Crónica Rock Imperium día 2

Rock Imperium

Scorpions + Stryper + Amaranthe + Gloryhammer + 91 Suite

27 de junio de 2025 – Parque El Batel – Cartagena

Madness Live!

Fotos: Tigran Grigorian

Crónica: Equipo Stairway to Rock

La segunda jornada del Rock Imperium llegó con fuerza, repleta de actuaciones estelares. Se notó una afluencia de público notablemente mayor en comparación con el primer día, y no era para menos: era el gran día. Scorpions ofrecía su único concierto en España como parte de la celebración de su 60 aniversario.

Aunque nuestras queridas leyendas del rock eran, sin duda, el principal atractivo, las nuevas generaciones vienen pisando fuerte. Bandas como Amaranthe y Gloryhammer siguen ganando adeptos y demuestran con creces que están destinadas a ocupar los puestos más altos del podio. La esperada vuelta de Stryper a los escenarios españoles tampoco defraudó: ofrecieron un conciertazo memorable, digno de matrícula de honor.

Oniric Prison: “thrash metal técnico al horno”

Thrash metal puro y duro desde Granada con unos Oniric Prision que tocaron bajo un sol de justicia y con unos pocos valientes entregados a su propuesta directa y respetuosa con los grupos clásicos del estilo. Palabras duras del líder del cuarteto: “esta canción va sobre los que hacen las guerras, pero especialmente sobre los que las padecemos: nosotros”.

 

Su thrash técnico en canciones como “Cave of the Snake” hacen que tenga toda la lógica que su bajista lleve la camiseta de Coroner. Destaquemos “Ghost of Misanthropy” y una gran versión final. Muy buen concierto de festival a una temperatura infernal. Quizá no sea necesario empezar tan temrano los conciertos…

Head Phones President, desde Tokio con amor

Estamos viviendo una invasión nipona en toda regla y Head Phones President son una de las grandes propuestas que nos llegan desde el Este. HPP mezclan progresivo, alternativo y nü metal con mucha gracia y el cuarteto de Tokio tira de una estética claramente alegórica a sus latitudes. Jugaron con imágenes de video traseras, pero el montaje que llevan Scorpions y que queda fijado para el resto de bandas influyó en el directo… Había plataforma que daba cercanía, pero los videos se veían a medias por el telón.

 

Enigmáticos en “The Moon Chases Me” y con una gran Anza Ohyama a las voces convencieron y agradaron a partes iguales a pesar de que se nota que es un metal muy oriental y que eso conlleva momentos más intrincados en lo musical, menos habituales en el metal occidental. Muchos solos de calidad por parte de “Hiro” e influencias evidentes de Korn y Limp Bizkit en un repertorio entretenido y muy festivalero. No faltó “Stand in the World”, pero el calor de verdad que hizo mella en público y banda.

91 suite

Murcianos, hard rockeros y casi que podríamos llamarles banda residente del Rock Imperium. Este sexteto que es pura clase se había ganado su tercera actuación en Cartagena y Jesús Espin estuvo como siempre, pletórico en las voces y especialmente simpático. Muchos teclados y algunos coros ayudados por la tecnología, pero el grupo no falla y canciones como “Seal It with a Kiss” o “Times They Change” te dejan patente que su hard rock es tan pulcro como elegante.

 

Jesús siempre combina sus parlamentos en castellano y en inglés y el grupo encaró el fina con una precisa “Perfect Run” y un “Wings of Fire” que terminó en un solo de batería. Miran hacia el futuro y para terminar lo hacían con su último single, del que nos recordaron que ya está disponible en todas las plataformas posibles: “See the Light”. Siempre cumplen, pero la sobreexposición en un festival no es siempre buena amiga.

 

Amaranthe

Pues qué queréis que os diga: para mí, fue el concierto del día. Con una intro narrada que sumía al público en una atmósfera futurista, la banda sueca salió al escenario con su ya habitual energía arrolladora, respaldada por tres vocalistas perfectamente compenetrados, que demostraron una química escénica envidiable.

 

La combinación de tener tres cantantes, junto a unos músicos sólidos y entregados, es el complemento ideal para redondear un combo musical muy difícil de igualar. Supieron enganchar desde el primer minuto, y es que el trío Elize, Nils y Michael atrae incluso al más escéptico. Aunque el principal reclamo es esa singular tríada vocal, Morten, Johan y Olof no pararon de moverse por el escenario, dejando protagonismo a los cantantes sin perder fuerza en ningún momento.

