77/100
12 de diciembre de 2025
Frontiers Records
Graham Bonnet está ya casi con 80 años, pero sigue siendo el dandy de siempre y quiere demostrar que es muy capaz y que los escenarios son su modus vivendi. Sigue a la greña con sus excompañeros de Alcatrazz, y como puedes leer y ver en nuestra entrevista no tiene precisamente halagos para ellos. Tiene su banda junto a su mujer y bajista Beth-Ami Heavenstone y está feliz, pero está más ilusionado con su próximo disco en solitario que por este directo grabado en Los Ángeles.
Tengo que decir que he podido ver a Bonnet muchas veces y nunca ha estado en directo al nivel que demuestra en el Whisky a Go Go, lo cual resulta impresionante. Y es un disco en directo muy sincero, en el que las notas cuestan su esfuerzo y en el que no todo es perfecto. Un guitarrista no tan pulido y una selección de canciones que tira de espaldas. Y curiosamente los coros me parecen impresionantes, yo no los escuché ni viví a ese nivel en su última venida.
“Eyes of the World” es una maravilla, una joya melódica y el veteranísimo Bonnet la saca con nota por mucho que la edad se note. Huelga decir que el grupo está más que bien en su cometido, especialmente batería y coros. Ya os digo que la última vez que le vi no cantaban así, pero suena todo muy real y sincero. Y lo más importante: la guitarra… No es fácil calzarse los zapatos de los guitarristas con los que ha trabajado Graham y Conrado Pesinato sale indemne y con clase. Puro disfrute en “All Night Long” en la que el plus lo vuelven a poner los coros. Beth calla bocas con su preciso bajo y el grupo vuelve a sonar especialmente bien en esta tonada inmortal y melódica como pocas.
En “Love’s No Friend” el divo lo pasa mal, pero capea el temporal con mucha clase. Corte especialmente exigente en lo vocal en un medio tiempo intenso de su etapa en Rainbow y en la que se va creciendo a medida que la pieza avanza. Toca resaltar otra vez los coros y la inmensa batería acústica y real de Francis Casol. En “Makin’ Love” retomamos el sabor de oriente y la cadencia mágica te embriaga como pocas. Y es que el legado de Rainbow es inmenso, y concretamente ese disco, de cambio, es mágico. Extenso solo de teclado por parte de Alessandro Bertoni que no termina de sonar como debería, pero que resulta impecable a su vez.
Y poco hay que pueda decir cuando Graham ataca el “Since You Been Gone”. Pura historia del rock en una versión estelar y en la que, en su día, Blackmore depositó todas sus esperanzas. Tema perfecto de Russ Ballard al que siempre le asociaremos la voz de Bonnet, y la canta de maravilla. Es la fiesta hecha rock. Momento de solo de teclado y parlamento para luego que todo desemboque en estuario en la maravillosa “Lazy”, poco esperada, pero efectiva. Darle brillo al legado Purple siempre es un acierto y la carga instrumental le da ese momento de pausa al genio inglés.
“Imposter” es presentada, y un poco, nuestro hombre también gusta de marcar paquete y demostrar que sus composiciones en solitario pueden estar a la altura de su legado en otras bandas. El teclado incesante de “S.O.S.” hace que vuestro protagonista se revindique con una de las mejores canciones que nunca ha hecho en solitario. Da juego y se percibe al grupo disfrutar a la vez que Bonnet se adorna en lo vocal, cosa que impresiona… como impresiona el “Desert Song”. Menudo temazo que muchas veces no se suele reivindicar cuando sale Michael Shenker a tocar en directo.
Hay que darle descanso a nuestro hombre por lo que se opta por un muy buen solo de batería por parte de Francis Casol, rockero y típico, con el que juega con un público al que se le escucha poco. A mí “Night Games” me tiene el corazón robado y me sigue pareciendo una pieza absolutamente estelar. Uno de los grandes momentos del disco, sino el mejor. Siguiendo con la temática nocturna está el “Into the Night”, una de sus joyas en solitario combinando guitarra y teclado a altas velocidades y con otra inmensa demostración de cómo hay que hacer coros en directo para apoyar al veterano maestro.
No podía faltar el material de M.S.G. y cae el “Assault Attack” para alegría de los presentes. Cadenciosa y mítica canción en la que Graham suda sangre para tirarla adelante, pues es muy complicada, pero se sale con la suya. Sacar esta canción adelante es una barbaridad… Y “Too Drunk to Die, too Drunk to Live” da todo el protagonismo a Conrado a la guitarra, consiguiendo clavar los solazos de Malmsteen y esa aura de magia. El fin de fiesta lo pone la maravillosa “Lost in Hollywood”, que es mi tema favorito de nuestro cantante con Rainbow. La borda, y eso que estamos en el fin de la velada. Toca sacarse el sombrero y saludarle, porque es que se adorna incluso en los agudos más exigentes.
Estamos hablando de un directo que tuvo muchos problemas y en el que no están todas las canciones que sonaron ese día por diferentes problemas técnicos. Lost in Hollywood Again es muy disfrutable para todo fan del vocalista y de verdad que el grupo está a la altura. Obviamente le caerán críticas por su mujer-bajista, pero cada vez cumple mejor y de verdad que es el pilar básico que hace que Graham Bonnet siga saliendo a escena con entrega y felicidad. Y ya que estamos en el universo Bonnet, el siguiente disco a reseñar va a ser el de Alcatrazz regrabando los clásicos. ¿Blasfemia?


Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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