Tiny Tim: rey por un día
Director: Johan Von Sydow
Productora: Momento Film, Sekvenka, Indie FIlm
Año: 2020
Tiny Tim… si tuviéramos que buscar un precedente actual de lo que es un friki de manual, posiblemente la historia de este sujeto irrepetible es la más prototípica. El tema reside en que, a diferencia de muchísimos otros freaks que pueblan las parrillas de la televisión, Tiny Tim tenía algo muy especial y único… Su historia es absolutamente impresionante hasta el punto que fue un icono de los 60 y 70, y que, a pesar de que todo lo que hizo ha envejecido especialmente mal, esa voz e imagen es absolutamente icónica e irrepetible.
Johan Von Sydow es el director e hijo de un coloso del cine como era Max Von Sydow, y se sumerge en una biografía no autorizada y en imágenes de época para contarnos una historia de auge y caída de un mito que se coló en los hogares de toda Norteamérica con un ukelele y una voz en falsete de otro mundo. Dudo que haya existido alguien capaz de cantar como la de Herbert Buckingham Khaury (su nombre real). El director bucea desde los orígenes y traza la historia de nuestro protagonista desde su niñez al estrellato, capaz de actuar en Europa inclusive.
Tiny Tim (el nombre se lo puso una crítica que se basó en un personaje de Dickens del libro “Cuanto de navidad”) tenía la imagen del villano de Batman “El Pingüino” antes de que este fuera creado y sus peculiares padres le entretenían con discos clásicos mientras lo sometían a una dura y exigente educación que incluía el no tener puerta en su habitación. Tiny veía el acto sexual de sus progenitores y decidió abstraerse de todo con los viejos discos de la familia mientras era un marginado en su instituto. Ese peinado imposible y nariz prominente, eran blanco de todos los abusones… Pero cambió la guitarra por el ukelele y decidió salir a los parques a actuar. Terminaba a pedradas por su androginia, que fue antes de Marc Bolan y Bowie.
Sus capacidades innatas para el canto hicieron que muchos bares le pidieran de ir a cantar y estuvo en muchos espectáculos de freaks de la época en los que lo llegaban a presentar como el canario-humano. Cuando la televisión se percató de que Tiny era algo especial lo llevaron a los platós y pronto enamoró a Norteamérica entera, pues su propuesta era absolutamente diferencial. Antes de triunfar, sus padres notaron inclinaciones homosexuales hasta el punto que el director enfrenta a un amigo de infancia con los textos del diario de Tiny y pasa un mal rato ante cámaras.
No es el único mal momento, pues su tercera esposa debe lidiar frente a conversaciones subidas de tono con menores de 14 años… Pero Tim puso a América en vilo y consiguió la audiencia más grande después del alunizaje del hombre en la Luna. Lo consiguió cuando Johnny Carson le ofreció casarse en plató con Miss Becky, su primera esposa. Su reputación decayó pues su primer disco arrasó literalmente, pero era visto como un freak que cantaba versiones de canciones ya escritas. Tiny iba con su bolsa del súper, sacaba su ukelele y hacía una magia que terminó por hartar a las masas deseosas de otras cosas.
Tim decayó, sus managers le abandonaron y el grupo de mafiosos de Frank Sinatra se apoderaron de él y le llevaron a su terreno del que no podía escapar. Se jugó con el juguete hasta que este se rompió y sólo le quedaba el mercado de nostalgia del que pudo sobrevivir con su arte. Sus esposas lo abandonaron pues él era adicto al público y los aplausos y en su tramo final, aunque temeroso de Dios, terminó en un circo cantando. Duele verle arrastrarse con el público lanzándole cosas mientras interpreta su gran clásico “Tiptoe Through the Tulips”.
Su final está especialmente documentado… Una película de terror, un ataque al corazón mientras toca en directo en Massachusetts, en el que directamente se desploma, y la narración de su viuda sobre sus últimos días o la muerte sobre el escenario te dejan con el corazón lleno de arena. Lo increíble de todo es que si hubiese tenido una banda y canciones propias posiblemente estaríamos hablando de un cantante irrepetible al nivel de Roy Orbison. Caer en el lado friki de la historia tiene su precio y Tiny Tim es el mejor ejemplo de ello. Y es que, si lo escuchas cantar los graves, estaba a la altura de Elvis… Poca broma.
Y terminamos con el mejor match posible: en el primer capítulo de Bob Esponja aparece una canción de Tiny Tim que evidentemente funciona a la perfección con la presentación de Patricio, Calamardo y toda la tropa.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
Descubre más desde Stairway to Rock
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.