Sabotage
28 de julio de 1975
NEMS Records / Warner Bros
«Solo puedes confiar en ti mismo y en los seis primeros discos de Black Sabbath» (Henry Rollins, vocalista de Black Flag).
Nunca he entendido porqué, dentro de la etapa clásica de Black Sabbath con Ozzy como vocalista, Sabotage suele ser un disco que pasa desapercibido. Como seguidor acérrimo, al ser mi banda favorita, debo contaros que me parece su mejor álbum junto a Sabbath Bloody Sabbath (1973). Mantiene esas influencias progresivas de su predecesor, pero las canciones se notan más contundentes y pesadas, seguramente debido a los problemas por los que estaba pasando la formación y la frustración acumulada. Por tanto, con la despedida de Black Sabbath de los escenarios y el fallecimiento de Ozzy todavía demasiado recientes, creo que merece la pena celebrar que cumple cinco décadas esta obra maestra infravalorada.
Para empezar es importante tener en cuenta el contexto previo al lanzamiento del disco. Sabbath Bloody Sabbath fue el primer álbum de la banda es ser alabado no solo por los seguidores, sino también por la prensa más mainstream, que reconocía la adición de instrumentos nuevos y su complejidad técnica. Tony Iommi, célebre guitarrista del grupo, comentó más tarde que se cansaron de esa dirección musical y querían en parte recuperar su sonido original en Sabotage. Hicieron una exitosa gira mundial, que culminó en el California Jam festival de Ontario, el 6 de abril de 1974, tocando delante de más de dos cientos mil espectadores, junto a grandes nombres como Deep Purple, Emerson, Lake & Palmer, Rare Earth o Earth, Wind & Fire. Para ese entonces, después de sentir que les estaba estafando su antiguo manager, Patrick Meehan, decidieron firmar con el prestigioso Don Arden, padre asimismo de Sharon Osbourne. Mientras estaban interpretando su repertorio en California, una desgracia azotó al grupo: le habían notificado una citación judicial a Ozzy, que dios lugar a dos años de litigio legal.
El título de esta joya es un reflejo de los tiempos oscuros por los que estaban pasando los creadores del metal, que no paraban de recibir golpes. Según Geezer Butler, bajista y principal compositor, también tuvieron problemas con el sello discográfico, por lo que terminaban pasando más tiempo en las oficinas con sus abogados, en lugar de trabajar en estudio o actuar en directo. En parte se sentían desmotivados para continuar, cuando se les entregaban órdenes judiciales en la mesa de mezclas, mientras el batería Bill Ward estaba constantemente pendiente del teléfono. De acuerdo con Iommi, durante esas sesiones tuvo lugar la famosa jam session entre Black Sabbath y Led Zeppelin. Comentó Ward que no recuerdan exactamente si fue entonces, ya que al fallecido John Bonham, baterista de Led Zeppelin, le encantaba practicar «Supernaut», pero seguramente se diera durante las grabaciones del disco anterior.
El disco
Quizás por todo lo mencionado anteriormente, me parece el disco donde la voz de Ozzy resuena con mayores matices: en muchas ocasiones rabia desatada, en otras sarcasmo e incluso cierta condescendencia, para pasar por momentos de autorreflexión. Empieza el elepé con la pegadiza «Hole in the Sky», con un riff excelso de guitarra, que fue versionada por Metallica durante el pasado Back to the Beginning. Explica Ward que su final abrupto quiere reflejar la rabia contenida, para después continuar con la instrumental «Don’t Start (Too Late)». Para Butler, su letra cósmica es una crítica distópica a la contaminación. Nos sorprenden con un claro precursor del thrash metal del nivel de «Symptom of the Universe», con un inicio frenético. Después del solo de guitarra hacia el cuarto minuto de duración, la banda disfruta en una breve parte de jam instrumental, donde la voz de Ozzy y los instrumentos parecen la calma después de la tormenta.
En clara contraposición, la épica y densa «Megalomania» entra en escena. Una composición excelsa llena de mensajes críticos y sorna, como si tratara de evidenciar los delirios de grandeza de su antiguo mánager y sello discográfico. De mis canciones favoritas de mi banda predilecta, con su oscura progresividad. Me encanta ese cambio de ritmo hacia el tercer minuto de duración, cuando entra el piano. Le sigue «Thrill of It All», un medio tiempo muy elegante, también con diferentes matices. Parece una crítica sobre el capitalismo, ya que nos habla sobre que incluso la búsqueda de la creatividad se termina capitalizando. Para «Supertzar» contaron con la participación del English Chamber Choir por lo que, cuando Ozzy los vio en el estudio, pensó que se había equivocado de local y se largó de manera cómica.
El sencillo promocional fue «Am I Going Insane?», con un inicio de sintetizador icónico. Atípica, ya que la letra fue escrita por Osbourne, en lugar de por Butler. El descenso del protagonista en la absoluta locura, al sentirse observado por la sociedad, se refleja en las risas perturbadas del final. Pusieron el punto final con la igualmente mastodóntica «The Writ», que habla de las citaciones judiciales con las que se encontró el grupo en esa época. La despersonalización del artista, para ser usado como una patética gallina de los huevos del oro. Llegados al ecuador de la canción, el protagonista parece encontrar la paz después de tanta violencia. A modo de pequeña broma interna, el easter egg de «Blow on a Jug» suena una vez terminada la última canción.
Veredicto
Poco más puedo añadir sobre semejante joya, que trascenderá la historia musical más allá de cualquier género. Black Sabbath es para mí una experiencia espiritual: un lugar feliz al cual volver, siempre que siento que paso por momentos complicados en la vida o debo afrontar desafíos. Así que relajaros en casa, subid el volumen y disfrutad de esta pieza de orfebrería.

Apasionado del cine y la música. Desde 2021 he sido redactor en diferentes medios como Manners of Hate, Metal Nightmare y Queens of Steel. Recientemente incorporado al equipo de Stairway to Rock, para ofreceros desde entrevistas, reseñas de discos o crónicas de conciertos (con énfasis en el underground), además de cualquier artículo especial cinéfilo que me pase por mi cabeza. Especializado en heavy, thrash, speed, metal épico, doom, rock progresivo y psicodélico. Actualmente trabajando en una novela de ciencia ficción.
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