Es la tercera vez que hago un artículo sobre una de las vertientes del terror que más me gustan: el giallo italiano. Se llama «amarillo» debido al color de las portadas de la colección Il Giallo Mondadori iniciada en 1929, donde se adaptaban al italiano clásicos del misterio como Agatha Christie o Edgard Wallace. Sería necesario esperar hasta 1963 para la primera adaptación cinematográfica, cuando el pionero Mario Bava dirigió La Ragazza che Sapeva Troppo (The Girl Who Knew Too Much), protagonizada por Leticia Roman. Previamente en 1960 había rodado una obra maestra del terror gótico: Black Sunday, con la enorme Barbara Steele. Ese mismo año también se encargaría de Black Sabbath (en efecto, Iommi y los suyos nombraron así a su banda) y, ya en 1964, terminó de definir el giallo con la enorme Blood and Black Lace. Para empezar, os hablaré de una obra muy poca conocida en su trayectoria.
En segundo lugar tenemos que hablar de la popularidad que le dio al subgénero Dario Argento, con su Trilogía de los Animales, que inició con la genial The Bird with the Crystal Plumage (1970), además de refinarlo con Deep Red (1975) o Tenebrae (1982). Para este especial, nos centraremos en seis producciones poco habituales, por lo que solo las recomendaría para alguien que ya haya visualizado los clásicos mencionados. Estas gialli, de clara influencia para el posterior slasher estadounidense, comparten elementos comunes: trama detectivesca o policíaca, donde muchas veces el protagonista investiga y las fuerzas del orden no ejercen su trabajo; uso de sintetizadores en la banda sonora (a destacar Morricone o Goblin); muertes macabras, con mucho gore, a menudo desde el punto de vista del asesino y con un modus operandi habitual; claro protagonismo femenino (poco habitual en el slasher), pero hipersexualización y desnudez de la mujer, con influencias de la comedia erótica italiana, en ocasiones con personajes masculinos violentos; carga psicológica importante, en algunos casos superior a la sangre; retrato de paisajes y escenarios muy coloridos, casi flirteando con el surrealismo y la psicodelia en algunos objetos.
Hatchet for the Honeymoon (1970) – Mario Bava: te casaste, la cagaste
Atípica, ya que se nos es narrada desde el punto de vista del asesino, que es plenamente consciente de su condición de psicópata paranoide y lo disfruta. Habitualmente en el giallo la identidad del criminal no se desvela hasta el giro final, en ocasiones muy retorcido. Desde el principio, John Harrington (totémico Stephen Forsyth) nos explica que ya se ha cargado a cinco jovencitas que acababan de prometerse, tres de las cuales las tiene enterradas en su jardín y dos incineradas. Le empuja a eso un trauma de pequeño, ya que presenció el asesinato de su madre cuando iba a volver a casarse, pero desconoce quién pudo hacerlo. Dirige una conocida empresa de vestidos de novia, que heredó de su madre, si bien es financiado por su mujer Mildred (Laura Betti, quien trabajó con icónicos directores como Fellini, Pasolini o Bertolucci, está increíble), con quien tiene una relación amarga y rota. Clave asimismo el papel de Dagmar Lassander (habitual del terror) como Helen: trabajadora y amante de John.
El asesino en serie integrado en la opulenta sociedad, estilo American Psycho (2000), con una madre dominante como en Psycho (1960) de Hitchcock, del cual Bava era férreo seguidor. Realmente turbio cuando se viste de novia para uno de sus crímenes. Igualmente tétrica resulta la habitación de los maniquíes, con sus vestidos nupciales, en evidente influencia del terror gótico. Mildred es un incordio, ya que es capaz de mantenerlo a ralla y no se somete a su violencia emocional: asegura que nunca lo abandonará y el protagonista termina sumido en sus alucinaciones. Se trata de una coproducción ítalo-española, con varios actores secundarios nacionales. Mario ya había visitado el mundo de la moda en su obra maestra giallo Blood and Black Lace (1964), como si fuera el paso intermedio entre esta y la carnicería de A Bay of Blood (1971).
