Segunda parte con el núcleo duro de The Rods y en el que disfrutamos hablando del pasado. Discos con cantantes de programas de televisión antes de “Operaciones triunfo”, la pesadilla que supusieron los 90 y la irrupción de Nirvana o el hecho de telonear a Motörhead o a Virgin Steele… La prensa les bautizó como los Motörhead americanos, y ellos… sólo habían visto portadas de los de Lemmy.
He leído que lanzasteis un disco en 1986 llamado Hollywood y que cambiasteis el nombre de The Rods a Canedy, Feinstein, Bordonaro and Caudle. ¿Por qué esa decisión?
Carl: Bueno, con esos apellidos íbamos a abrir un bufete de abogados, así que por eso pensamos en ese nombre… David y yo siempre hemos escrito canciones melódicas. Cuando David componía con Ronnie, también escribía material melódico, pero con The Rods, al ser un trío, escribíamos pensando en ser una banda en vivo; las canciones tenían que funcionar bien en directo con solo tres músicos. Sin embargo, ambos teníamos mucho material extra, así que pensamos en grabar algunas piezas que no habíamos incluido en los discos de The Rods.
Carl: Cuando llegó el momento, decidimos juntarlas: teníamos algunas grabaciones que podíamos terminar, pero no queríamos llamarlo un álbum de The Rods. Lo bautizamos como The Hollywood Project porque no queríamos engañar a los fans. No queríamos que alguien lo comprara pensando “oh, un nuevo disco de The Rods” y luego se decepcionaran porque no sonaba como la banda. Rick Caudle entró y cantó de manera increíble, y así nació el proyecto. Ahora está incluido dentro del nombre de The Rods, porque ha pasado suficiente tiempo para que los fans sepan de qué se trata y no se sientan estafados.
David: En realidad, esas canciones ya existían hacía tiempo, pero no eran del estilo propio de The Rods. Así que Carl propuso: “Hagamos esto: un disco, un álbum con estos temas y con un cantante de verdad, alguien con una gran voz”. Carl descubrió a Rick Caudill en un programa de televisión llamado Star Search, que era como lo que hoy es America’s Got Talent. Rick fue finalista. En aquella época Carl me envió una cinta VHS y me dijo: “Mira a este tipo, es genial”. Rick vino aquí por una semana, aprendió todas las canciones, las grabó y eso se convirtió en el disco Hollywood. No era un disco auténtico de The Rods, sino un proyecto, pero las canciones quedaron geniales. A mí me encantan varios de los temas de ese álbum.
Hablemos de los noventa, porque esa década fue una pesadilla para todo músico de heavy metal. ¿Cómo recordáis los años noventa?
Carl: Recuerdo los noventa criando a mi hija. No estoy del todo seguro de comprender la pregunta, pero los noventa digamos que fueron otra historia. Cuando apareció Nirvana, de repente, desaparecieron los solos de guitarra, los músicos tocaban mirando al suelo, la música se volvió muy melancólica. Sin embargo, poco a poco las cosas cambiaron, y el metal siempre estuvo ahí, en todo momento, resistiendo todos los cambios. Recuerdo que en los noventa surgió mucha música nueva y bandas como Rage Against the Machine se hicieron enormes. Me encantaban algunos grupos… especialmente Soundgarden.
David: Siempre ha habido cambios, como los que estamos experimentando ahora con la inteligencia artificial creando música, componiendo canciones y haciendo todo el proceso. Eso va a afectar mucho a los músicos, a los ingenieros de grabación, a todos. Todo el negocio se va a ver afectado, pero si te fijas, las bandas que siguen llenando estadios hoy en día son las grandes de siempre: Judas Priest, Iron Maiden, AC/DC…
David: Gente de la vieja escuela que ya tenía éxitos y llenaba arenas hace 40 años. Y son ellos son los que ahora han vuelto a tocar en recintos enormes porque hay público que recuerda esas canciones. Incluso, a nuestro nivel, el público es muy variado: desde gente muy joven hasta otros que ya estaban allí en nuestra época dorada. Así que la audiencia cambia, todo depende del tipo de música que te guste.
Diría que la mayor influencia para The Rods fue la New Wave of British Heavy Metal.
Carl: Sí, es cierto: cuando empezamos, el heavy metal británico era lo que dominaba. En la revista Sounds nos llamaron “los Motörhead americanos”, pero nosotros no teníamos ni idea de eso, ni conocíamos a esas bandas de la NWOBHM. Simplemente hacíamos nuestro propio disco, componiendo la música que nos salía de forma natural. Fue curioso escuchar después esas comparaciones.
Carl: Recuerdo ver la portada del primer disco de Motörhead y pensar: “Guau, estos tipos son increíbles”. Luego nos llamaron los Motörhead americanos y más tarde llegamos a compartir fechas con ellos, lo cual fue genial. Motörhead era una banda impresionante, y tan ruidosa… Fue una gran experiencia trabajar con ellos; Lemmy y los demás nos trataron muy bien siendo nosotros los teloneros. Que nos pusieran en una categoría así fue algo muy positivo para nosotros.
David: Creo que también, cuando empezamos aquí, estábamos muy aislados. La música que hacíamos…
Carl: Recuerdo que un amigo mío, con el que tocaba en otra banda, vino a ver a The Rods y me dijo: “¿Qué estás haciendo? Los sesenta están muertos, esta música es una mierda, apesta”. Me quedé parado un segundo pensando: “Vaya, espera, ¿qué estoy haciendo?”. Pero después lo pensé mejor y dije: “No, me encanta esto”. Aunque la gente no estaba en sintonía con el heavy metal, nosotros creíamos en lo que hacíamos, y afortunadamente, seguimos adelante y acabamos encontrando público. En aquel entonces no había internet, así que no sabíamos dónde podía haber fans. No fue hasta que nos reunimos de nuevo, y empezamos a tocar otra vez, y ya existía internet, que descubrimos que había seguidores en lugares donde nunca habíamos tocado.
