83/100
Capitol Records
8 de Agosto de 2025
En su cuarto álbum de estudio, Metal Forth, BABYMETAL abandona cualquier pretensión de ser un “experimento” para consolidarse como una fuerza establecida dentro del panorama global del metal. Con una lista de invitados que abarca desde iconos del metalcore hasta guitarristas virtuosos y leyendas del alternativo, el trío japonés demuestra que su propuesta puede dialogar con cualquier vertiente del género sin perder identidad.
Las colaboraciones: un mosaico extremo
El disco se abre con “from me to u”, donde Poppy encaja de manera natural en el universo kawaii-metal: voces dulces en contraste con guitarras densas, un juego de espejos que refleja los puntos comunes de ambas artistas. “RATATATA”, junto a Electric Callboy, eleva el tono festivo con riffs bailables y estribillos explosivos, acercando el metal a la pista de baile sin caer en la parodia. De hecho, ya fue todo un éxito del verano 2024, tras lanzarse como single y adelanto poniendo mucho más en primera línea a ambas bandas. Prueba de ello es que alcanza las casi 96mil escuchas en spotify y los 50mil visitas en Youtube.
La oscuridad llega con “Song 3”, en la que Slaughter to Prevail aporta la brutalidad de los guturales más extremos de Alex Terrible, que son el sello del deathcore más brutal, mientras SU-METAL ofrece un contrapeso melódico impecable. En “Kon! Kon!”, Bloodywood suma percusiones tribales y guitarras con aroma de Bollywood, generando un choque cultural tan improbable como efectivo.
La mitad del disco se mueve hacia terrenos más técnicos: Polyphia en “Sunset Kiss” aporta líneas de guitarra intrincadas que coquetean con el jazz fusión, mientras Spiritbox convierte “My Queen” en un himno de metalcore atmosférico. Y en “METALI!!”, Tom Morello rompe esquemas con sus característicos riffs y efectos de pedal, conectando a BABYMETAL con el legado del metal alternativo de los 90.
El sello BABYMETAL
Lo más interesante es que, pese a la avalancha de colaboraciones, Metal Forth nunca deja de sonar como un disco de BABYMETAL. El trío mantiene un eje claro: coros luminosos, coreografías vocales precisas y un trasfondo instrumental que respeta las convenciones clásicas del metal —riffs potentes, estructuras sólidas y producción pulida—, pero siempre filtradas por su estética colorida y desenfadada.
Desde la perspectiva del metal más ortodoxo, BABYMETAL podría parecer una anomalía. Sin embargo, su propuesta se alinea con la tradición de ruptura que siempre ha caracterizado al género. Igual que en su momento el thrash absorbió elementos del punk o el power metal incorporó sinfonismo, aquí el metal se abre al pop idol japonés, al humor y a la teatralidad. El resultado no debilita al género, sino que lo revitaliza con nuevas capas de significado.
Todo esto convierte Metal Forth en un disco que desafía purismos y expande horizontes. No todas las colaboraciones alcanzan la misma intensidad, pero el conjunto funciona como un manifiesto: BABYMETAL no solo ocupa un lugar en la escena mundial, sino que redefine lo que significa ser una banda de metal en 2025.

Mi nombre es Irene, y todo el mundo me conoce por mi apellido Kilmister adquirido por el que ha sido y será mi mayor ídolo en esta vida. Lo cierto es que yo empecé en esto de la fotografía sin pensarlo mucho. Era la típica amiga de la cámara, pero de que me quise dar cuenta me propusieron entrar a colaborar en un medio profesional en 2017 y desde ahí he pasado de ser esa amiga de la cámara a evolucionar y coinvertirme en lo que conocéis ahora.
Apasionada de la música en todos sus géneros y amante de la lectura y los conciertos, aunque mi verdadera profesión no tenga nada que ver con todo esto.
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