Crónica: Mucha Kanya!! en Sant Climent

Kanya!! Fest

25 de enero de 2025

Casal Cultural de Sant Climent de Llobregat

El Kaso Urkijo + Perennial Isolation + Helevorn + Assot + Onirophagus + Holycide

Crónica: Sergi

Fotos: Lady Aggro (Sandra)

Bienvenidos a este repaso por lo vivido el pasado sábado 25 de enero en Sant Climent de Llobregat, concretamente en el Casal de Cultura, donde pudimos disfrutar de una noche muy intensa en el Kanya! Fest 2025, la décima edición de un festival que regresaba por todo lo alto. Un cartel de lo más completo con bandas como Assot, Onirophagus, Helevorn, Holycide, Perennial Isolation y El Kaso Urkijo.

En lo personal, era la primera vez que asistía al evento, por lo tanto, la primera toma de contacto era importante, y he de decir que fue muy buena. Qué buen local que tienen allí para dar buenos recitales de metal, un Casal de Cultura realmente grande, con capacidad para albergar hasta 500 personas, aunque estoy convencido de que caben muchos más, y muy bien arreglado tras una reciente remodelación que han hecho, tal y como me comentó un asistente local. Espacio para un pequeño ‘stand’ de discos, precios accesibles en barra y, sobre todo, un personal realmente encantador atendiendo. En cuanto a la acústica, muy decente, el sonido fue bueno durante toda la noche y si tuviera que poner una única y pequeña pega al lugar, sería solamente el hecho de que faltaba juego de luces, aunque esa cierta oscuridad tampoco ambientaba mal teniendo en cuenta el tipo de música que veníamos a ver.

ASSOT

Con mucha puntualidad, a las 18:00h saltaron al escenario los primeros de la noche, Assot. Una banda que había estado bastante inactiva últimamente y, precisamente por eso, debían demostrar que seguían al pie del cañón… así lo hicieron.

 

Me llevé una buena impresión de los catalanes, quienes sonaron crudos e intensos, justo como debe ser un concierto de death metal. Una música que podía recordar, por momentos, a los suecos Entombed junto a una voz que se asemejaba a la de Juan de Soziedad Alkoholika. Además, el propio grupo nos hacía saber que regresan a la actividad motivados y con ganas de seguir haciendo más ‘bolos’ próximamente. Todavía no había llegado la marea de gente al completo, pero los que ya estábamos desde primera hora no nos arrepentimos. ¡Sin duda una buena manera de empezar el festival!

ONIROPHAGUS

También de Cataluña, con una propuesta realmente interesante mezclando death metal y doom, y con un nuevo disco bajo el brazo, Revelations from the Void, que veía la luz escasos días antes, se presentaban Onirophagus. Una formación con tres guitarristas en el escenario, lo cual daba mucho juego y permitía interpretar en directo y al pie de la letra lo grabado en estudio. Eso sí, con seis músicos tocando no era fácil que sonara bien, pero con el buen trabajo que se hizo desde la mesa de mezclas, les sirvió con el primer tema para perfeccionarlo y conseguir así una acústica excelente que nos hizo adentrarnos todavía más en la música de Onirophagus.

 

La banda hizo un gran concierto, de menos a más, reservando su ambiciosa Stargazing into the Void para despedirse por todo lo alto, una canción con la que, si todavía no habían captado la atención de todos los presentes, terminaron por hacerlo de manera arrolladora. Una pieza extensa, de más de quince minutos, pero a la que no le sobra ni uno de ellos, ¡qué colofón final! Además, para esta mencionada canción de cierre, contaron con la colaboración de Núria al violín, algo que me pilló totalmente por sorpresa y que no defraudó para nada. Por si fuera poco, ella se animó a improvisar algunos pasajes nuevos dentro del tema que ni la propia banda esperaba, pero que supo encajar de maravilla. Onirophagus dejaban el listón muy alto.

HELEVORN

Llegaba el turno de Helevorn desde las Islas Baleares. Otra banda que tenía ganas de presentarnos su último trabajo, en este caso Espectres. Más de veinticinco años desde su formación, todos unos veteranos, impusieron su experiencia y buena música desde el minuto uno. Un grupo con un directo muy cautivador que yo, sin conocerlos y viéndolos por primera vez, disfruté mucho. Para esta ocasión, eso sí, no contaban con Ángel Rios a la batería a quién le sustituyó Josep Font.

Y si Onirophagus habían contado con una colaboración especial, Helevorn no fueron menos y nos sorprendieron con Gadea como solista soprano para interpretar «La Sibil·la» prácticamente a capella y  «L’Endemà», de su más reciente disco. Toda una majestuosidad en directo que consiguió dejarnos encandilados en un silencio reverente para posteriormente estallar en aplausos.

HOLYCIDE

El Casal de Sant Climent se apretaba un poco más y comenzaba la fiebre por hacerse un hueco en la primera fila, se notaba que era el turno de uno de los grandes reclamos del cartel. Desde Madrid, y tras unos años sin visitar la provincia de Barcelona (la última vez fue allá por el 2017 junto a Trallery en una mítica y ya cerrada sala Monasterio), llegaba el turno de los comandados por Dave Rotten; Holycide.

 

Una buena dosis de thrash metal, de caña, que rompió la tónica marcada por las dos bandas anteriores, más orientadas al doom. Holycide lo puso todo patas arriba, inyectando una energía frenética que sirvió como contraste perfecto en la noche. Nos ofrecieron un repertorio muy variado, haciendo un repaso completo a su discografía, aunque no pude evitar prestar especial atención a los temas de su último disco, Towards Idiocracy.

 

El característico directo de Rotten, sin lugar a dudas, hay que verlo. Lo mismo te hace un molinillo mientras canta que te remata un balón de playa del festival que llevaba dando vueltas por el público un buen rato y que, más de una vez, acabó en el escenario. Definitivamente, un concierto de los que te ponen las pilas.

PERENNIAL ISOLATION

Los blackeros Perennial Isolation eran los penúltimos en actuar. Desgraciadamente, Marc Camó, guitarrista de la banda, no pudo asistir y se presentaron en formato trío, lanzando algunas de sus pistas grabadas. Musicalmente estuvieron excepcionales, pero, por ende, el ambiente en el escenario quedó algo más frío, como es entendible.

De todas maneras, eso no les frenó para desplegar su característico black metal atmosférico con el que logrargon envolver al público en una espiral de oscuridad.

Además, dejaron una noticia que sin duda alegró a sus seguidores: según comentó Albert, su bajista y cantante, si todo va según lo previsto, este mismo 2025 podríamos tener un nuevo álbum de estudio.

EL KASO URKIJO

Del cierre de festival se encargaban El Kaso Urkijo, unos auténticos veteranos de la escena nacional, una banda mítica de grindcore aquí en España, formada en 1987, y aunque su estilo no es el más cercano a mis preferencias, no se puede negar que su presencia en el escenario fue imponente. Con una actitud feroz y directa, ofrecieron una descarga de energía que no dejó indiferente a nadie.

 

Su música, rápida y agresiva, mantuvo al público en constante agitación, creando un ambiente de total adrenalina. Aunque no conociera a fondo su discografía, la intensidad con la que ejecutaron cada tema mostró que son una banda sólida y con una base de seguidores fieles. De hecho, fue la banda con la que vi más camisetas del grupo entre el público.

 

Un final de fiesta demoledor.

 

Y así, entre el caos y la euforia del grindcore, se dio por concluida esta décima edición del Kanya! Fest, que no solo destacó por la calidad de los grupos, sino también por la variedad de estilos que presentó. Cada banda dejó su huella en un evento que, sin duda, hizo justicia a la escena metalera en todas sus vertientes.

 

¡Hasta la próxima edición!

 


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