Clásicos de la comedia ochentera: «Airplane!» (1980), «Top Secret!» (1984) y «The Naked Gun» (1988)

Me encanta escribir tanto de música como de cine, ya que son las dos formas de expresión artística que mejor representan el reflejo de mi alma. Agradezco la libertad de redacción que me otorga formar parte de Stairway to Rock, ya que así puedo entregaros los especiales cinéfilos que me apetezcan en cada momento, e incluso con algo de suerte quizás descubriros joyas que hayan quedado sepultadas en el tiempo. Antes de entrar en materia para desmenuzaros mi opinión sobre estas tres obras maestras, quiero ofreceros un breve repaso por la historia de la comedia en el séptimo arte.

Evolución de la comedia cinematográfica

Se considera la primera producción humorística «El Regador Regado» (1895) de los Hermanos Lumière, quienes inventaron el cinematógrafo. En 1905 debutaría la primera estrella cómica: el también francés Max Linder, que es referenciado en «Malditos Bastardos» de Tarantino. Si bien antaño era el actor mejor pagado e incluso Chaplin fue su discípulo, su vida privada tuvo un final realmente trágico. Después de participar en la Iª Guerra Mundial, con las consecuentes secuelas físicas y psicológicas, decidieron junto a su esposa dejar este mundo en un macabro pacto suicida. Es evidente su influencia en la comedia física del slapstick, que nace del vaudeville francés (teatro de variedades), que fue popularizado por Charles Chaplin, Buster Keaton y Harold Lloyd.

 

Aunque Charlot ya debutó como director y actor en 1921 con «El Chico», sus primeros éxitos llegarían con «Tiempos Modernos» (1936) y su paso al cine sonoro con «El Gran Dictador» (1940), con una gran crítica social. Keaton por su parte no recurría tanto en la mímica, ya que hacía sus propias escenas de riesgo, para sumar la acción a su rostro hierático en «El Maquinista de la General» (1926), donde se sube a un tren real, así como «El Héroe del Río», en la que se le cae una fachada encima. Destaca de Lloyd «El Hombre Mosca» (1923), con la famosa escena donde se cuelga del reloj, que fue más tarde homenajeada en «Regreso al Futuro» (1985) de Zemeckis. También de esa época son el dúo cómico El Gordo y el Flaco, así como «Willie y el Barco de Vapor» (1928) de Disney, que marcaba el debut de Mickey Mouse en el cine.

 

 

No podemos olvidarnos de otros grandes como los Hermanos Marx y sus sarcásticas «Sopa de Ganso» (1933) y «Una Noche en la Ópera» (1935), esta última ya sin Zeppo. En clara contraposición a lo establecido por Disney, Tex Avery dirige «La Liebre Salvaje» (1940), donde debutaría Bugs Bunny de los Looney Tunes. Desde 1946 a 1956 Dean Martin y Jerry Lewis formaron un exitoso dúo. La obra más conocida le llegaría en solitario a este último, con la parodiada escena de la máquina de escribir, en «Lío en los Grandes Almacenes» de 1963. Del mismo año es la española «El Verdugo», del gran Luis García Berlanga. En 1959, Los Tres Chiflados empezaron a aparecer en televisión. Ya en 1964 tenemos que mencionar también al camaleónico Peter Sellers y sus tres papeles en «¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú» del célebre Stanley Kubrick.

 

En los setenta cabe destacar el papel del director Mel Brooks, con «El Jovencito Frankenstein» (1974), protagonizada por su inseparable actor Gene Wilder. Tiene una importancia crucial el grupo cómico inglés Monty Python, que debutaron en 1969 en la BBC, así como sus largometrajes hilarantes «Los Caballeros de la Mesa Cuadrada y sus Locos Seguidores» (1975) o «La Vida de Brian» (1979) entre otras gemas del humor absurdo. Ese mismo año debutó en televisión con «Estas no son las Noticias de las Nueve» el gran Rowan Atkinson, quien más tarde protagonizaría las series «La Víbora Negra» (1983) y «Mr. Bean» (1990). Enmarcados también en el humor británico, no podemos evitar mencionar «Los Jóvenes» (1982). También en televisión muchos comediantes dieron sus primeros pasos en el conocido «Saturday Night Live» (1975) americano: John Belushi, Gilda Radner, Bill Murray, Mike Myers o Will Ferrell.

