82/100
24 de octubre de 2025
Warner Music Spain
El monte de los aullidos, el nuevo trabajo de Fito & Fitipaldis, es un recordatorio de que la identidad, cuando se forja con honestidad, acaba convirtiéndose en una firma irrepetible. Desde los primeros acordes de “Los cuervos se lo pasan bien”, el álbum te recibe con esa mezcla de melancolía luminosa y romanticismo callejero que solo Fito ha sabido embotellar durante más de dos décadas.
Aquí no hay giros estilísticos bruscos ni experimentos gratuitos. Fito vuelve a navegar en su eterno equilibrio entre rock suave, blues templado y ese pulso poético que convierte lo cotidiano en algo emocionalmente expansivo. “El monte de los aullidos”, “Volverá el espanto” o “Como un ataúd” funcionan como pequeñas postales del universo Fitipaldi: historias de vida con los nudillos gastados, sentimientos que huelen a bar de madrugada, guitarras cálidas y una producción pulida que evita cualquier sobresalto.
La banda suena engrasada, madura, cómoda. Tal vez demasiado cómoda para quienes todavía esperan un volantazo estilístico, pero es innegable la solidez del conjunto. Hay cortes que destacan por su calidez emocional (“Una maldita suerte”, “La noche más perfecta”), otros por su groove más roquero (“A contraluz”, “Marea imparable”) y alguno que mira de frente al Fito más directo y confesional (“Mentira y verdad”, “Ardi”).
La nostalgia impregna todo, pero lejos de oler a pasado rancio, se siente como ese viejo abrigo que, por más años que tenga, sigue siendo el que mejor abriga. Fito no sorprende, es cierto; pero emociona, reconforta y reafirma por qué sigue en lo más alto: porque su fórmula, aun conocida, continúa funcionando con la sinceridad del que nunca ha fingido ser otra cosa.
Mi nombre es Irene, y todo el mundo me conoce por mi apellido Kilmister adquirido por el que ha sido y será mi mayor ídolo en esta vida. Lo cierto es que yo empecé en esto de la fotografía sin pensarlo mucho. Era la típica amiga de la cámara, pero de que me quise dar cuenta me propusieron entrar a colaborar en un medio profesional en 2017 y desde ahí he pasado de ser esa amiga de la cámara a evolucionar y coinvertirme en lo que conocéis ahora.
Apasionada de la música en todos sus géneros y amante de la lectura y los conciertos, aunque mi verdadera profesión no tenga nada que ver con todo esto.
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