Death Walks at Midnight (1972) – Luciano Ercoli: entre realidad y paranoia
Segunda parte del díptico que forma junto a Death Walks on High Heels (1971), si bien su trama no está relacionada. El primer giallo dirigido por Ercoli fue Forbidden Photos of a Lady Above Suspicion (1970), donde ya aparecen dos de sus actores habituales: el mallorquín Simón Andreu y la almeriense criada en Barcelona Nieves Navarro: su musa y esposa desde 1972, hasta el fallecimiento del director en 2015. La trama nos introduce a la modelo Valentina (Susan Scott, apodo de Nieves), quien acepta probar un nuevo alucinógeno presionada por el periodista que está conociendo, Gio Baldi (Simón). Mientras está bajo sus efectos, presencia horrorizada como un hombre con gafas de sol asesina a una joven, clavándole un guante con púas en su cráneo. Es importante asimismo el ambiguo papel de Claudie Lange como Verushka Wuttenberg, ya que parece sospechosa y a la vez conoce detalles del caso, además del de Peter Martell como Stefano, amigo/amante de nuestra protagonista.
La película nos hace dudar si los asesinatos son producto de su imaginación, ya que la policía tiene serias dudas sobre el testimonio de Valentina, debido a la viralidad de la noticia sobre su consumo, o bien si hay algo más turbio detrás. Tiene un punto de humor en varias secuencias, que ayuda a amenizar la trama, sin que desconectemos a pesar del punto naive. Es evidente la apuesta por el estilo hippie, tanto en el vestuario, la fotografía y la banda sonora. Las muertes no son tan explícitas como en sus contemporáneas, ya que se centra en jugar con la perspectiva propia y el voyeurismo.
Don’t Torture a Duckling (1972) – Lucio Fulci: la crudeza del terror folklórico
¿Quién puede matar a un niño?, se preguntaba el gran Narciso Ibáñez Serrador en su obra maestra de 1976… pues ciertamente el asesino de la que, según el mismísimo Fulci, es su obra maestra. Nos encontramos en Accendura, una pequeña villa al sur de Italia, donde tres chavales están haciendo tropelías, como fumar cigarrillos o meterse con el tonto del pueblo, quien está espiando a dos prostitutas que tienen relaciones con hombres locales. Mientras tanto, en las colinas circundantes, la bruja Maciara (enorme Florinda Bolkan, quien ya protagonizó la anterior A Lizard in a Woman’s Skin) está realizando rituales de magia negra, con los restos de un infante y agujereando con chinchetas las cabezas de tres muñecas de arcilla, como si fuera vudú. La histeria colectiva se desata cuando empiezan a fallecer niños, varios de los cuales juegan a futbol en la iglesia que lleva el cura Don Alberto Avallone (Marc Porel está genial). Además de la policía, aparece para investigar desde Roma el periodista Andrea Martelli (Tomas Milian), quien se hace amigo de la antaño reportera Patrizia (hechizante Barbara Bouchet). Esta ha abandonado Milan después de tener adicciones y no termina de encajar en el campo, además de ser aficionada a las artes oscuras y engatusar burlonamente a varias de las víctimas.
Resultó muy polémico el retrato de la religión y la superstición rural, en un país tan católico. Por no hablar del bestial linchamiento de varios hombres a Maciara, quien termina falleciendo al lado de la carretera, sin que nadie la socorre. El muñeco del pato Donald, que Patrizia le regala a la niña sorda con retraso mental, recuerda al perturbador graznido del asesino de la brutal The New York Ripper (1982). Fruto del trauma e incapaz de expresarse con palabras, la pobrecita le quita la cabeza a sus muñecos, como si imitara los crímenes que ha presenciado, en una inocencia sacrificada. Por otra parte, de Lucio también recomiendo encarecidamente su trilogía zombie de las Puertas del Infierno, muy del universo cósmico de Lovecraft, en especial el terror sobrenatural de The Beyond (1981). Es evidente la influencia de esta obra en varias posteriores de terror folklórico.
