En la historia del heavy metal español hay canciones que trascienden el tiempo, que dejan de ser simples composiciones para convertirse en auténticos himnos de identidad. Una de ellas, sin lugar a dudas, es “Hoy Gano Yo” de WarCry. Desde su aparición en 2002 en el álbum debut homónimo de la banda asturiana, este tema se ha ganado un lugar privilegiado en el corazón de los fans y en el repertorio indispensable de cada concierto.
No es casualidad. “Hoy Gano Yo” reúne todos los elementos que definen una “canción perfecta”: una letra cargada de reivindicación, una estructura musical épica y una conexión emocional que trasciende escenario y público para convertirse en una victoria compartida.
Un grito contra la invisibilidad
La letra de “Hoy Gano Yo” parte de una denuncia clara: el olvido y la marginación que los medios de comunicación han mostrado históricamente hacia el heavy metal. “El periódico no habló, del grupo que tocó ayer… El heavy no interesa, nada en la televisión”, canta Víctor García con esa mezcla de rabia y orgullo que se ha vuelto marca registrada.
Lejos de victimizarse, WarCry transforma esa invisibilidad en fuerza. Cada concierto, cada bar abarrotado, se convierte en una declaración de victoria. La canción es un recordatorio de que, aunque el mainstream mire hacia otro lado, el metal sobrevive gracias a su gente, su comunidad y su espíritu indomable.
La perfección de un cierre
Musicalmente, “Hoy Gano Yo” tiene todo lo que una canción de heavy metal necesita para trascender: riffs potentes, solos memorables, un estribillo que clava el puño en alto y un crescendo que desemboca en pura catarsis. Con casi seis minutos de duración, está construida para llevarnos desde la indignación hasta la euforia.
Por eso, desde hace dos décadas, es habitual que WarCry la utilice como cierre en sus conciertos. Pocas experiencias son tan intensas como vivir ese momento en vivo: la banda tocando al límite, Víctor García desatado y miles de gargantas unidas en un coro que no entiende de derrotas. “Al ponerse el sol… hoy gano yo” resuena como un mantra colectivo.
En ese momento en el que “todos los heavys alzan su voz” y dejamos de pensar en individual para sentirnos parte de un grupo que comparte un solo corazón, latiendo al ritmo del tema.
Del disco a la leyenda
“Hoy Gano Yo” no tardó en convertirse en el sello de identidad de WarCry. En 2005, cuando grabaron su primer DVD en directo, Directo a la luz, el tema fue pieza obligada del repertorio. Desde entonces, ha sido imposible imaginar un concierto de los asturianos sin ese cierre glorioso.
Lo curioso es que el impacto de la canción traspasó fronteras. En Chile, por ejemplo, existe un club de fans que lleva su nombre. Cuando la banda lo descubrió en una de sus visitas a Sudamérica, no ocultaron la sorpresa: “Un club de fans llamado Hoy Gano Yo… todavía es algo que nos sigue asombrando”, confesó Víctor García entre risas y emoción. Ese tipo de detalles confirman que el mensaje de la canción es universal.
El espíritu de WarCry
El origen mismo de WarCry explica por qué “Hoy Gano Yo” tiene tanta fuerza. Tras la salida abrupta de Víctor García y Alberto Ardines de Avalanch, ambos decidieron transformar la adversidad en oportunidad. El debut de WarCry fue, en cierto modo, su declaración de independencia. Y dentro de ese disco, “Hoy Gano Yo” fue la voz que selló esa rebelión: un himno nacido de la resiliencia y la autoconfianza.
No se trata solo de una canción, sino de un manifiesto. Es el espíritu de WarCry condensado en seis minutos: resistencia, orgullo, comunidad y victoria.
La victoria de todos
Ese todo esto, quizás, el secreto de su perfección: no es solo la canción de WarCry, es la canción de todos los que creen en el metal como forma de vida. Un recordatorio de que, incluso en un mundo que ignora o desprecia esta cultura, al caer el sol… hoy ganamos todos.

Mi nombre es Irene, y todo el mundo me conoce por mi apellido Kilmister adquirido por el que ha sido y será mi mayor ídolo en esta vida. Lo cierto es que yo empecé en esto de la fotografía sin pensarlo mucho. Era la típica amiga de la cámara, pero de que me quise dar cuenta me propusieron entrar a colaborar en un medio profesional en 2017 y desde ahí he pasado de ser esa amiga de la cámara a evolucionar y coinvertirme en lo que conocéis ahora.
Apasionada de la música en todos sus géneros y amante de la lectura y los conciertos, aunque mi verdadera profesión no tenga nada que ver con todo esto.
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