Parkway Drive + Thy Art is Murder + The Amity Affliction
4 de octubre de 2025 – OVO Arena Wembley – Londres
Texto: Yolanda Sabater, fotos: Illya Aleksenko
Organiza: Live Nation UK
La verdad es que las circunstancias se alinearon para que finalmente pudiera asistir a este concierto. No lo tenía fácil: venía de una semana extenuante de trabajo en Oxford y las fuerzas estaban al límite. Pero justo el sábado hacía escala en Londres, y la tentación de dejarme caer por el concierto de Parkway Drive era demasiado grande. Mi chico y yo adoramos a este grupo, así que, aunque intenté resistirme, sabía que la Yolanda movida por la ilusión y la música acabaría ganando. Compramos las entradas la noche anterior, y bendita impulsividad.
Lo que los chicos australianos están montando para celebrar su 20º aniversario es sencillamente de otro planeta: una experiencia que recomendaría a cualquier ser humano, amante o no del metal.
Las colas fluyeron rápido y todo empezó con puntualidad británica (18:30), abriendo la noche The Amity Affliction. No es fácil ser los primeros, pero los australianos supieron encender el ambiente desde los primeros compases de «Pittsburgh». Con la voz gutural de Joel Birch y las melodías limpias de Dan Brown, mostraron ese equilibrio perfecto entre agresividad y emoción.
El set recorrió distintas etapas de su carrera con temas como «Like Love», «Drag the Lake» y «All That I Remember», destacando la potencia de Joe Longobardi a la batería y el sólido debut de Jonathan Reeves al bajo. Cerraron con «Soak Me in Bleach», recordándonos por qué siguen siendo una referencia del metalcore moderno: energía, melodía y catarsis a partes iguales.
Después llegó el turno de Thy Art Is Murder, también australianos, y la intensidad subió varios niveles. Su vocalista Tyler Miller apostó por los guturales más feroces, aunque regaló algún destello melódico entre tanta oscuridad. El set fue una descarga sin respiro, con temas como «Blood Throne», «Death Squad Anthem» y «Slaves Beyond Death». El público respondió con pogos, headbanging y una entrega total ante una pared de sonido tan densa como hipnótica.
Cerraron con «Puppet Master», dejando una sensación de poder absoluto. Personalmente me llegaron más los de Amity, pero no se puede negar que Thy Art Is Murder ofrecieron un directo demoledor: pesado, preciso y tan intenso que se pasó en un suspiro.
Pero vayamos a lo que importa: Parkway Drive. A las 20:45, el cuarteto salió a escena tras un emotivo vídeo que repasaba su carrera: imágenes tocando en salas pequeñas, durmiendo en furgonetas, incluso tirados en el suelo, mostrando la evolución que les ha llevado hasta lo que son hoy. Fue emocionante.
Con todas las luces apagadas, sonando “Carrion”, emergieron desde la plataforma al final de la pasarela: primero el batería, y luego Winston McCall, entrando entre el público, saltando la valla de primera fila y saludando a los fans mientras tomaba el control del escenario. Desde allí, los tres miembros restantes comenzaron el primer tema desde la pasarela, antes de retroceder y descubrir todo el escenario, diseñado con grandes estructuras metálicas y la batería colocada de lado.
No escatimaron en esta gira: plataforma retráctil para solos de guitarra, el protagonismo casi absoluto de Winston en la pasarela y un espectáculo pensado al detalle. Toda la carne en el asador, y vaya que se notó.
El primer golpe de la noche llegó con «Prey», marcando el segundo asalto: la banda entregó toda su energía y el público respondió con igual intensidad. Con «Glitch», Winston interpretó los terrores nocturnos atado a cadenas, acompañado de bailarines que representaban la oscuridad, hasta lograr la victoria simbólica sobre ella. La jornada siguió incendiándose con «Sacred» y «Vice Grip», mientras Winston mostraba su lado más desenfadado con «Boneyards», acompañado de chispas que salían de la plataforma y un «The Void» interpretado con un micrófono lleno de pinchos.
Entre los momentos más inesperados y emocionantes, destacaron «Wishing Wells», con lluvia alrededor de Winston en el B-stage, y un potente medley de ‘Killing With a Smile’ que incluyó «Gimme a D», «Anasasis (Xenophontis)», «Mutiny», «It’s Hard to Speak Without a Tongue», «Smoke ‘Em If Ya Got ‘Em» y «Romance Is Dead».
La intensidad continuó con «Dark Days», «Idols and Anchors» —con Winston entre el público—, «Chronos» y «Darker Still», ambas acompañadas de un trío de cuerdas que elevó la atmósfera a niveles épicos y nos dio a reflexionar que en el metal todo tiene cabida. «Bottom Feeder» cerró el set principal antes de un encore memorable: solo de batería, «Crushed» con llamas por todas partes y «Wild Eyes» en el B-stage, dejando al público completamente exhausto pero extasiado.
Parkway Drive no solo ofreció un concierto: fue un viaje audiovisual cargado de emoción, energía y espectáculo, recordando a todos por qué siguen siendo uno de los referentes del metal moderno en 2025.

Nanotecnóloga y química de formación y amante de la música como pasión. Me gusta la música en todas sus vertientes. Empecé tocando el violín y de la música clásica pasé al rock y al metal (mis primeras bandas fueron AC/DC y Mägo de Oz, por supuesto). No tengo muchas bandas predilectas, aunque Rulo siempre encabeza el podio. Helloween, Volbeat o Greta Van Fleet le siguen de cerca. Mis gustos han cambiado a lo largo de los años pero siempre abierta de mente, así que le doy al hard rock, al power, al death metal (melódico) y a todo lo que me haga descubrir cosas nuevas o me sepa impresionar.
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