87/100
03 de Enero del 2025
Independiente
Si algo deja claro Cursed es que Paleface Swiss no concibe sus discos como simples colecciones de golpes. Aquí cada tema cumple una función dentro de un recorrido emocional que va de la rabia primaria a la resignación amarga, sin pasar nunca por la complacencia. El álbum se construye como una espiral descendente, y su tracklist está pensado para arrastrarte con él.
El arranque con “Un Pobre Niño Murió” no es casual ni gratuito. El título ya es una declaración de intenciones, y musicalmente funciona como una introducción devastadora: atmósfera opresiva, tensión contenida y una sensación de tragedia que marca el tono de todo el disco. No busca impacto inmediato, sino preparar el terreno emocional para lo que viene.
Ese golpe llega con “Hatred”, uno de los temas más directos y violentos del álbum. Aquí Paleface Swiss muestran su cara más beatdown, con riffs cortantes y una estructura diseñada para el directo. Es odio sin filtros, canalizado con precisión quirúrgica. Brutal, sí, pero también extremadamente eficaz.
“…and With Hope You’ll Be Damned” introduce un matiz interesante: la desesperanza como motor. El tema juega con cambios de ritmo que generan una sensación de inestabilidad constante, reforzando la idea de que incluso la esperanza puede ser una trampa. Las voces aquí brillan especialmente, alternando entre el rugido y el susurro venenoso.
Con “Don’t You Ever Stop”, el disco adopta un tono casi obsesivo. El tempo machacón y la repetición rítmica refuerzan una sensación de persecución mental, como un pensamiento intrusivo que no se va. Es uno de esos temas que no destacan por un momento concreto, sino por la presión constante que ejercen. Mientras que “Enough?” actúa como punto de inflexión. Menos explosiva, más densa, plantea una pregunta que atraviesa todo el álbum. Musicalmente, el tema se apoya en dinámicas más abiertas, dejando respirar el horror en lugar de saturarlo. Un acierto compositivo.
En “Youth Decay”, los suizos canalizan una crítica generacional envuelta en violencia sonora. Es uno de los cortes más “hardcore” del disco, con una energía que conecta directamente con el pit, pero sin perder el trasfondo amargo que impregna Cursed. Y “My Blood on Your Hands” devuelve el foco al dolor personal. Aquí la banda baja ligeramente el tempo para enfatizar el peso emocional, demostrando que no todo se resuelve a base de velocidad. Es un tema que se siente pesado incluso cuando no está explotando.
“Love Burns” es, paradójicamente, uno de los cortes más venenosos del álbum. La idea del amor como algo destructivo se traduce en riffs abrasivos y una interpretación vocal especialmente visceral. Es uno de esos temas que crecen con las escuchas.
El cierre con “River of Sorrows” es tan lógico como devastador. No hay redención ni épica final; hay agotamiento, aceptación y un poso de tristeza que se queda contigo cuando el disco termina. Un final sobrio para un álbum que nunca quiso ser amable.
La edición especial de Cursed: más profundidad, más heridas abiertas
La edición especial de Cursed, publicada en junio de 2025, no se limita a añadir material extra para coleccionistas: amplía el universo emocional del disco y lo lleva a un terreno todavía más incómodo. Las nuevas incorporaciones funcionan como epílogo y espejo deformado del álbum original, reforzando su narrativa de condena y desgaste psicológico.
El bonus track “I Am a Cursed One” actúa casi como un manifiesto. Es Paleface Swiss mirándose al espejo y asumiendo su propio monstruo, con un enfoque más introspectivo pero igual de abrasivo. “Best Before: Death” recupera la crudeza más directa del grupo, con una ironía negra que se filtra tanto en el título como en su estructura afilada y agresiva.
“Please End Me” y “The Gallow” exploran el lado más nihilista del proyecto. En esta última la banda se permite bajar pulsaciones dos puntos y dejar que el peso emocional se imponga a la violencia inmediata. Aunque bien es cierto que ambos son temas que incomodan más por lo que sugieren que por lo que gritan.
El cierre con “River of Sorrows (Unplugged)” junto a Ron Deris es, sencillamente, una sorpresa mayúscula. Despojada de distorsión, la canción revela su esqueleto melódico y emocional, demostrando que Cursed también funciona cuando se le arranca la piel. Un contraste brillante que eleva la edición especial por encima del simple añadido de extras.
Con Cursed, Paleface Swiss firma un trabajo coherente, agresivo y emocionalmente honesto. No es solo uno de sus discos más sólidos; es también un álbum que demuestra que el metal extremo puede ser brutal sin ser vacío, y violento sin perder profundidad.
Mi nombre es Irene, y todo el mundo me conoce por mi apellido Kilmister adquirido por el que ha sido y será mi mayor ídolo en esta vida. Lo cierto es que yo empecé en esto de la fotografía sin pensarlo mucho. Era la típica amiga de la cámara, pero de que me quise dar cuenta me propusieron entrar a colaborar en un medio profesional en 2017 y desde ahí he pasado de ser esa amiga de la cámara a evolucionar y coinvertirme en lo que conocéis ahora.
Apasionada de la música en todos sus géneros y amante de la lectura y los conciertos, aunque mi verdadera profesión no tenga nada que ver con todo esto.
Descubre más desde Stairway to Rock
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.




