“Sí, “África” sigue siendo una canción muy importante. Cuando la tocamos en directo hay una comunión especial con el público. Pasa a ser una experiencia mágica y eso le da nueva vida a la canción. Cambia el público cada noche, pero la gente la sigue cantando en todas partes. (David Paich 2022, entrevista de Jordi Tàrrega para Science of Noise)
Pocas canciones hay más perfectas que el “Africa” de Toto, icónica composición que siempre que suena uno se queda embelesado escuchando ese mítico riff y esa cadencia que conecta con el continente. Una canción puede evocar a sentimientos, a estados de ánimo, a gente, pero es increíble como esta composición pueda evocar a todo un continente entero. Ha sido (creo) la primera canción de la historia en tener más de un billón de visionados en Youtube y así seguirá, pues la música de Toto es eterna y “Africa” es monumental.
La canción fue compuesta por el teclista y cantante David Paich y por el malogrado baterista Jeff Porcaro. Cerraba su disco más exitoso, el Toto IV de 1982 y sería lanzada como segundo single del mismo. El primero fue “Rosanna”, otra de las piezas maestras del grupo. En el caso de “Africa” Paich sacó rápido el riff de inicio y en menos de diez minutos tenía la canción casi terminada, o si más no, el grueso de toda ella. Su teclado nuevo, también jugó un papel importante en ello pues estaba jugando y probando sonidos. Muchas de las partes y arreglos fueron grabadas sin claqueta alguna y en las percusiones se utilizaron congas y efectos varios.
David Paich es quien canta toda la canción, con una maestría pasmosa a pesar de ser el teclista del grupo y dejando a Bobby Kimball a un lado, pero si nos fijamos, es el vocalista titular el que empieza el estribillo con esa fuerza tan rotunda. Esa combinación casi alquímica de las voces es una de las razones por las que Toto eran una agrupación absolutamente superior.
“Toto IV es fue el punto pivotal para Toto. Considero que era la culminación de cuatro discos editados. Fue muy trabajoso todo y allí nos encontramos realmente como banda. Las cosas se convirtieron en lo que pretendíamos a pesar de las dificultades y fue un triunfo de todos. Creo que “Rosanna” es un tema excepcional y demuestra el talento y técnica de toda la formación y de lo que valíamos como grupo. Estoy encantado de la banda y con nuestro legado”. (David Paich 2022, entrevista de Jordi Tàrrega para Science of Noise)
La canción empezaba a hacerse un espacio en locales de moda y discotecas a pesar de que el grupo lo había apostado todo por “Rosanna” y no confiaba para nada en “Africa”. Sería la discográfica Sony la que empezó a ver el potencial real de la pieza.
El videoclip
La bola del mundo gira, como gira el ventilador, y luego entra la música, vamos a una toma con libros viejos en una estantería que detrás, deja entrever motivos africanos como los colores de una cebra, plantas para terminar el plano con David Paich estudiando y leyendo con una joven bibliotecaria de color en el fondo. Empieza a cantar y la imagen del globo terráqueo dando vueltas o de un visado que se sella se van intercalando.
Y aquí empiezan a entrar las imágenes de la banda con Jeff Porcaro en las percusiones, igual que Bobby Kimball, el cantante de la banda, haciendo lo mismo. Steve Porcaro aparece luego tocando los teclados, Steve Lukather y ya estalla el estribillo con el grupo tocando sobre uno de los tomos gruesos de la biblioteca. Antes aparece la imagen del bajista David Hungate tocando y cantando, muy entregado, a esa especie de trance en el que nos sume esta canción.
Finalmente, Paich encuentra un trozo de página arrancado, y Jeff le da al gong mientras suenan los míticos arreglos. Una presencia ajena se presenta en el umbral de la puerta de la biblioteca clásica, con motivos tribales africanos, pero sin dejarnos ver su cara. Paich sigue buscando entre libros, ojea páginas y una lanza amenazante aparece mientras el globo terráqueo se detiene en el continente negro, con la zona del Sudán en concreto ante cámara. Momento para el solo de teclado.
El teclista-compositor-cantante da con el libro que busca titulado “Africa”, que es justo el tomo sobre el que el grupo toca y canta en el mismo videoclip, y en ese momento, la lanza es lanzada (valga la redundancia). Cae la estantería y las caras de Paich y la bibliotecaria son de miedo ante lo que acontece. Máscaras, gafas rotas, lluvia y libros que se cogen con miembros de la banda tocando detrás, y todo hasta que nuestro protagonista da con la página rota que buscaba.
Esa página hay un dibujo roto, y justamente el trozo arrancado encaja perfectamente con el escudo dibujado, que es el mismo del visitante que ha tirado la lanza. Ese estropicio termina en incendio, y curiosamente, empieza el fuego en el libro y por la página arrancada. Paich tira al fuego el trozo arrancado que sostiene entre manos para que todo arda junto, como junto debería estar.
El fuego y la cabeza de un león disecado son alusiones a la fuerza y el poder. Las imágenes de las gafas rotas de la bibliotecaria un poco darían a entender que la mujer habría muerto en el incendio, pues una biblioteca arde… Y todo termina con Paich sentado sobre el tomo del libro mirando al infinito y con imágenes del libro ardiendo sin parar.
