Be Prog Día 2: Reencuentro con “Anathema” y The Pineapple Thief nos roban los corazones (y las fotos)

The Pineapple Thief + Weather Systems + Von Hertzen Brothers + Cheeto’s Magazine + Moonloop

27 de septiembre de 2025

El Poble Espanyol

Organiza: Madness Live!

Redactores: Jordi Tàrrega i Dani Torras

Fotos: Marc Tomàs I Gimó

Segunda jornada de un Be Prog! histórico en el que hubo espacio para todo. La polémica de las fotos de The Pineapple Thief, el concierto de Weather Systems que contentó unos y a otros no, la gran sorpresa de Von Hertzen Brothers. El inclasificable show de Cheeto’s Magazine o el triunfo tempranero de unos Moonloop que estuvieron toda la tarde y noche recibiendo felicitaciones por parte de los asistentes. Y bueno… The Pineapple Thief volvieron a subir de nivel con dos horas para el recuerdo.

 

 

Moonloop convence a los más mañaneros (por Dani Torras)

Empezaba la segunda jornada y cierre de este fantástico evento para los amantes del progresivo. Los barceloneses Moonloop abrieron el cartel de los grandes acontecimientos que nos esperaban durante esas intensas y agradables horas. Desplegaron todo su potencial y toda su energía con su actitud puesta en su death metal progresivo, con un estilo muy limpio, muy cuidado y muy técnico a lo Opeth, Gojira o Cynic, pero con su sello propio de la ciudad condal.

 

Ofrecieron un show mezclando temáticas marítimas, geológicas, científicas y de criaturas mitológicas como podemos encontrar en canciones como «Medusa» o «Portal», esta última cantada en catalán. La temprana asistencia del público con ganas de fiesta y la invitación de sus ritmos musicales hicieron una comunión desde el primer momento. Canciones destacadas ante los presentes fueron «Megalodon» del álbum «Devocean» o «Arrival» con su pasión por la ciencia y su amor al espacio y lo desconocido alienígena.

 

O también cabe destacar la furiosa «Mask» de su tercer álbum Fate in Motion. En resumen, Moonloop, capitaneados por Eric Baulenas, estuvo a la altura y a un gran nivel de lo que exige todo un Be Prog. Fue un acierto poderlos disfrutar y gozar de una experiencia que nos depara este festival.

 

 

Cheeto’s Magazine dan la nota (de color y en lo musical)

Impresionante demostración de esta banda catalana irreverente y que es capaz de llevar la seriedad del prog a lo ridículo y divertido sin olvidar para nada ni dejar de lado toda la complejidad musical que entraña la música propuesta. Ante nosotros se presentó el quinteto vestido de colores, con dos teclistas-cantantes y con ciertos problemas técnicos que desembocaron en performances para amenizar la espera. Musicalmente es como si Asia tocasen música de dibujos animados y un histriónico líder se lanzaba por los suelos.

 

La rotundidad musical era impresionante, hasta el punto que a su baterista le falló el pedal y terminó tocando de lado cumpliendo con todas las virguerías. Los coros eran más que notables en una música compleja y sorprendente salpicada por un humor muy personal: “tocaremos la primera canción que compusimos y la última que grabamos”. Cuando la tecnología no daba para más pusieron una versión de Dream Theater en bakalao, bailaron y lanzaron bolsas de Cheetos a la audiencia. “Outflow” sonaba a la banda sonora de “La Sirenita” y en la coreografía de la canción del ratón se incluyó la imitación del roedor de forma físic.

 

Musicalmente impresionan y los tempos que consiguen en su música hacen que brille en contraste con su imagen desenfadada y provocativa. Pero que los árboles no te impidan ver el bosque: el fragmento de “Big Boy” fue algo especialmente grande. Son café para los muy cafeteros y sus trajes de colores o bailes paródicos muchos les tirarán para atrás. Pero si con las grandes bandas del festival la gente quedaba muda por respeto, si te fijas en lo que hacen, puedes quedarte sin palabras.

