Tras los duros años de pandemia que paralizaron la industria musical y afectaron gravemente los conciertos en vivo, el Rock Fest experimentó un regreso progresivo a la normalidad. En 2022 volvió con fuerza, recuperando nombres emblemáticos como Judas Priest, Kiss o Mercyful Fate, aunque también estuvo marcado por la polémica fuga de Manowar. En 2023, la imposibilidad de usar Can Zam llevó a una edición reducida en formato de transición, el Barcelona Rocks, que aunque efectiva, se sintió más como un concierto extendido que como un festival completo. Finalmente, en 2024, con el regreso a su sede original y celebrando su décimo aniversario, el Rock Fest ofreció una edición desigual: pese a la tibieza de algunos cabezas de cartel, el arriesgado cierre a cargo de Parkway Drive aportó una energía renovada y apuntó hacia una evolución en el espíritu del festival (fotos de Irene Kilmister para Maxmetal).
2022, la vuelta al ruedo
Sin duda 2020 ha sido el año más duro de la historia para industria musical, y los años posteriores de incertidumbre y malabares normativos derivados del COVID terminaron por encarecer y dificultar los espectáculos en vivo. Se vieron toda clase de disparates, desde conciertos de Thrash con el público sentado hasta la obligación de llevar mascarillas o presentar el pasaporte COVID para entrar. Afortunadamente en 2022 Putin invadió Ucrania, todo el mundo se olvidó del virus chino y los festivales volvieron con las energías renovadas, y el Rock Fest no iba a ser menos.
Tirando de su profundo fondo de armario de bandas de anteriores ediciones, el cartel post virus nos trajo a viejos confiables como Alice Cooper, Judas Priest y a Kiss en su gira de despedida (esta vez de verdad). Para acabar de completar la experiencia se logró traer a todo un fenómeno histórico como Mercyful Fate, así como a grupos famosos por sus directos resultones como Dropkick Murphys o Accept.
Sin embargo, creo que todos recordaremos ese festival como el de la escapada de Manowar, que a estas alturas de la película sorprenden más cuando actúan que cuándo deciden dejar tirados a sus fans, que en esta edición habrían tenido la oportunidad de resarcirse del bochornoso concierto/documental que dieron en 2014. Para sustituirlos se contrató in extremis a Avantasia, que un par de semanas antes habían encabezado el Rock Imperium, así como a Ross the Boss, un fichaje que dio la sensación de ser toda una peineta a los “reyes del metal”.
2023, el Barcelona Rocks como transición
Cuando las obras en el parque de Can Zam impidieron que en 2023 se realizara una nueva edición del Rock Fest, la organización tomó la acertada decisión de hacer una versión “light” del evento en el Olímpic de Badalona, es decir, concentrar el festival en una sola jornada que sirviera de placebo e hiciera más llevadera la espera hasta 2024.
Sin embargo, pasaron varias cosas raras. La primera es que el evento se movió del Olímpic de Badalona al Sant Jordi Club, que tiene un aforo notablemente inferior, y que H.E.A.T. y Ross the Boss se cayeron del cartel sin que la organización diera explicaciones. Aunque finalmente el evento fue todo un éxito, se sintió más como un concierto de Scorpions con una curiosa mezcolanza de teloneros que como un auténtico festival.
2024, el retorno a Can Zam
Finalmente llegamos a la última edición, y la que además marcó el décimo aniversario del festival, que aunque por motivos obvios supuso una mejora respecto al Barcelona Rocks, dejó bastante que desear. Si necesitas que W.A.S.P. sea el cabeza de cartel, sabes que algo va mal, y aunque al reunión de Pantera y viejos conocidos como Blind Guardian y Gamma Ray cumplieron con creces, la obsesión por darle protagonismo a leyendas acabadas como Deep Purple mermó el entusiasmo que podría haber rodeado a las actuaciones.
Aún así aquel año el Rock Fest hizo una apuesta arriesgada que les salió muy bien: permitir que Parkway Drive encabezaran la última jornada del festival, terminando así con su tradición de ceder ese puesto a estilos más clásicos con músicos que se cagan encima. Fue así como con un gran show, un público mucho más joven y mucho fuego, los australianos culminaron una esta última edición por todo lo alto.
Nanotecnóloga y química de formación y amante de la música como pasión. Me gusta la música en todas sus vertientes. Empecé tocando el violín y de la música clásica pasé al rock y al metal (mis primeras bandas fueron AC/DC y Mägo de Oz, por supuesto). No tengo muchas bandas predilectas, aunque Rulo siempre encabeza el podio. Helloween, Volbeat o Greta Van Fleet le siguen de cerca. Mis gustos han cambiado a lo largo de los años pero siempre abierta de mente, así que le doy al hard rock, al power, al death metal (melódico) y a todo lo que me haga descubrir cosas nuevas o me sepa impresionar.
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