The Red Queen Kills Seven Times (1972) – Emilio Miraglia: maldiciones familiares y muertes burguesas
Última película dirigida por Miraglia y su segundo giallo tras The Night Evelyn Came Out of the Grave (1971). Su trama tiene evidentes elementos de terror gótico, ya que nos ubicamos en un vetusto castillo, donde las dos hermanas Kitty (genial Barbara Bouchet) y Evelin (no desvelaré qué actriz, al ser parte del pastel) están constantemente peleándose desde niñas. Su abuelo Tobías (Rudolf Schündler) les explica que, cada cien años, se repite una maldición familiar: dos hermanas, la Reina Roja y la Reina Negra, se odiaban. Por celos, la negra mató a la roja y, un año después, esta resucitó cual caperucita para asesinar a siete personas, siendo la última su propia hermana. Años más tarde, accidentalmente Kitty termina matando a Evelin en una disputa al lado del río, hecho que decide encubrir su prima Franziska (icónica Marina Malfatti, otra habitual del terror italiano) y se inventa que se fue a vivir a Estados Unidos para evitar el escándalo nobiliario. Años más tarde, su abuelo muere de un ataque al corazón como se previera la maldición, además de que empiezan a producirse los asesinatos por parte de una figura roja encapuchada (ese detalle me recordó en cierta manera al final del clásico Don’t Look Now de 1973, de Nicolas Roeg).
Barbara Bouchet ya había aparecido en Don’t Torture a Duckling (entre otros gialli), aunque con un personaje mucho más atrevido. Aquí sus ojos temerosos son el reflejo de su fragilidad. Hay varios personajes femeninos con peinado y apariencia similar, por lo que es fácil confundirse. En cuanto a los papeles masculinos es muy importante el de Ugo Pagliai como Martin Hoffmann: jefe de la empresa, además de marido de una mujer internada en un manicomio y amante de Kitty. Cabe mencionar también a Fabrizio Moresco como Peter, el ex novio yonkie de Evelin, quien asimismo aparece inquietante en Death Walks at Midnight. Así como curiosidad, sobre la cama de Kitty hay colgado un cuadro del barcelonés Joan Miró. La banda sonora de Bruno Nicolai es preciosa.
What Have You Done to Solange? (1972) – Massimo Dallamano: despertar sexual sangriento
Dallamano ya contaba con experiencia previa como cinematógrafo, para la épica Trilogía del Dólar del spaguetti western de Sergio Leone. En la quinta obra que dirigió, decide apostar por un giallo más sutil, centrándose en el misterio y con muertes para nada gráficas, si bien su temática es de duro contenido psicológico. Le falta quizás algo de la acción habitual, así como la investigación en ocasiones puede ser tediosa, por lo que esperaba más teniendo en cuenta que es una obra relativamente conocida. La trama inicia en un lago, donde se están besando en una barca la estudiante Elizabeth Seccles (irrepetible Cristina Galbó) y su profesor Enrico Rosseni (Fabio Testi). De pronto, Elizabeth presencia cómo un desconocido asesino apuñala en sus partes íntimas a otra joven. Enrico la convence inicialmente de no explicar a la policía lo que presenció ya que, además de estar engañando a su esposa Herta Rosseni (Karin Baal), quien es profesora de alemán, con una chica del mismo colegio femenino donde imparte, más adelante descubren que la víctima era una de sus compañeras de clase.
La madrileña Galbó cuenta con dos actuaciones brillantes en películas magistrales del terror español: venía de estar en La Residencia de Narciso Ibáñez Serrador (1969), así como más adelante en No Profanar el Sueño de los Muertos (1974) de Jorge Grau. Su personaje parece tener una conexión mental con las víctimas del asesino, ya que visualiza varios de los crímenes. Cuando Herta descubre que su marido no ha mantenido relaciones con su amante, decide perdonarlo y ayudarle en su investigación, recuperando así el amor entre ambos. La escena de la muerte en la ducha, desde el punto de vista del asesino, rompe el patrón de sus víctimas anteriores, ya que la ahoga en lugar de apuñalarla. La propia Solange (Camille Keaton, quien actuaría más tarde en la polémica I Spit on Your Grave de 1978) no aparece hasta el clímax de la película y no pronuncia ninguna palabra, a causa de un trauma pasado, relacionado con el despertar sexual juvenil. La banda sonora es del maestro Ennio Morricone. Aviso que el siguiente tráiler contiene SPOILERS.
