Nightingale – Alive Again (Re-Issue)

88/100

28 de febrero de 2025

Century Media / InsideOut Music

Nightingale es esa maravillosa agrupación formada por los hermanos Swanö en la que un coloso como Dan, uno de los grandes focos y referentes del metal extremo, que en esta banda se dedicaba a jugar a mezclar rock progresivo con hard rock de la escuela Whitesnake para crear algo absolutamente diferente y especial. Dan ha sido productor de Opeth, Katatonia, Dissection, e infinitas bandas más amén de ser el líder de Edge of Sanity.

 

Cada pocos meses se van publicando a la vez un disco en reedición de Edge of Sanity y otro de Nightingale, lo cual es una maravilla para el fan. Los discos estarán en formatos diferentes y variados y van con importantes extras que harán las delicias de sus seguidores. Personalmente creo que Alive Again es el mejor de todos sus discos por la inmensa calidad general a pesar de que hay grandes “hits” en otros álbums. Nunca llegaron a ser una banda aclamada, pero la genialidad es absoluta y palpable.

 

Empieza todo con la intro “Recollections” y ese deje melancólico. Dan entra con piano y cantando casi en susurros. Mucha clase y flow esponjoso que lo eleva todo de buenas a primeras. Son poco más de dos minutos, y es una gozada. Pero aquí hay grandes temas, y la siguiente que nos viene es de las más aclamadas y laureadas. El riff de “Shadowman” te atrapa desde la primera escucha. Tira de voces graves y rollito Whitesnake, pero suena 100% Nightingale, y el estribillo es absolutamente maravilloso. Una de las mejores canciones de esta agrupación de hermanos.

 

Los teclados nos dan la entrada de “The Glory Days”, un corte que entra más dentro de los parámetros del rock progresivo. Mucho feeling y melodía cambiante y trabajada, con momentos realmente preciosistas. Juegan también con las bajadas, en desnudar momentos y jugar con coros, que un poco se notan muy de estudio, por poner algún pero a todos estos geniales temas. Y lo de “Falling” es una absoluta pasada. Podéis escuchar esta canción e imaginarla cantada por David Coverdale y bajo el nombre de Whitesnake, y os aseguró que sería uno de sus himnos definitivos. Así de buenos eran los hermanos Swanö

 

En “Into the Light” nos vamos a un riff de inicio muy Black Sabbath, combinado en el típico teclado de Uriah Heep, una de las bandas que más calaron en el joven Swanö. Meten el pie de lleno en terrenos prog y la cosa sale exquisitamente bien, con una batería tan sencilla como efectiva. “Eternal” es la pieza más especial de esta obra- En sus más de 11 minutos el grupo juega con intensidades, volúmenes y lleva a un perfecto híbrido de prog con rock duro de toda la vida. Muchos solos y espectacular el cambio de estructuras con líneas vocales y letras extraordinarias.

 

Y cuando parece que ya no puede haber cabida para más temazos de relumbrón, aparece este “State of Shock” para volarte los sesos… Temazo, y quizá más metálico de todos, especialmente por el riff y el super solo de guitarra. Pero es el estribillo el que enamora, apoyado por esos coros que son del propio Dan y que encajan como un guante.

 

En “The One” entramos en el progresivo pompos de Emerson Lake and Palmer, pero sin orquesta. Los hermanos juegan a tirar de teclados ampulosos en una especie de balada corta, de corte triste y con un bajo especialmente agudo. “Shadowland Serenade” es atmosférica y suena a hard rock clásico embellecido, pero sin trucos de estudio, muy cruda. Incluye una voz narrada. Completa el disco completo la final “Forever and Never”, la cual cumple, pero lejos queda del altísimo nivel de casi todo el resto de temas. Aquí si vemos una batería con más breaks y un poco más compleja, además de guitarras acústicas.

 

 

A partir de aquí empiezan los temas en formato demo como la inspirada y melosa “World Down Under”, que no entró, pero es irresistible, con otro estribillo muy Whitesnake. “I Can Fly” tiene un punto teatral que le sienta de maravilla, para luego sorprender con un estribillo que uno no espera. Es impresionante como alquímicamente, estos hermanos tejían las cosas para hacer temas tan radiantes. “Eternal” está en una versión más corta y lo que me ha dejado flipado es que hayan conseguido un tema en directo del festivalMartohell de 2007. Concretamente el “Forever and Never”, en la que tira de voces guturales. Hay también una versión en sueco de “Eternal” grabada en un festival, y que suena a rayos, pero… menudos documentos de gran valor.

 

Alive Again es el cuarto disco de Nightingale y fue publicado en 2003, pasando especialmente de puntillas para el mundo musical en general, pero no para los fans del grupo, de Swanö o incluso de la discográfica Black Mark, que siempre tuvo una escudería de bandas muy especiales. Los discos de Nightingale son muy artesanales y no cuentan con los trucos y las gracias de los grandes estudios, pero con estas reediciones se disfruta ampliamente, por contenido y por completismo.

 


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