70/100
1 de noviembre de 2024
Black Grain Records
Desde la primera vez que escuché su nuevo disco, Dying Hydra me ha parecido una banda muy interesante. Es perfecta para quienes buscamos de vez en cuando algo refrescante y con el valor de mezclar distintos géneros, y con «Strange and Beautiful Things» nos encontramos ante una interesante mezcla entre Doom, sludge, hardcore y post-metal.
Su sonido es lento, potente, corrosivo y muy atmosférico. Es una banda formada en 2018, y este es su segundo disco. A su cargo está el trío formado por las guitarras y la voz de Patrick Fragtrup, también las guitarras y voces de Lars Pontoppidan, y la batería de Tejs Kyhl.
«Lithification» comienza con casi dos minutos de introducción a base de guitarras y un sonido muy post-rock, ya empiezas a notar su ambiente sombrío y muy distorsionado, y luego el sonido estalla con más potencia cuando las guitarras empiezan a ponerle garra y contundencia. Entonces entra la voz, desgarrada y corrosiva, ofreciendo una combinación sombría, como sacada de una pesadilla, pero que embruja y fascina por partes iguales. «Aurelia», el segundo corte de este trabajo, es muy parecido en cuanto a sonido, aunque las voces parecen venir de más abajo, de un inframundo más melancólico y nostálgico. He de decir que esta es una canción que me ha atrapado desde la primera vez que la escuché, y me parece brillante.
«Abyssal Clocks» cambia un poco de registro, llevándonos a un sonido menos post y un poco más doom, con una voz gutural muy profunda. La música es parecida, pero sólo con el cambio en el registro de la voz ya se nota una atmósfera totalmente diferente. Y cuando pasado el ecuador de este disco pensamos que ya sabemos lo que vamos a seguir encontrándonos, llega «Grasping Stone» y nos sorprende con su introducción de batería muy rítmica, casi ritual. Las guitarras y la atmósfera son similares cuando entran, pero la voz vuelve a cambiar para ser más incisiva y agresiva. Las guitarras vuelven a dibujar una ambientación casi árabe en algunos pasajes, un sonido muy puntual que le da un toque muy original.
«Into Existence» y «Ancestral» son los dos últimos cortes del álbum. El primero es un tema de algo más de diez minutos, un auténtico viaje que vuelve a recuperar un sonido post-rock, pero que nos transmite un sonido que evoca más a una tormenta acercándose que a la niebla de otros grupos del género. Posiblemente en esto influyan las guitarras afiladas y el desfile de voces de todo tipo, desde unas que gritan desesperadas hasta otras más profundas y guturales. Es uno de esos temas que pueden definir perfectamente todo lo que nos hemos ido encontrando en el resto. Y luego «Ancestral» vuelve a sorprendernos al ser un poco más diferente. Tenemos de nuevo gritos desgarrados, pero musicalmente es más juguetonas, con momentos rápidos con algunas paradas técnicas que le dan algo más de dramatismo.
En definitiva, puedo decir que «Strange and Beautiful Things» es un trabajo que me provoca sensaciones encontradas. Por una parte me gusta la manera en la que combinan géneros y los paisajes tan grises y distorsionados que dibujan. Pero por otra parte, se me acaba haciendo un poco repetitivo. Pero aun así, sigue siendo un segundo paso atrevido para una banda que seguro que todavía tiene mucho que decir.