Your Vice Is a Locked Room and Only I Have the Key (1972) – Sergio Martino: violencia sexual con tintes de Poe
De lejos el título más largo de esta lista, Il tuo vizio è una stanza chiusa e solo io ne ho la chiave es una adaptación muy libre del relato The Black Cat (1843) del legendario Edgar Allan Poe. Su nombre hace referencia al giallo anterior de Martino de 1971 The Strange Vice of Mrs. Wardh, donde la actriz protagonista que encarna Edwige Fenech recibe una perturbadora nota similar. La llamada «trilogía del deseo y la paranoia» es completada por All the Colors of the Dark de 1972, que ya vi con anterioridad junto a su Torso (1973). La historia nos habla del alcohólico y manipulador escritor Oliviero Rouvigny (Luigi Pistilli se hace odiar), quien vive aislado en una villa de Teolo en Padua. Allí vive junto a su esposa Irina (Anita Strindberg) y su sirvienta Brenda (Angela La Vorgna), a quienes abusa y humilla a su antojo, incluso frente a la presencia de hippies locales con quien organiza libidinosas fiestas. La joven amante de Oliviero, que iba a encontrase con él a las afueras, así como la criada del matrimonio, son asesinadas por un homicida desconocido que usa un corquete propio de la vendimia. Pese a desconfiar de su culpabilidad, Irina decide encubrir a su marido y le ayuda a esconder el cadáver de la mucama en una pared de su bodega. Al día siguiente, van a recoger en la estación de tren a la sobrina del novelista, Floriana (la mencionada Fenech, quien se llevaba fatal en realidad con la sueca Anita), que pretende utilizar su magnetismo sexual para llevarse parte de la herencia: la joyería de Esther, la castrense actriz madre del protagonista, a quien pertenecía el inquietante gato negro llamado Satan.
Al contrario de la mayoría de obras del subgénero, el protagonista masculino es agresivo y amoral, para nada carismático. Por tanto, es una obra difícil de digerir. Si algo no me termina de cuadrar mucho es el atribuirle varios de los asesinatos a Bartello (Marco Mariani), el propietario de la librería donde trabajaba la amante de Oliviero, quien había escapado de un psiquiátrico para inventarse una nueva identidad. El plot twist final, aunque algo predecible, está bien hilado y es interesante. Se rodó en una villa abandonada de Vicenza y, el gato que aparece fue muy complicado de adiestrar. En cuanto a los paralelismos con la obra de Poe: a ambos gatos se les quita uno de los ojos, si bien aquí no es atacado por el protagonista; el marido es alcohólico y violento hacia su mujer; el gato azabache como símbolo de la culpa, que acaba delatando los crímenes, al descubrir con su maullido el cuerpo sepultado en la pared. Como curiosidad, se trata de uno de los gialli favorito de Tarantino, por lo retorcido del guion. La escena de la mecanografía, donde se repite en bucle la palabra «Vendetta», recuerda inevitablemente a la posterior novela The Shining (1977) de Stephen King.
Clasificación
He valorado elementos como la narrativa y consiguiente investigación, la originalidad de las muertes o del asesino, la fotografía e iluminación, además de si el final es abrupto o bien argumentado. En mayor o menor medida todas me han gustado, aunque es evidente que Fulci y Bava juegan en una liga aparte, junto a Argento.
- Don’t Torture a Duckling (1972).
- Hatchet for the Honeymoon (1970).
- The Red Queen Kills Seven Times (1972).
- What Have You Done to Solange? (1972)
- Death Walks at Midnight (1972).
- Your Vice Is a Locked Room and Only I Have the Key (1972).
Apasionado del cine y la música. Desde 2019 he sido redactor en diferentes medios como Manners of Hate, Metal Nightmare y Queens of Steel. Recientemente incorporado al equipo de Stairway to Rock, para ofreceros desde entrevistas, reseñas de discos o crónicas de conciertos (con énfasis en el underground), además de cualquier artículo especial cinéfilo que me pase por mi cabeza. Especializado en heavy, thrash, speed, metal épico, doom, rock progresivo y psicodélico. Actualmente trabajando en una novela de ciencia ficción.
Descubre más desde Stairway to Rock
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.