 

 

Von Hertzen Brothers: el descubrimiento del festival

Este maravilloso festival está para este tipo de cosas: descubrir a nuevas agrupaciones que no conocíamos apenas. Y atención con los fineses Von Hertzen Brothers porque nos dejaron boquiabiertos desde la inicial “War Is Over”, reverencial y pomposa, pero con esos algos tan especiales que posee el grupo, para luego presentar el “Kiss a Wish”, de hace… ¡20 años! Ricos musicalmente, accesibles y con ese logo tan potente de ese enjambre de pájaros volando que les forma las letras de “hermanos de corazón”. Y ya no sólo fueron los coros lo que elevó a “Al lof the Sudden”, es que la flauta travesera de ese teclista fue un plus absoluto.

 

Hubo algunos problemas en la batería, que cogió las mazas para dar término a “Jerusalem”. A esas alturas ya tenían a la gente ganada y el flautista apareció con un saxo tenor dejándonos patidifusos en “The Relapse”. La gracia de su música es que bebe de muchos estilos e influencias y del hecho de que tres de sus componentes sean hermanos. Las mezclas estilísticas se hicieron evidentes en “Propect for Escape” y su líder Mikko Von Hertzen nos contó que era la segunda vez que tocaban en España y que la gente les pedía mucho ese tema. Entró un saxo (tradicional) en “Let Thy Will Be Done” y grandísimo final cañero con “Peace Patrol” con el público directamente enamorado.

 

Cuando el rock progresivo puede abarcar tanto, suena con tanta personalidad y aglutina tantos estilos con una facilidad tan pasmosa y haciendo que todo pueda sonar coherente, sabes que estás ante algo especialmente grande. Von Hertzen Brothers pueden combinar el punk, el rock, lo alternativo y salen tan anchos y felices del envite. Su padre fue ya un reputado músico en los 60 y los tres hermanos lo llevan en la sangre. Pero esta locura no sería posible sin un batería tan potente y un multi-instrumentista como el que llevan. Espectacular.

 

 

Weather Systems recrea Anathema con magia… pero divide opiniones

Había muchísimas ganas, muchas… Que nos hayamos quedado sin Anathema duele especialmente, pero parece que don Daniel Cavanagh se ha puesto la responsabilidad en el hombro y mantendrá el legado por mucho que ni su hermano Vincent ni el nombre de Anathema como tal puede acompañarle. Nuestro protagonista se paseó por el recinto con su llamativo look de largas rastas y vapeando como el Expreso de Manchuria. Con una iluminación muy propia de su antigua banda y con muchos pregrabados y loops, se presentaron sobre el escenario para tocar “Closer” (casi nada). Empezaron especialmente sensibles y nos tocaron más la fibra con la aparición de Soraia a cantar en “Still Lake”.

 

“Synaesthesia” brilló por ese juego de las dos voces a la vez que se reivindicaba como compositor de metal. Luego dedicó la canción “Do Angels Sing like Rain?” a una amiga bajo un silencio sepulcral. El público del Be Prog! es especialmente reverente y educado y “Springfield” fue otro regalo muy apropiado a los fans de Anathema. Pero cabe destacar muy especialmente la maravillosa “Ocean without a Shore”, una canción mágica salida del último disco de Weather Systems. De verdad que fue especialmente emocionante.

 

 

Y el grande momento llegó con la interpretación de las tres partes de “Untouchable”. Sin palabras… Es la canción favorita de Daniel, e increíblemente la dedicó a su hermano Vincent con quien está a la greña. Hasta dos veces nos dijo que se la dedicaba a la otra gran parte de Anathema. Hubo quienes llegaron a emocionarse hasta el llanto. Y con las emociones a flor de piel se atrevió con “Fragile Dreams”, la canción más perfecta y conocida de Anathema y que hizo que la gente lo diera todo cantando el estribillo. Es curioso, hace unos años era Vincent quien la cantó en el mismo festival con una acústica., lo que empezó el concierto con ella.