 

Amaranthe arrancó con “Fearless” a toda velocidad, marcando el ritmo de un show muy bien medido, con coreografías, efectos visuales perfectamente sincronizados y hasta movimiento de pelo al milímetro en temas como “Viral” o “Digital World”. “Damnation Flame” fue uno de los grandes momentos, con ventiladores, plataformas y una puesta en escena espectacular.

 

“The Catalyst” subió aún más la intensidad, con el vocalista gutural tomando el centro del escenario, mientras que “Amaranthine” aportó el toque emotivo de la noche, con una interpretación preciosa que conectó de lleno con el público.

 

Ya en la recta final, la banda se sentó para despedirse, y Nils Molin animó al público preguntando qué ciudad hacía más ruido. El batería incluso expresó su deseo de tocar otro tema, y como sorpresa nos regalaron un guiño muy teatral con aire a lo Queen.
Antes de cerrar, sonó la poderosa y tecnológica “Dead Drop Cynical”, y aprovecharon el momento para hacerse una foto con el público. Es difícil que una banda con tres vocalistas logre dar espacio y protagonismo a todos sin eclipsarse entre ellos, pero Amaranthe sabe equilibrarlo a la perfección. No hay egos: hay compenetración y trabajo en equipo.

 

Amaranthe lo dio todo: potencia, tecnología y corazón. Un show de alto nivel.

 

Stryper

He podido ver a Stryper hasta en dos ocasiones en directo, y de verdad, que hasta ayer no puedo decir que les vi de verdad. Esos shows en festivales de una hora no dejan que las abejas católicas puedan desplegar sus alas. Y es que esta vez pudimos vivir hasta 16 temas empezando por el “Sing-Along Song”. Antes Michael Sweet había salido a escena a saludar y a repartir púas. Sonido muy deficiente, apenas pudimos percibir el “Calling on You”, muy coreada y ya con una mejora evidente en “Free” y “Divider”, mucho más nueva y especialmente metálica.

 

La batería de Robert Sweet sigue estando ladeada y en medio del escenario, uno de los grandes signos y marcas del grupo, como eso de lanzar las Biblias al público, que casi se peleaba por ellas. Hubo varios parlamentos y Sweet nos preguntó que cuántos habían visto a Stryper antes y cuántos les veían por vez primera. Ya con el sonido claro y pulcro atacaron el “Sorry”, y le costó un poquito llegar a esos tonos tan altos a Michael. Los Stryper, desde su retorno en 2005, se han convertido en una banda netamente de heavy metal y dejaron de lado los disfraces y lo estético.

 

Mantienen los detallitos amarillos y negros en su uniforme de directo y Michael Sweet se ha reconvertido en un cantante de heavy metal al uso con voz más rasgada que aguda, pero especialmente bueno. “Loud n’ Clear” y “The Rock that Makes Me Roll” evidenciaron la calidad de la banda, con unas segundas voces impresionantes de Perry Richardson al bajo. Pedazos de historia como “I’ll there for You”, más metalizada que la original, pero igualmente disfrutable y con un inmenso Oz Fox a la guitarra. Muy grandes en “No more Hell to Pay” y con un simpático Michael Sweet preguntando quien estaba vivo en 1984 (y quién no había nacido…)

 

De su nuevo disco cayó la muy potente “When We Were Kings” y gran final con “Soldiers under Command” y la épica y memorable “To Hell with the Devil”, con un gran agudo de Sweet de despedida. Excelente concierto, que terminó un poco antes de la previsto, pero que nos dejó a todas y a todos convencidos de que habíamos visto a una banda legendaria capaz de mantener su divino legado.

 

 

Scorpions

Y llegó el momento esperado de la noche. Más de uno debió pensar lo mismo, pues realmente fue el momento del día que contó con más afluencia, y es que aunque los años pasan para la formación alemana, nadie quiere perderse nunca a Scorpions. Porque llevan años despidiéndose… Pero, y si es la última vez que les vemos? Entonces se nos romperá el corazón por no verlos más… Un vídeo introductorio de los 60 años de la banda nos ponía en la tesitura de ser conscientes de todo lo que han recorrido y todo lo que han logrado.

