “Temple of the King” es superlativo. Pocas canciones me llevan a un estado de felicidad mayor cuando suena en directo, aunque hagan una versión. Mítico punteado introductorio y una letra colosal en la que Dio demuestra YA, que es un elfo sobrehumano, capaz de transmitir emociones a flor de piel con el simple acto de cantar. Una de las mejores baladas de la historia, y de lejos… Versionada mil veces, pero nadie se acerca a la original, porque no se puede. El sutil teclado de Mickey Lee Soule lo lleva en volandas a pesar de que no te das cuenta, es casi imperceptible. Quedaba claro que los dragones y la imaginería medieval serían la razón de ser.
Posiblemente “If You Don’t Like Rock n’ Roll” sea la canción menor del álbum al ser un rock n’ roll de manual. Es como si Ritchie le tirara en cara los devaneos orquestales y progresivos a todo un Jon Lord, el otro líder absoluto de la púrpura profunda. Perfectamente disfrutable, pero suena a canciones de relleno de los primeros discos de Purple y poco más. Rainbow estaba destinado a otros menesteres…
Y la excelencia vuelve a explotar en la maravillosa “Sixteenth Century Greensleeves”. Esto es gloria bendita… Una de las mejores canciones de Rainbow, de inspiración clásica y en la que la guitarra de Blackmore hace lo que quiere y más. Dio está impresionante y la épica lo domina todo. La línea de bajo es tremenda y el tema te transporta hacia un mundo de fantasía basado en un riff tan imaginativo como perfecto con final en fade out. Excepcional…
Terminan todo con el “Still I’m Sad” de The Yardbirds, pero en versión instrumental. Es una composición magistral y aquí Ronnie se queda en el banquillo y son los músicos los que recrean la magia de esta atemporal composición en la que Driscoll juega con el cencerro, y queda especialmente bien. Suena cohesionado y enorme y Blackmore puede demostrar que está sin ataduras y que, sin Purple, ya puede hacer lo que le viene en gana. Es el único líder y se reivindica de una forma absoluta. Una de las más grandes demostraciones de guitarra no reivindicadas nunca. Y es que lo del bajo también es para sacar la libreta y tomar apuntes.
Veredicto
El primer disco de Rainbow es colosal y cambia las reglas dentro del hard rock, que todo o dominaría en los 80. Podemos jugar a decidir si es el mejor disco de Rainbow, y hay tres obras de arte mayúsculas, pero sí que estamos en un grupo en pañales, con un líder que ya ha demostrado que es leyenda y un cantante que aparece como yogurín y futura promesa. Hay la sensación de que Blackmore tiene un plan evidente y que lo va a ejecutar: ser una banda de estadios.
Lo realmente destacable es el peso absoluto que tiene este proyecto pues el heavy metal beberá de todos los tópicos literarios que propone Ritchie a la vez que ya se instalan las canciones prototípicas. Ritchie Blackmore’s Rainbow es un punto de partida y te demuestra con creces que nuestro hombre de negro necesitaba dejar Deep Purple para poder plasmar inquietudes y todo lo que tenía en mente. Y si a odo ello le sumamos que nos presentaba en sociedad a Ronnie James Dio… pues como que toca sacarse el sombrero y aplaudir. Podemos seguir, pero… lo dejamos para los próximos discos.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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