David: Desde entonces y hasta ahora nunca hemos tenido manager, ni agente de contratación, ni ningún tipo de personal para ello. Nosotros lo hacemos todo. Carlos, nuestro representante de prensa, recibe todas las llamadas y luego lo hablamos como grupo. Empezamos a recibir propuestas de países en los que nunca habíamos estado, como Brasil: “¿Qué tenemos que daros para que vengáis a tocar a nuestro festival?”. Y el 90% de las veces respondíamos: “Solo necesitamos billetes de avión, hotel, transporte y comida”. En muchos de esos lugares tocamos solo por cubrir gastos, casi nunca pedimos caché, porque lo que queríamos era ir, sabíamos que teníamos fans allí y queríamos tocar para ellos.
Carl: Internet abrió muchísimas puertas, no solo para nosotros, sino para todo el mundo. Nos permitió descubrir que había seguidores en diferentes partes del planeta que ni imaginábamos. Incluso nos habían llegado a decir que “a nadie le importan The Rods”. Pero con la llegada de internet empezamos a recibir invitaciones. El primer festival fue gracias a mi amigo Hans Daka, con el que llevábamos un tiempo intercambiando correos electrónicos. Al final tocamos en un festival en Noruega con Twisted Sister y otras grandes bandas. Ese fue el comienzo de nuestras giras constantes por Europa, cada año. Allí conocimos a gente increíble, como el grupo de noruegos borrachos a los que llamamos cariñosamente DNC (Drunken Norwegian Crew).
Estabais aislados, pero también había otra gente, como Jack Starr. Creo que Jack Starr fue un músico que tocó con algunos miembros de The Rods. Es increíble, la verdad, porque el martes tengo una entrevista con él.
Carl: Él empezó con Virgin Steele, quizá en Nueva Jersey. Yo produje el disco Out of the Darkness de Jack Starr, que, sin duda, es su álbum más vendido y el mejor valorado. Y ahora ha sacado Out of the Darkness II con… Giles Lavery, que ha sido mi mánager y ha trabajado con la banda. Es el cantante de ese grupo y pone la voz en el disco. Hicieron un gran trabajo en el nuevo disco y merecía llevar el título Out of the Darkness II.
Carl: Ese nombre, por cierto, lo elegí yo, así que me tengo que dar el crédito (risas). Fue genial trabajar con Jack; él trajo a Rhett Forrester, así fue como lo conocí. Gary Bordonaro entró a tocar el bajo y todos nos hicimos amigos de Jack. Más tarde, Gary y yo viajamos a Francia, donde conocí a mis buenos amigos Danny, Christianne y Olivier. Esta misma mañana hice una entrevista de radio con Olivier en París. Allí tocamos en Le Bourges Festival (el Breaking Sound Festival), donde Gary y yo actuamos con Rhett como cantante principal y Jack Starr a la guitarra. Y así terminamos grabando el álbum Out of the Darkness en París durante tres meses.
Genial, el martes le preguntaré a Jack sobre The Rods y sobre vosotros. Jack Starr tocó en Virgin Steele; a mí me encanta David DeFeis. Supongo que sois amigos, porque, igual que vosotros, hacía auténtico heavy metal a comienzos de los 80 y en la zona de Nueva York.
David: Él es sin duda un hombre con muchísimo talento, pero en realidad nunca lo conocí. No sé si tú lo has conocido Carl, pero yo no. Virgin Steele tocó con nosotros en un concierto en el Calderone, con Motörhead como cabezas de cartel, y aunque compartimos cartel, nunca llegamos a encontrarnos con David DeFeis. Con los años ha trabajado con Chris Bubacz, que fue el productor de nuestros primeros discos, y he oído muchas historias sobre él, sobre lo talentoso que es. Pero en lo que respecta a su relación con Jack, eso tendría que contártelo él. Sé que hubo una ruptura complicada, y por eso Jack, que fue el fundador de Virgin Steele, terminó yéndose por su cuenta. Quizá fue lo mejor para él, porque así pudo desarrollar su propio camino.
Jack Starr va a tocar en Barcelona dentro de dos meses, así que será fantástico. Muchas bandas han dicho que The Rods fueron una gran influencia para ellas. ¿Cuál es la banda que ha reconocido esa influencia y que más orgullosos estáis de ello?
Carl: Bueno… ¿quieres responder tú? Él quiere saber cuáles fueron nuestras mayores influencias.
David: Sí, decía que otras bandas han dicho que los influenciamos, pero hablando de quién nos influenció a nosotros… En mi caso, fueron tantas que no podría decir solo una. En los primeros tiempos, sobre todo la invasión británica: Led Zeppelin, The Who, Jeff Beck, Deep Purple… todas esas bandas fueron las que me marcaron.
Carl: Para mí también. Esas siguen siendo mis influencias incluso hoy. Obviamente, desde entonces han surgido muchísimas otras bandas excelentes, con música que me gusta, pero aquellas fueron las que nos moldearon.
David: Las verdaderas influencias fueron esas bandas. Cuando apareció Hendrix y toda aquella ola de finales de los 60 y los 70, fue un período completamente distinto, algo que probablemente nunca podrá repetirse. Fue una época increíble y me siento muy agradecido de haber estado vivo para ser parte de ella. Bandas actuales como Greta Van Fleet, Gunshine o Rival Sons beben directamente de aquellas bandas de los 70; tocan un gran material, pero, al fin y al cabo, es un regreso al pasado, un homenaje a esa música.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
Descubre más desde Stairway to Rock
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.