 

«¡Aterriza Como Puedas!» («Airplane!») de 1980

Titulada en español como «¡Aterriza Como Puedas!», esta parodia de la nada destacable peli de desastres «Zero Hour!» (1957) es, sin lugar a duda, la mejor de las grabaciones que desglosaremos a continuación, incluso al mismo nivel de las obras ya mencionadas de Monty Python.  Curiosamente, los productores y directores Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker participaron en los tres largometrajes spoof. Ya desde la caricatura inicial del «Tiburón» (1975) de Spielberg en forma de avión entre las nubes, sabemos que nos espera una hora y media hilarante. Los propios Zucker aparecen en un cameo inicial, como los dos empleados de pista que guían erróneamente a la aeronave, antes de que se estalle contra una cristalera.

 

Para explicaros el argumento, debemos avisaros que se vienen SPOILERS: el otrora piloto de guerra Ted Striker (interpretado por Robert Hays) atraviesa un trauma para volar, como resultado de un accidente. Su pareja Elaine Dickinson (Julie Hagerty) decide dejarlo al no ser capaz de superar su pasado, por lo que él quiere recuperarla y toma el mismo avión hacia Chicago, donde ella está trabajando como asistente de vuelo. Debido a una intoxicación alimentaria por comer pescado, toda la tripulación enferma, así que Ted se ve obligado a ponerse al mando y aterrizar el avión, en medio de condiciones adversas y su propia reticencia.

 

Mientras que la pareja protagonista debutó por la puerta grande, buena parte de los secundarios no provenían de la esfera cómica: Robert Stack, quien está detrás del Capitán Rex Kramer, superior de Ted durante la guerra, había protagonizado la teleserie de «Los Intocables»Peter Graves como el Capitán Oveur estuvo en la serie de «Misión: Imposible»; Lloyd Bridges, que hace del supervisor McCroskey (su personaje escogió un mal día para dejar todo tipo de sustancias) ya fue controlador aéreo en «San Francisco International Airport», mientras que el carismático Leslie Nielsen, que se roba todas sus escenas como el Dr. Rumack, fue un asesino en «Colombo». Curiosamente, para ese papel se pensó inicialmente en el legendario Christopher Lee… ¿Se le hubiera dado igualmente bien la comedia que a Nielsen?

 

Cuando el capitán le pregunta de manera turbia a un chico si «le gustan las pelis de gladiadores» es una evidente referencia a la censurada escena de «Espartaco» (1960) de Kubrick, de las otras y los caracoles, con sutiles connotaciones homosexuales entre Laurence Olivier (doblado por Anthony Hopkins) y Tony Curtis. Ese mismo chaval parece reconocer al prestigioso baloncestista Kareem Abdul-Jabbar, en su pequeña aportación como el copiloto Roger Murdock. No podemos evitar mencionar a Otto, el piloto automático hinchable. Tras soplarlo como en «Eat me Alive» de Judas Priest, cuando le faltaba aire, Elaine y él terminan fumándose el cigarrillo de después. Después del beso final entre los protagonistas, despega de nuevo el piloto, con una nueva compañera de plástico que aparece a su lado.

 

 

Por último, comentar que la monja que canta con su guitarra es la vocalista Maureen McGovern, intérprete de canciones ganadoras del Oscar en las pelis de catástrofes «La Aventura de Poseidon» (1972) y «El Coloso en Llamas» (1974). Los directores sacaron auténtico oro de un reducido presupuesto de cinco millones de dólares, para recaudar más de ciento setenta millones en taquilla. En 2010 fue seleccionada para su preservación por el National Film Registry americano, por su relevancia cultural.

«Top Secret!» de 1984

En este caso coincide el nombre en español con el original estadounidense. Esta parodia del cine de espías y bélico es el primer largometraje donde aparece el recientemente fallecido Val Kilmer, dos años antes de su papel en «Top Gun» de Tony Scott. Fue escogido después de presentarse a la audición vestido del icónico Elvis Presley, del cual tanto su personaje como la música tomaron evidentes influencias (aparecen clásicos como «Are You Lonesome Tonight?» o«Tutti Frutti»). Kilmer aprendió a tocar la guitarra para esta obra y canta en buena parte de la banda sonora. Por no hablar de los números de baile, en momentos donde la película flirtea con el género de musicales en sus coreografías.

 

La trama se centra en el popular cantante Nick Rivers (Val Kilmer), que viaja hacia Alemania del Este, para actuar en un festival cultural, cuyo gobierno pretende usar como distracción para una operación militar, con el objetivo de reunificar Alemania bajo su mandato. Durante una cena conoce a Hillary Flammond (interpretada por la británica Lucy Gutteridge), que forma parte de un movimiento de resistencia local francesa, quienes pretende rescatar a su padre, el Dr. Paul Flammond (Michael Gough). El gobierno lo tiene encerrado, para obligarle a trabajar en una poderosa mina naval, capaz de terminar con toda la flota de submarinos de la OTAN.

