Tiburón
Director: Steven Spielberg
Productora: Universal
Año: 1975
“Necesitaremos un barco más grande”
Este verano se han cumplido 50 años de “Tiburón”, la enorme película de Steven Spielberg que hizo que durante años, un servidor, tuviera pánico a la hora de meterse en el mar. “Jaws” (en inglés) es una absoluta obra maestra del terror y fue un auténtico fenómeno de masas en todo el mundo, llegando a estar nominada con hasta 11 Óscars de la academia, pero no el de director (¡!).
Steven Spielberg consiguió tirar adelante una especie de epopeya pues decide hacer esta película cuando estaba ocioso y sin tener nada entre manos. Simplemente se llevó un libro que estaba en los despachos del que dos ejecutivos habían comprado los derechos, incluso antes de que saliese a la venta. Su autor Richard Benchley se cansó de escribir los discursos del presidente de los Estados Unidos cuando su mandato llegó a su fin y se decidió por una novela de la que su mujer dijo: “esto no va a llegar a nada”. Y el joven Spielberg (veinteañero) se decidió a llevarla a la gran pantalla.
Cuando vemos la película vemos una obra maestra absoluta, con unos actores maravillosos y en la que todo encaja, pero… todo estuvo a punto de quedar en un absoluto desastre y un fracaso sin precedentes. Se quiso grabar en una isla frente a Boston, pero las temperaturas eran muy bajas y la búsqueda de planos sin barcos en el horizonte se iban al traste por la mucha navegación marina de la zona. Los actores no confiaban para nada en el joven director y los problemas con los tiburones mecánicos fueron una constante. En su primera aparición el artefacto se hundió y la sal marina destrozó los cables. Estuvieron semanas parados.
Pero Spielberg demostró su genialidad y decidió esconder al tiburón y servirse de los trucos de Hitchcock. A ello hay que sumarle la música de John Williams: dos notas… Cuando el director escuchó la propuesta del músico se echó a reír pensando que estaba de broma. Y definitivamente, cuando música e imágenes se dan la mano, obtienes los grandes momentos cinematográficos. Hasta cierto punto hay muchísimos paralelismos con la ópera prima de Steven “El diablo sobre ruedas”. Ese camión loco con conductor al que no ves la cara aquí es una amenaza marina que no aparece hasta el tramo final del film. No era la idea inicial: pura serendipia.
Pero lo más increíble de todo es la alucinante química que consiguen ese trío de caza-tiburones formado por Roy Scheider (el protagonista), el inglés Robert Shaw de pescador loco, enfrentado al universitario Richard Dreyfuss. Este último confesaba a medio rodaje (y ante cámaras) que esa película era un error, Shaw no paró de beber y Scheider no se tomaba a Spielberg en serio. Además, la gente de la isla estaba cansada de tener esa gente ocupando el puerto y el mar. Y cuando todo se iba al garete… Spielberg demostró otra vez más su inteligencia: había escogido a Lorraine Gray de actriz como esposa del protagonista. Era la hija del capataz de Universal, y se decidió doblar el presupuesto.
Hay decenas de grandes momentos en la película, especialmente la frase mítica de: “Necesitaremos un barco más grande”, pues Scheider no había visto el tiburón hasta ese momento y le salió del alma. No estaba en el guion. Los diálogos en el barco, las imágenes de soledad, el alcalde empecinado en salvar la temporada de verano o cuando Shaw es devorado por el escualo, forman parte del inconsciente colectivo. “Tiburón” inauguró una nueva serie de películas de terror marítimo y grandes criaturas, pero la gracia de su director es que no hizo una bestia exagerada ni grotesca. De verdad te creías que ese bicho pudiera estar en el mar.
Siempre que doy con ella en la televisión me quedo embobado degustando cada momento de metraje pues todo es sublime. Es la demostración de que los grandes directores pueden terminar buscando soluciones ante las adversidades y que el buen cine puede ser vigente y venerado 50 años después de su creación. Fue la película más taquillera de la historia del cine en 1975. Lo que ese mismo año hubo otra película española de terror que es una absoluta maravilla y que en algún país europeo llegó a superar a “Tiburón”. ¿Es eso posible? Sí, pero os lo contaremos en otra nueva entrada.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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