 

Weather Systems no termina de ser una banda a la altura de Anathema, pero Daniel tiene todo el derecho del mundo de pasear el legado de la banda inglesa. Es un lujo que se acompañe de Soraia, pero otra guitarra y un teclado darían mucha más solemnidad y presencia a una banda que consigue emocionar, pero que no admite comparación con el pasado. Veremos qué sucede, pero yo tengo claro que si vienen Weather Systems a mi ciudad acudiré…

 

 

The Pineapple Thief quieren reinar en el Olimpo del prog

Se presentaron con el gran atrevimiento de regalarnos dos horas de directo e hicieron una sesión de firmas en la que prohibieron fotos con los fans. No fue la única amarga sorpresa del concierto porque negaron también fotos desde el foso a los fotógrafos. Y les podemos criticar por ello, pero no por el inmenso concierto que ofrecieron, con un sonido muy alto, pero tan pulcro como exquisito. Degustamos bajo los tonos fríos de los focos “The Frost” y a inmensa “In Exile”. Temas como este hicieron que cayéramos rendidos ante lo que nos brinda Bruce Soord y una banda de ensueño. Y ese líder dijo que estaba encantado de volver a Barcelona y en este festival en concreto.

 

Obviamente muchas miradas se las lleva la batería de Gavin Harrison, que condujo una de las fundamentales: “Demons”, pero luego la clase más absoluta se hizo carne en la preciosa y delicada “Put It Right”. Fue entonces cuando Bruce nos dijo que no quería gente grabando el concierto, que disfrutásemos del mismo. Y eso está bien, pero no el ver a miembros de seguridad yendo a por gente que tomaba fotos en las brillantísimas “Our Mire” y “Versions of the Truth”. Inmenso inicio de concierto con una calidad asombrosa y un cuarteto que sonaba a gloria. Cuando la gente pidió “No Man’s Land”, Soord dijo que, para la próxima vez, que ahora tocaba “Every Trace of Us”, con curioso desliz que hizo que volvieran a empezarla… y eso que la presentó en castellano.

 

 

Continuaron con “White Mist” y aquí nos presentó al simpático David, el chico que le va pasando las guitarras para cada canción. Si pudiera pedir yo un tema, reclamaría “Driving like Maniacs”… El respeto de la gente hizo que los silencios casi dolieran, pero continuaron con “All That’s Left” de It Leads to this, disco que vertebró el set list con todo merecimiento. Tengo que confesar que tuve un momento de desconexión en “Fend for Youself” y “Snowdrops”, en ese interludio acústico. Incluso soy de los que prefieren al grupo con un set más corto, pero… ¿quién se queja cuando atacan luego cosas tan bonitas como “Rubicon” y “To Forget”?

 

La clase de Steve Kitch a los teclados es soberbia y la creación de atmósferas y elegancia tomó “It Leads to this”. Harrison hace que todo parezca natural y fácil y todo va en la misma línea, como ver al bajista Jon Sykes con esos enormes auriculares para dar buena cuenta de un “Give It Back”, con inmensos coros y luces púrpura que nos diero paso a los bises. En ellos jugaron con flashes traseros en la monumental y extensa “The Final Thing on My Mind”, muy aplaudida. Y para el adiós: “Alone at Sea” del disco Magnolia. Curiosamente con ese disco les conocí, pero no me enamoré (en ese entonces).

 

The Pineapple Thief exprimen las piñas robadas con clase y el jugo es ambrosía para todo fan del prog. Hicieron uno de los mejores conciertos que se recuerdan en el Be Prog!, pero también empiezan a tener comportamientos de banda grande… Negar fotos a sus fans o no permitir que los fotógrafos profesionales puedan sacarles una foto buena de portada son cositas que duelen un poco. Pero adelante con todo… Si ese es el precio que hay que pagar para que lleguen al Olimpo, lo toleraremos.

 


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