 

La banda que acompaña a Klaus está a un nivel muiscal envidiable, Rudolf Schenker, Matthias Jabs, Paweł Mąciwoda y Mikkey Dee son el sustento principal de la banda, y qué sustento. Pero bien es cierto que Klaus ya no está para muchos trotes y dejó latente que estos son sus últimos estertores. Aunque sonaron clásicos atemporales como «Coming Home», «Gas in the Tank» o «Make It Real», nos faltó más interacción por parte de Klaus y en algunos momentos tampoco llegaba a dar con la elegancia de interpretar estas canciones como se merecen e incluso las estaba recitando en lugar de cantarlas.

 

«The Zoo» o «Coast to Coast» se volvieron temas casi instrumentales, igualmente disfrutables y dos de los temas más icónicos no tardaron en aparecer y la vena nostálgica/romántica nos atrapó a mitad del concierto con «Send Me an Angel» y «Wind of Change». Vale que quizá esta última no sea muy románticona… Pero siempre me ha emocionado.

 

El sólo de batería de Mikkey Dee se nos hizo especialmente largo pero las siguientes «Big City Nights» o «Still Loving You» nos devolvieron a todo lo alto y fue el momento álgido de la noche donde todo el público se sumó a una sola voz para cantar la inconfundible «Still Loving You».

 

Hicieron un amago de despedida pero todos sabíamos que aún quedaban dos platos fuertes. No se hicieron de rogar y entonces llegó EL MOMENTO de la jornada. Con los primeros acordes de «Blackout» vimos como empezaba a hincharse la cola de un escorpión gigante detrás de la batería escalonada. Aquello parecía no tener fin y el animal crecía y crecía. En nuestra imagen de portada ya os podéis hacer una idea de la envergadura de este, pero desde luego era descomunal y fue el guiño de la noche. El escorpión conquistó el escenario y tras su máximo despliegue, la banda volvió a escena para despedir a lo grande con «Rock You Like a Hurricane». No sé el tiempo que le queda a Scorpions, ni si lo próximo será agradable, pero desde luego pese a todo lo malo, disfrutamos de este concierto en grande.

 

 

 

Gloryhammer (por Dani Torras)

Se acercaba el final de la noche del segundo día de festival. Después de una doble actuación clásica de la mano de Stryper y Scorpions, los siguientes en salir a escena fueron los guerreros Gloryhammer. Basándose en sus principios, ya entraron para mostrar batalla a un público que parecía no tener intención de presentar guerra.

 

No sé si parte de los asistentes ya no podían con sus almas o por el poco interés hacia una banda de Power Metal cargada de grandes dosis de historias de fantasía con melodías épicas. El escenario se adaptó al hábitat de Gloryhammer. Toda una fortaleza les esperaba para defender con temas como la principal «The Land of Unicorns», sin casi pestañear continuaron generando su proeza con «He Has Retuned» y «Fly Away», éste tema que recuerda a los inicios de Sonata Artica con su obra Ecliptica.

 

A mitad de su bolo el cantante se acordó de sacar a relucir su martillo que le hace homenaje al nombre de la banda. Ya no soltó su empuñadura para desahogar-se con temas «Angus Mcfife», «Wasted Warrior Hoots Patrol» o «On a Quest for Aberdeen». Gloryhammer no decepcionó musicalmente, siempre a su fiel estilo, pero faltó comunión, esa conexión que engancha a un tímido público. No hay excusas, aportaron toda su artillería con un paisaje sobre el escenario que recordaba a grandes giras de Hammerfall, la canción «Gloryhammer» que hace honor a su nombre y grandes ritmos y coros como «Hootsforce» o «Universe on Fire», esta última te la podrian comprar hasta los mismísimo Amaranthe. Para rematar terminaron con «The Unicorn Invasion of Dundee». Su entrega fue máxima, pero faltó la magia que anteriores veces aparecia después de un cabeza de cartel.

 

Cabe hacer mención a los momentos de dedicatorias y reconocimientos a Tom Jones, «2001 a Space Odyssey» y al maestro John Fogerty con «Rockin’ All Over The World» durante esa hora aproximadamente.

 


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