Canciones perfectas: «The Big L.» de Roxette 

Por muy metaleros que seamos y que nos debamos al género, sucede que en la actualidad musical más mainstream, se echan de menos esos tiempos en los que cada semana surgían canciones definitivas que te enamoraban como niño. Y antes de ser yo un rockero de pro, Roxette golpearon al mundo desde Suecia. Y si Look Sharp! ya fue una auténtica maravilla popera… Lo de Joyride fue una explosión de felicidad que pegó en todo el mundo, pero no consiguió llegar donde debía en Estados Unidos. Quizá ese fue el único pero de toda la carrera de Per Gessle y Marie Fredriksson.

 

“The Big L.” fue el tercer single de Joyride, después de temazos del calado de “Joyride” y “Fading like a Flower (Every Time You Leave)” y ese maravilloso videoclip fue nominado en Suecia en el equivalente a los Grammys como “Mejor videoclip del año”. Ese video es toda una maravilla en la que puedes ver a Roxette en la cima de su carrera y con una especie de circo humano y con evidentes connotaciones gays, lo cual, en esos tiempos, ya era algo tan provocador como avanzado. Ves a Marie con un látigo enfrentada a “unas fieras” masculinas, musculadas y divinas que aprovechan para cantar el glorioso estribillo.

 

El tema

Es un tema muy largo para ser single, pero es que la canción da mucho juego… Sintetizadores en las guitarras y batería tratada con reverb para tirar de riff pegadizo y típico del grupo. Luego Per empieza a cantar los versos en los que irrumpe Marie siendo toda luz. Maravilloso puente que nos lleva al estribillo con otra inmensa combinación de voces dándose la vez. Y mientras en la jaula del circo hay motos, mujeres engalanadas y Gessle tocando en una plataforma con luces que da vueltas, la rueda “no para de girar”. Los arreglos a modo de teclado llenan mucho y adornan para reposar luego en un riff de guitarra y unos colores especialmente saturados de fondos varios.

 

Uno de los lujos son las armónicas y esa picada de ojo picarona de Marie hacia sus fieras musculadas en calzones. Momentos muy evocadores y la imagen (definitiva) de la vocalista elevando un corazón ardiendo sobre su cabeza. Es algo especialmente evocador y la canción transmite una felicidad inmensa además de paladas de positividad. A nivel de coros hay orfebrería, y van desde el susurro a las voces distorsionadas, haciendo que la canción sea variada y poco repetitiva por mucho que repose especialmente en el estribillo.

 

Hay cortinas de lujo, planos sagitales de Per y aparición de personajes que cantan la canción, incluyendo el coqueteo del guitarrista con una rubia muy 50’s o un look que recuerda a los escenarios más míticos de Elvis. Trapecistas, confetis y rockeros maqueados para dar una imagen de un circo repleto de gente guapa y guardando el momento final en que aparece junto el dueto de intérpretes, y que se hace esperar. Y como colofón guardan la lluvia de pirotecnia mientras todos los seres bailan felices y juntos al son de la canción. Cierran en fade out con la pin-up rubia suspirando y con un alto voltaje sexual de todo tipo.

 

La letra

Muchas veces decimos que una canción perfecta puede hacerla una letra, una combinación de imágenes con música o la música en si misma. Estamos aquí en uno de esos casos en los que es la música y las imágenes las que la elevan, y la letra… pues es una colección de tópicos sobre un enamoramiento. Escrita por Gessle, no busca una gran profundidad por mucho que transmite la sensación de felicidad que es la de sentirse enamorado y ser correspondido. Tocar el cielo, hacer el mundo más grande o pararte en su mirada de ella, son las argucias que gasta el sueco, que no pasará a la historia como letrista definitivo. Por lo menos, es una relación carnal, y al fina,l cita hasta dos veces cómo se siente al hacer el amor con ella…

 

Ella es la mejor, tiene al mundo en sus manos
Ella me hace mover, me hace hacer cualquier cosa, sí, sí
Hey, ahora, toca el cielo
Tienes una cierta mirada en tus ojos

Bueno, ella es un milagro, es todo lo que necesito
Como el agua y el aire que respiro, sí, sí
Hey, ahora, alcanza el cielo
Hay una cierta mirada en tu sonrisa

Y sé lo que el amor puede hacer
Sí, sé lo que los corazones pueden hacer

El gran amor está tomando el volante
El gran amor se vuelve loco de amor
El gran deseo, tráelo
Al mundo pequeño — cuanto más grande, mejor

Gran amor, esperando atrapar al grande
De cabeza,
El grande, tráelo al mundo pequeño
Estoy construyendo el gran, gran amor
Estoy construyendo el gran, gran amor

Es algo extraño, un poco misterioso
Tengo que tomarlo muy, muy en serio
Hey, ahora, toca el cielo
Tienes una cierta mirada en tus ojos

Solía ser tan difícil, tan solitario por la noche
Bueno, ella es mi chica y me siento bien
Hey, ahora, mueve el cielo
Hay una cierta mirada en esa sonrisa

Cuando hago el amor con ella
Cuando hago el amor con ella, sí

El gran amor
Tiene que ser algo grande
Me hace caer de rodillas
Tiene que ser algo grande
Algo grande

¿Sabes lo que digo?

Roxette aquí tienden un puente entre los 80 y los 90. Guitarras sintetizadas, combinación exquisita de las características voces de Marie Per y arreglos con teclados modernos de efectos. Es pop de orfebrería, evocador, con una fuerza enorme y que transmite una positividad pocas veces conseguida. Hay detallitos como una harmónica y momentos en los que el dúo empasta las voces, o la forma de pronunciar algunas palabras, quedando todo reflejado en un bonito y coral videoclip en el que ves a Per Marie en la cima del mundo, felices y haciendo lo que mejor saben hacer. La L de “The Big L.” es obviamente de LOVE.

 

Veredicto

Con el tiempo he llegado a pensar que Roxette han sido lo mejor que ha ofrecido el pop sueco desde ABBA, aunque lo de los creadores de “Waterloo” me sigue pareciendo una barbaridad. El caso es que actualmente son muchos los rockeros que reivindican a Roxette como lo que fueron a pesar de que muchos les odiaron por canciones pastelosas y pegadizas bordeando el chicle con azúcar. Amaranthe les han versionado recientemente, y es que son una influencia clarísima. No solamente para ellos sino para todos esos grupos dedicados a buscar que cada canción sea un single en potencia. Hubo una era en la que Roxette lo consiguió.

 

Me enamoré de esta canción y me sigue pareciendo el mejor tema que grabaron nunca, pero hay aquí un componente emocional que lo hace todo menos objetivo. Y a pesar de que el mundo no lo cree, Per es un rockero total hasta el punto que llegó a aparecer en un tributo a los Ramones, pero supo encontrar su vocación y explotarla. Nos hizo felices como compositor y cantante por mucho que la gente recuerde a Marie como la vocalista de Roxette. Posiblemente Per cantaba tanto o más que ella, pero esa mujer es eterna. Quienes pudieron verla en Barcelona en su última gira, cantando descalza y sentada en la silla, creo que es uno de los mejores recuerdos que se van a llevar del grupo. Y el gran amor (The Big Love) siempre será eterno.

 


Descubre más desde Stairway to Rock

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta