82/100
23 de agosto de 2024
Nuclear Blast
Sexto disco de los italianos maestros del death metal, ahora más sinfónico con este Opera. Se mantiene la esencia death del grupo, pero amplían miras y hay un giro comercial evidente hacia los estribillos, elementos muy Therion y una segunda parte de disco en la que se nota que hay una evolución. Mantienen los blast beats con material muy sinfónico, pero los estribillos melódicos con gancho son evidentes. Los de Perugia abren miras y avanzan con gran calidad hacia algo más personal.
La mezcla del disco corre a cargo de todo un Jakob Hansen que premia la presencia de voces femeninas. Hay también un acercamiento evidente hacia Dimmu Borgir, aunque más death metal y especialmente a Scepticflesh. Se va su vocalista Paolo Rossi de voces limpias y Francesco Paoli toma las riendas vocales con el añadido de que la vocalista operística invitada (en otros discos) Veronica Bordaccini entra a formar parte de la banda. No es una evolución que gustará a sus fans de toda la vida, pero hay que decir que el disco engancha mucho, es variado y consigue ampliamente su cometido.
“Ode to Art” es una pieza delicada con una soprano clásica y orquesta. Da inicio a los juegos y es de esas que la voz te eriza el vello de la espalda, pues técnicamente es impresionante. Puramente Therion. El inicio de “I Can Never Die” va directo a la yugular aunando metal extremo y la lírica clásica con growls por parte de Francesco Paoli. Estribillo épico con pausas, jugando a cumbres y valles y con las voces femeninas repuntando muchos momentos con estilo y mucho gancho. Es el típico tema para abrir sus próximos directos.
“Pendulum” fue el primer single y vuelve a jugar a enfrentar ambos mundos, pero el inicio es rotundamente contundente y agresivo. Ritmos maquinales trufados de coros, con parones y arreones de intensidad encapsulada. “Bloodclock” baja pulsaciones en forma de juego, pues el grupo consigue aquí un toma y daca de contrastes brutal y arremete con metal extremo y voces guturales. Impresionan cuando la voz es agónica y por esos juegos neoclásicos de “Morphine Waltz”. Excelente Fabio Bartoletti a las guitarras y un rapidísimo Eugene Ryabchenko en los blast beats de batería.
“At War with My Soul” suena muy Dimmu Borgir y técnicamente es más que rotunda. Voces femeninas que juegan a Therion y una base de black con tramos muy de detah metal, marcando los tiempos rápidos y añadiendo parones que acentúan la solemnidad de la pieza. En “Per Aspera Ad Astra” van con todo el arsenal death enfrentado con lo sinfónico. Dejan solos los riffs de Bartoletti y la intensidad y la técnica arremeten con Francesco cantando. Obviamente pronto entran los juegos sinfónicos y la voz impecable de Veronica.
Personalmente el tema que más me ha atrapado es “Till Death Do Us Part”, pero digamos que estamos ante un tema que se aleja eones de lo que es Fleshgod Apocalypse. Voces femeninas dominantes y una apuesta por un cambio de tercio evidente, pero muy bien llevado. Veronica Bordaccini sobrepone voces y a comercialidad impera con momentos repuntados por las guturales de Francesco. Momentos atmosféricos, coqueteos leves con el doom, pero frontera cruzada, hecho que no va a gustar a sus fans más veteranos…
“Matricide 8.21” es una auténtica virguería musical, y te gustará especialmente si eres fan de Therion, pero ya no tanto a quienes siguen a Fleshgod Apocalypse desde sus inicios. Perfecta combinación de lo orquestal con lo contundente y esos bonitos aires neoclásicos en la guitarra de Bartoletti. “Opera” es el cierre solemne con el piano de Francesco Perrini y que da cohesión a la propuesta del grupo itálico. Una coda bella para despedir un disco de ruptura, pero muy elegante.
Opera es un disco tremendamente ambicioso que lleva a la banda hacia una evolución ya apuntada y que, en el fondo, queda marcado por el accidente que sufrió su líder Francesco Paoli haciendo escalada en 2021. Autorreflexión sobre una experiencia cercana a la muerte y la preocupación de los seres queridos. Probablemente podríamos partir el disco en dos partes, siendo más evolutiva la segunda, pero también os digo que, en lo personal, más me gusta el tramo final. El hecho de mantener la esencia e ir explorando le da al grupo mucha personalidad.
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.