En el fondo la historia es más de maldición egipcia, trasladada un poco más al Sur. De todas formas, es absolutamente brillante el cómo en esos días se podía cuidar tanto un videoclip. Hay un guion, una idea brillante, juegos de plano, y se dice mucho en muy poco tiempo. Puede pecar un poco de inocente, pero estamos hablando de que quien está dirigiendo el clip es Steve Barron. El irlandés dirigió posteriormente “Money for Nothing” de Dire Straits, “Billie Jean” de Michael Jackson o “Take on Me” de A-ha. Básicamente le debemos toda nuestra infancia.
“Impresiona ver cómo la cantan y el ver sus caras, especialmente de chavales jóvenes que la cantan entera. Un poco le agradecemos a los Weezer que le insuflaran otra vez vida con su versión. De verdad que hicieron un gran trabajo. La mostraron a un público más joven y volvimos a ser otra vez relevantes para la industria” (David Paich 2022, entrevista de Jordi Tàrrega para Science of Noise)
La letra
El concepto y letra de la canción es básicamente el amor al continente negro nacido tras el visionado del teclista de un documental sobre el mismo en televisión. La miseria y las hambrunas eran muy comunes en los 80 en un continente castigado y dejado con gobernantes locos, puestos a dedo, cuando fueron terminando las colonizaciones europeas. Es un poco las reacciones que tendría un hombre blanco que nunca ha estado en ese continente a través de lo poco que ha visto por televisión. Sí… es algo bastante sesgado e incluso infantil, pero el resultado es magistral.
Paich recordó también a sus muchos maestros católicos que tuvo de pequeño que habían estado de misiones de ayuda en el continente y le contaban historias. El National Geographic hizo la otra parte del trabajo y de allí se incluyeron en las letras “Serengueti” y “Kilimanjaro”. Hay quien ve apoyos a una revuelta africana en ciernes y demás cargas de profundidad, pero la verdad es que Toto se limitaban a hacer música y la letra deja claro que los conocimientos políticos del continente les quedaban, muy, muuuuuy lejos.
“Escucha los tambores resonar esta noche
Pero ella solo oye susurros de una tranquila conversaciónElla llega en el vuelo de las 12:30
Sus alas iluminadas por la luna reflejan las estrellas
Que me guían hacia la salvaciónDetuve a un anciano en el camino
Esperando encontrar viejas palabras olvidadas o antiguas melodías
Él se volvió hacia mí como si dijera:
«Date prisa, chico, está esperándote allí»Me costará mucho alejarme de ti
Nada de lo que hagan cien hombres o más podría lograrlo
Bendigo las lluvias en África
Tomará un tiempo hacer las cosas que nunca hicimos, ooh-hooLos perros salvajes aúllan en la noche
Mientras se inquietan ansiando algo de compañía solitaria
Sé que debo hacer lo correcto
Tan seguro como que el Kilimanjaro se alza como el Olimpo sobre el SerengetiBusco curar lo que está dentro de mí
Asustado de aquello en lo que me he convertidoMe costará mucho alejarme de ti
Nada de lo que hagan cien hombres o más podría lograrlo
Bendigo las lluvias en África
Tomará un tiempo hacer las cosas que nunca hicimos, ooh-hooDate prisa, chico, ella está esperándote allí
Me costará mucho alejarme de ti
Nada de lo que hagan cien hombres o más podría lograrlo
Bendigo las lluvias en África
Bendigo las lluvias en África (bendigo las lluvias)
Bendigo las lluvias en África (bendigo las lluvias)
Bendigo las lluvias en África
Bendigo las lluvias en África (ooh, voy a tomarme el tiempo)
Tomará un tiempo hacer las cosas que nunca hicimos, ooh-hoo”
Veredicto
A pesar de que “Africa” fue una canción que empezó muy fuerte en su composición y que pintaba realmente fácil a la hora de crearse, el grupo se desanimó y le vio pocas posibilidades hasta el punto de que llegaron a pensar en desecharla del disco y que David Paich se la quedara para un disco en solitario. Es realmente curioso que esos pensamientos azotaran al grupo cuando estaban pariendo una absoluta obra maestra.
Y tras el éxito de Toto IV, el teléfono no paró de sonar y nuestros protagonistas pasaron a participar en todos los mejores discos de los 80 como “grupo” que toca, pero que salen sólo los nombres de los músicos, pero no el de Toto. Con deciros que una de las llamadas fue de Michael Jackson creo que ya os lo digo todo… No es que sea Michael Jackson, ¡es que es Michael Jackson en su cima! La gente de Toto trabajó con Paul McCartney, Quincy Jones… y con todo el mundo, pero esto ya es otro capítulo en su inmaculada historia.
Y, por cierto, que una banda que tiene tantos y tantos clásicos opte por terminar sus conciertos con “Africa” es toda una declaración de intenciones y la prueba fehaciente de que esta canción es absolutamente mágica.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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