 

Evidentemente se critican las relaciones entre las naciones durante la Guerra Fría, después de la IIª Guerra Mundial. La República Democrática Alemana formaba parte de los aliados de la URSS, mientras que la República Federal de Alemania era parte del bloque capitalista. El ya mencionado trío de directores apodado ZAZ también tienen aquí su cameo, como soldados alemanes que meten en chirona a Nick. En su celda aparece un póster de Cher, famosa cantante que en ese entonces salía con el bueno de Val. No podemos evitar hablar del cameo del célebre Peter Cushing (que coincidió con los mencionados Christopher Lee y Michael Gough en «Drácula», de 1958, de la productora Hammer) como responsable de la biblioteca sueca. Esa escena está grabada sin cortes y mostrada a la inversa. El gag visual de Cushing con la lupa es un guiño a una escena de su «La Maldición de Frankenstein» (1957).

 

Las escenas de la granada dentro de la casa de la Resistencia, el camuflaje del líder rebelde Nigel (Christopher Villiers) y su secuaz disfrazados de vaca, así como el combate final submarino, entre Rivers y Nigel, en un bar que recuerda a los saloons típicos del western, son para reírse a carcajadas. Aunque inicialmente la película no tuvo el éxito económico esperado, con el tiempo ha conseguido un merecidísimo estatus de culto.

 

«Agárralo Como Puedas!» («The Naked Gun») de 1988

Cuyo título original completo es «The Naked Gun: From the Files of Police Squad!», representa a Leslie Nielsen como protagonista en su máxima expresión. Se basa en la serie de televisión «Police Squad!», con los mismos directores y actor principal. La historia se basa en Los Ángeles, donde el oficial Nordberg (el controvertido O. J. Simpson, que fue acusado de doble asesinato en un mediático juicio) trata de interceptar un cargamento de heroína, detrás del cual se sospecha que están los secuaces del magnate naviero Vincent Ludwig (enorme Ricardo Montalbán en sus papeles de villano, como en las sagas de «Stark Trek» o«El Planeta de los Simios»). Cuando se entera de que su compañero está en el hospital, el teniente de la policía Frank Drebin (Leslie Nielsen) necesita reunir pruebas en contra de Ludwig, mientras que se anuncia la llegada de la Reina Isabel II de Inglaterra (su doble Jeannette Charles), a quien deberán proteger. Frank se enamora de Jane Spencer (Priscilla Presley), la asistente de Vincent, que desconoce sus actividades en los bajos fondos.

 

Nielsen como Drebin representa el heredero evidente del patoso Inspector Clouseau, que es interpretado por Peter Sellers en «La Pantera Rosa» (1963) de Blake Edwards. Hoy en día no sería concebible la secuencia inicial, donde Drebin interrumpe una conferencia en la cual se juntan varios enemigos de los Estados Unidos, como Gadafi, Arafat, Fidel Castro o Gorbachev, ya que incluso le «borra» la famosa mancha en la cabeza de este último con un pañuelo. Esto hace referencia a S.P.E.C.T.R.E., la organización terrorista contra la que se enfrenta James Bond. Se hacen otros guiños en varias escenas a películas como «Harry el Sucio» (1971), de Don Siegel y protagonizada por Clint Eastwood, «Teléfono» (1977) también dirigida por Don Siegel o «Juego con la Muerte» (1978) de otro icono como Bruce Lee. En cuanto a los cameos, destaca el del músico y humorista «Weird Al» Yankovic.

 

En particular me encantan las escenas donde Drebin se piensa que Nordberg le dice que le quiere y que le pide drogas, cuando este está convaleciente e intenta explicarle lo sucedido, el chantaje a la inversa con su informador, sus interacciones con Jane o con la Reina o cuando se infiltra dentro del partido de béisbol. Como era de esperar resultó un éxito apabullante de crítica y taquilla, ya que se recaudaron más de ciento cincuenta millones de dólares, de un presupuesto que no superaba los doce millones. Consecuentemente, se produjeron dos secuelas en 1991 y 1994. Recientemente se ha anunciado una cuarta película homónima, dirigida por Akiva Schaffer y protagonizada por el gran Liam Neeson, que saldrá en agosto. Miedo me da, después de tantos años. También de 1988 es la brillante «¿Quién Engañó a Rogger Rabbit?». Para concluir, en el funeral de Nielsen sonó la canción principal como homenaje.

 

 


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