Canciones perfectas: «I’d Do Anything For Love» de Meat Loaf

Anything for Love (but I Won’t Do That)

Artista: Meat Loaf

Álbum: Bat Out of Hell II (Back Into Hell) (1993)

Autor: Jim Steinman

Jordi y yo hacemos un ejercicio muy a menudo que es enseñarnos música mutuamente. De verdad que es algo muy, fructífero? No sé si sería la palabra pero estos momentos nos han hecho conocer grandes joyas de la música, creo que ya convertida en atemporal. Supongo que a veces también va unido al momento en que conoces una canción, pero siempre recordaré el momento en que vimos el videoclip y presté atención a los casi 8 minutos que dura este tema. Gracias. Gracias por enseñarme tal obra de arte.

 

La madre de todas las power ballads bien podría ser esta colosal canción de Meat Loaf. Tira a la basura cualquier libro de composición e historia musical de la power ballad, siéntate en el sofá, ponte el videoclip y sube el sonido al 11.  No solo he definido la power ballad de manual; he definido “I’d Do Anything for Love”.

 

Supongo que debería haberla abordado como tema perfecto en la sección pertinente, porque escucharla de nuevo me erizó el vello otra vez, más aún con ese videoclip que evoca un “fantasma de la ópera” mezclado con “La Bella y la Bestia”, en el que Loaf busca a su amada a través del tiempo.

 

Esta página debería hablar más de Meat Loaf, algo a lo que pronto me dedicaré. Podría perderme en descripciones y adjetivos, pero dejemos que los números hablen: cuando apareció este disco en 1993, el grunge dominaba las listas y el panorama musical parecía no tener lugar para canciones épicas de doce minutos.

 

Sin embargo, Bat Out of Hell II volvió a arrasar como su predecesor en 1977. La canción le valió a Meat Loaf un Grammy al Mejor Cantante de Rock y alcanzó el número 1 en 28 países (España no; aquí reinaban Azuquita y Chimo Bayo). Sí, 28 países en plena era de Nirvana y Pearl Jam. Imaginad lo monstruosamente buena que era la canción. Lo sigue siendo hoy.

La letra

A lo largo del tema encontramos la intensidad y la ambivalencia del amor romántico. Días fáciles y difíciles, noches de pasión y de frío, para mostrar cómo una relación puede abarcar extremos emocionales. El yo lírico declara una entrega absoluta “haría cualquier cosa por amor” pero introduce límites claros: hay ciertas traiciones, renuncias o desilusiones que no está dispuesto a aceptar. A través de preguntas y promesas, la canción explora el deseo de transformación, refugio y compañía, contrapuesto al miedo a la pérdida, la infidelidad o el desgaste. El estribillo enfatiza esa tensión entre devoción y dignidad personal. En conjunto, el texto celebra el amor como fuerza salvadora, aunque siempre condicionada por la integridad y el respeto mutuo.

La música

“I’d Do Anything for Love” es la sublimación de la power ballad, el ejemplo que debería aparecer en el diccionario, pues contiene todos los elementos que definen el apelativo: La entrada a piano, el crescendo de manual, la teatralidad, ese instante en que la canción se rompe, se electrifica y acelera el tempo.

 

La temática gira en torno a un amor imposible o complicado, el solo de guitarra está deliberadamente sobre-actuado, la batería está bañada en reverb hasta límites angelicales y, si el presupuesto lo permite, se incluye un dueto vocal con una cantante femenina (en este caso Lorraine Crosby) acompañada de coros celestiales. Y para rematar, un final orquestal que regresa al piano inicial, cerrando el círculo musical de manera perfecta.

El estribillo

Quizá estos versos sean de los más conocidos, en ellos llega la explosión del tema y xpresan una entrega casi absoluta: el protagonista promete cumplir cualquier deseo de la otra persona y hacer “cualquier cosa por amor”. Sin embargo, mantiene un límite firme: hay algo, una acción que vulneraría su identidad, su dignidad o la esencia de la relación que no está dispuesto a hacer. La idea central es devoción con fronteras claras.

Veredicto

La clave de este milagro musical fue la combinación perfecta entre la imaginación desbordante y barroca de Jim Steinman, y la potencia vocal y teatral de Loaf. Ambos supieron convertir cada segundo de la canción en un drama épico: desde los versos más íntimos hasta los coros más explosivos. Y no olvidemos que Bat Out of Hell, el predecesor de este disco, es uno de los 10 discos más vendidos de la historia del rock, consolidando a Meat Loaf y Steinman como la pareja artística más grandilocuente del rock teatral.

 

La combinación de storytelling, pasión y exceso musical no solo define a la canción, sino que también redefine la idea misma de lo que puede ser una power ballad: un viaje épico, un drama romántico de proporciones cinematográficas, un himno que atraviesa décadas sin perder ni un ápice de su fuerza.

 

Si cierras los ojos mientras suena, es imposible no imaginar un escenario colosal, luces dramáticas, la orquesta elevando cada nota y la voz de Meat Loaf rompiendo cualquier límite humano: esto no es solo música, es un espectáculo total, un monumento al poder del rock narrativo. Y eso, queridos lectores, es exactamente lo que hace de “I’d Do Anything for Love” una obra inmortal.

 


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