Entrevista a Jesper Binzer, cantante de D-A-D (Parte 2): ‘Vi a Oasis en Wembley hace un par de meses y lloré varias veces de emoción’

Recordamos con Jesper su paso por el Rock Imperium de este año con un conciertazo con los bajos imposibles de Stig Pedersen y su exhibicionismo de culo. También los espectaculares solos de su baterista Laust y sus directos en general, que no pueden prescindir de ese clasicazo como es “Sleeping My Dy Away”. Sus problemas legales con Disney y su última experiencia en la reunión de Oasis completan esta gran entrevista de Yolanda Sabater y Jordi Tàrrega.

 

Estuvimos en el Rock Imperium Festival en España el pasado verano, ¿Cómo recuerdas esa actuación?

Nos encantó (entre risas). Hacía unos 40 grados de calor, el sol directo en la cara, pero fue increíble. Lo disfrutamos muchísimo. Nos devolvió la esperanza de que aún tenemos algo que decir en España. Lo bueno de estos festivales, que apuestan por bandas como la nuestra en el escenario principal, y nos hacen sentir el deseo de demostrar quiénes somos, de salir ahí y darlo todo. Y ese día fue exactamente así. Tocar en un lugar como el Rock Imperium es como decir: “Sí, este es el tipo de escenario en el que queremos estar, aquí es donde disfrutamos de verdad”.

 

¿En todas las ciudades ofrecéis el mismo espectáculo? Porque Stig nos enseñó su culo varias veces…

Nunca se sabe (risas). Depende mucho del día, de la energía. Quizás España sea especial, ¿no? (ríe). A veces cambiamos una o dos canciones del repertorio.

 

Otro gran momento del concierto es cuando interpretan “Bad Craziness” en una versión extendida, en la que Laust Sonne, el batería, se luce con un solo.

Sí, es uno de los puntos álgidos del show. En realidad, lo hacemos por diversión, porque, siendo sinceros, los solos de batería a menudo no son especialmente motivadores para la gente. Pero con Laust es diferente. Él toca con un aire de jazz, con un groove especial, y eso le da un sabor distinto. Así que sí, ese momento se ha convertido en uno de los favoritos del público y también del grupo.

 

Durante el espectáculo, tenemos mucha interacción con el público. La idea principal es que la audiencia disfrute y se consiga un gran ambiente, así que intentamos hacer un poco de humor y, al mismo tiempo, mostrar las habilidades de Laust. Eso es algo que definitivamente llevaremos a esta gira. Me encanta el toque jazzístico de Laust, algo poco común en la escena del metal y el rock hoy en día. Su estilo siempre ha sido así, y cuando lo invitamos a unirse a D-A-D, sabíamos que era diferente, y eso es exactamente lo que queríamos: algo que no fuera solo metal, sino algo más amplio, con verdadero swing y musicalidad.

 

Coincido con la idea de que los solos de batería suelen ser aburridos, especialmente en festivales, y no entiendo por qué muchas bandas siguen haciéndolos.

Quizá es para dar un descanso al cantante principal, pero en D-A-D no es así: cuando Laust toca, no hay descanso. Mostrar las habilidades de los músicos es bonito, pero los solos de batería no siempre son lo más musical; por eso lo convertimos en algo más circense que técnico. Aun así, las habilidades de Laust son impresionantes y se hacen cortos, no cansa al público y nos divertimos mucho con ello. Además, me encanta actuar como el “director de circo”, animando a Laust mientras toca.

 

¿Y tenéis música preparada para un nuevo disco?

En cuanto a componer música nueva, por ahora no estamos en el estudio trabajando en canciones, aunque sí tuvimos una gran reunión sobre el futuro de D-A-D, y todos coincidimos en que deberíamos crear nuevas canciones pronto. Lo que frena la creatividad es salir de gira durante mucho tiempo, pero pronto volveremos a componer.

 

Una pregunta difícil que entiendo que será de difícil elección. En el Rock Imperium Stig Pedersen solo trajo tres bajos diferentes, y pregunta quién decide cuántos llevar en la gira: ¿el bajista, los managers, la banda?

Pues esto depende de dos factores: si viajamos en autobús o en avión. Si viajamos en avión, llevamos dos o tres bajos; si viajamos en camión, se llevan todos.

 

Y si vuelas con Ryan Air podrías llevar sólo uno (risas).

Con Ryanair, incluso menos: solo uno, sí. Pero ahora estamos viajando en autobús, así que Stig trae todos los bajos, así que no hay de qué preocuparse, el público podrá disfrutar de todos los sonidos.

 

En el Rock Imperium, fue la primera vez que vi un bajo de dos cuerdas.

Sé que no es muy común y que tiene algunas restricciones para componer, aunque no afecta demasiado, ya que D-A-D se centra en resaltar a cada miembro. Jacob se ocupa de las notas, mientras ellos apoyan con musicalidad, voces y entretenimiento; de hecho, Stig se encarga de vestir y mostrar su estilo escénico, mientras que la mayoría de los bajistas de rock usan solo las dos cuerdas superiores, lo que es suficiente para tocar.

 

¿Qué canciones de D-A-D tienen que sonar sí o sí en vuestros conciertos?

En cuanto a las canciones obligatorias en un concierto de D-A-D, la única realmente obligada es “Sleeping My Day Away”. También es recomendable incluir al menos una canción de cada álbum, tocar “It’s After Dark” si el concierto es nocturno y “Laugh ‘n’ a 1/2” si no la hemos tocado allí durante mucho tiempo. Por lo demás, hay libertad total para escoger el repertorio.

 

A mí hay una que me encanta que es “Girl Nation” del disco No Fuel Left for the Pilgrims.

“Girl Nation” es fantástica y actualmente está en el setlist. Además, hay material más reciente, como del álbum Reconstructdead.  Ensayamos “Written in Water”, y estamos listos para tocarla, aunque no esté seguro de si entrará en cada concierto.

 

Pues mira, en nuestra anterior entrevista hace un año justo te pedí que tocarais esa más a menudo, pues con ella os conocí…

Pues que sepas que está preparada.

 

¿Tuvisteis que acortar vuestro nombre Dinseyland after Dark a D-A-D porque esa poderosa marca os amenazó?

Sí. No nos demandó realmente Disney, pero tenían abogados diciéndonos que, si no cambiábamos el nombre, nos demandarían. Así que fue algo que sucedió.

 

¿Y te arrepientes del nombre hoy en día?

No. Me arrepiento solo de que nos conozcan únicamente por el apodo D-A-D. Pero creo que si la gente sabe lo que significa y de qué es la abreviatura, está bien para mí. Casi todas las camisetas que llevamos dicen “Disneyland After Dark”, así que seguimos volando bajo el radar.

 

A veces esta línea en medio de las letras es un poco confusa, sobre todo al buscar en Google o YouTube…

Es estúpido, estúpido y estúpido. Pero digamos que somos difíciles de encontrar, pero fáciles de amar.

 

Y quiero preguntarte, ¿alguna vez has estado en Disneyland o Disney World?

Claro que sí, fuimos allí. Fue ya la primera vez que hicimos una gira por América, por supuesto fuimos a Disneyland en California, tomamos muchas fotos y lo disfrutamos. Y fui con mis hijos a Disneyland París, aunque hace mucho tiempo que no voy.

 

Después de terminar la gira, ¿tenéis planes de volver a girar en festivales el próximo verano? ¿O solo descansar y olvidaros de las giras unos meses?

Va a ser un gran verano de festivales para D-A-D. el próximo año, porque siempre hay algunos buenos en el calendario. Así que estaremos fuera de gira también el próximo verano.

 

¿Habéis confirmado alguno? No, ¿verdad?

De momento sé que hay uno grande en Dinamarca, muchos en Noruega, y algunos muy buenos en Suecia. Y necesitamos que alguien en España nos llame. Estamos listos para venir otra vez.

 

¿Alguno en Bélgica?

No. Buena pregunta. Tocamos en Alcatrazz este año, creo. Lo estamos considerando…

 

Este próximo Halloween, he visto que The 69 Eyes van a hacer un show especial de Halloween en un crucero. Así que si es Halloween y D.A.D., vais a tocar esa noche… ¿habrá algo diferente o no?

No, no para nosotros no. No estamos metidos en eso. Pero tal vez nos inspiremos. Tal vez hagamos alguna tontería, no sé. Pero es más cosa de glampyre. No es cosa de Cowpunk, es más para The 69 Eyes, algo más de glampyre.

 

¿Recuerdas la primera vez que lloraste en un concierto? ¿Recuerdas la banda y la canción?

Recuerdo la primera vez que lloré en un concierto. Y fue con una banda danesa llamada The Savage Rose. Tocaron una canción llamada “Wild Child”. Y amé esa canción para siempre. Incluso está versionada en uno de mis primeros álbumes en solitario, hice una versión de ella. Esa es una canción que realmente me hace llorar. A ver… Estaba viendo a Oasis en Wembley hace un par de meses, en julio o agosto. Lloré varias veces. Lo disfruté mucho.

 

Déjame decir que la banda W.A.S.P., ¿los conoces? También tienen una canción llamada “Wild Child”. Pero… creo que no es una canción para llorar.

Sí. Es totalmente diferente (risas).


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