Entrevista a Avatar (Parte 1): «Ya hemos demostrado que podemos crecer por nuestra cuenta»

El carismático vocalista de Avatar, Johannes Eckerström, conversa con Stairway to Rock sobre el lanzamiento de su esperado décimo álbum, Don’t Go In The Forest, que verá la luz el 31 de octubre, en plena atmósfera de Halloween. En esta entrevista, Johannes revela los secretos detrás de canciones como “Tonight We Must Be Warriors”, “In the Airwaves” y “Dead and Gone and Back Again”, además de reflexionar sobre la independencia del grupo y el trabajo bajo su propio sello discográfico.

Hola, Johannes, ¿cómo estás?

Gracias, estoy bien. La semana pasada estuve viajando para hacer entrevistas en persona. Y ahora he podido volver a casa, ya sabes, cuando uno es mayor acaba amando estas cosas, porque tienes un perro durmiendo en tu regazo. Lo cual también es agradable a su manera.

Perfecto. Ante todo, encantada de conocerte. Mi nombre es Yolanda. Estoy instalada en el Reino Unido, pero mi página web está dirigida a España. Así que más adelante me centraré en los días que vais a tocar en España. Pero primero tenemos que hablar del nuevo álbum Don’t Go In The Forest que sale el 31 de octubre. ¿Has pensado en esta fecha por algo especial, quizá Halloween?

Sí, bueno, hasta donde sé fue más bien una feliz coincidencia, en cierto sentido. Hay una ventana en otoño y otra en primavera en la que normalmente se publican álbumes. Y depende más de cuánto tarda la mezcla, cuánto tarda la masterización, si tenemos ya la portada, cuándo se pueden imprimir los vinilos… y todo empieza a encajar, y entonces ves en el calendario cuándo saldría. Y resulta que era en Halloween. ¡Genial! Vamos a aprovecharla. Así que fue una oportunidad que surgió, pero me parece apropiada.

Sí, es una coincidencia muy bonita. Escuché el álbum completo, tuve ese privilegio, y quiero destacar tres canciones. La primera, Tonight We Must Be Warriors. Creo que tiene un sonido más épico, quizá más orientado al heavy metal, más accesible tal vez.

Sí, probablemente. La canción está pensada para ser bastante directa, pero con un tono épico. Esa melodía principal de guitarra la tuve en la cabeza durante mucho tiempo. De hecho, ya la había usado en una canción anterior, aunque aquella incluía un montón de ideas diferentes inspiradas en cosas bastante raras, como la forma en que el compositor japonés de cine vanguardista Susumu Hirasawa samplea voces. Pasaban muchas cosas interesantes… pero nada de eso importa si no tienes un buen estribillo. Así que esa canción terminó guardada en un cajón, hasta que llegó el momento de darle una nueva oportunidad.

 

En lo que finalmente se convirtió, para mí, es como si le dieras a la izquierda política una canción de Manowar: ese espíritu de heavy metal heroico y grandilocuente. Crecí escuchando muchas canciones de metal que hablaban de reyes —ya fueran medievales o de fantasía— y de guerreros gloriosos. Todavía puedo disfrutar de esa estética, pero hoy solo puedo cantar sobre “reyes” si se trata de Jonas. Porque entonces la canción sobre el rey, en realidad, habla de cuánto quiero a uno de mis mejores amigos.

 

Y con lo de los guerreros, los soldados y todo ese imaginario, sucede algo parecido: lo importante no es la fantasía épica, sino lo que simboliza, lo que representa a nivel humano.

Mi siguiente pregunta va más o menos en ese sentido, porque vi el videoclip. Si escucho solo la canción, uno puede pensar en guerreros que van a la guerra a luchar. Pero con el videoclip, quizá te refieres o aludes más, no sé, ¿a demonios internos o enfermedades mentales?

No, en realidad no. Lo que quería decir, y sentí que lo codifiqué, es lo siguiente: en la letra de la canción pasan varias cosas. Empieza con alguien que hace un viaje personal y se atreve a lanzarse hacia algo. De inmediato, como con miles y millones de nosotros, es esa sensación de, primero, no estar solo. Y luego, el color rojo aparece con mucha fuerza, lo cual también es una declaración política. Es un poco como cuando Rammstein hicieron Links 2-3-4 porque se les acusaba de ser nazis y cosas así, y en realidad eran lo contrario, básicamente, en sus valores. Así que sintieron que necesitaban hacerlo.

 

Entonces, la idea de «Tonight We Must Be Warriors», para volver al tema, es que yo nunca glorificaría lo que hace un soldado, aunque ciertamente podría escribir una canción sobre heroísmo y sacrificio en ese contexto. Pero no podría hacerse de la manera en que yo lo vería correcto sin también sumergirse realmente en la tragedia de todo el asunto. Pero los “guerreros”, en este caso, hablan de la necesidad de levantarse por algo.

 

Y también, en la segunda estrofa, aparece la idea de que, ya sabes, la gente está dispersa en el camino, pero en algún momento crecen en número y se unen hasta dejar de ser un problema, es decir, hasta convertirse en una amenaza para los poderes establecidos. Esencialmente, si lo desmenuzas, supongo que lo que quiero es que la gente forme sindicatos y haga huelga, en definitiva.

 

Y luego, con el videoclip, bueno, eso tomó un giro un poco diferente, obviamente. Me gustó mucho la imagen de algo al estilo Mary Poppins, de subir a lo alto de una chimenea en la ciudad, inspirado un poco en la idea de un viejo Londres, y luego elevarse desde ahí hacia mayores alturas. Pero, por supuesto, la unión es la de la banda, encontrándonos entre nosotros y yendo juntos a una aventura. Así que en el videoclip, simplemente terminamos divirtiéndonos con ello, diría yo.

Debo decirte que el arte visual es realmente bonito, el video es increíble.

Gracias. Sí, Johan quiso desarrollar una visión muy fuerte para eso esta vez. Por ejemplo, el esquema de colores del inicio está inspirado en los viejos carteles de la película Nosferatu. Y luego, el tono sepia es directamente de El mago de Oz. Como dije, es todo un viaje visual. Y eso es, sobre todo, mérito de Johan, realmente. Sí, se convirtió en algo muy especial.

La segunda canción es «In the Airwaves», ¿son reminiscencias de los inicios de Avatar?. Quizá de recuerda a Thoughts of No Tomorrow.

Sí, supongo que de alguna manera. Quiero decir, creo que Thoughts of No Tomorrow sigue siendo ese tipo de disco que solo puedes hacer realmente cuando eres muy joven, en mi opinión, para bien o para mal. Eso trae consigo muchas limitaciones para nosotros como compositores, pero también un tipo de encanto que no puedes recrear tantos años después. Dicho esto, ciertamente quizá se siente como un regreso atrás simplemente porque es una canción muy rápida, la más rápida que hemos grabado en muchos, muchísimos años a estas alturas. Así que en ese sentido, sí, música rápida y agresiva.

 

Y por supuesto, espero que con ciertas sensibilidades, porque así como no podemos escribir ahora la música que hacíamos cuando éramos adolescentes, tampoco habríamos podido escribir en aquel entonces la música que podemos hacer ahora. Pero se siente bien hacer algo veloz y agresivo, y llevar esos límites a un punto en el que realmente lo seguimos sintiendo hasta hoy. Eso es importante para nosotros.

Cuando planeas empezar a componer una nueva canción o un nuevo álbum —este ya es el décimo—, ¿escuchas toda tu carrera y tus discos anteriores para inspirarte?

No, no lo hago. Con gusto, de vez en cuando, por distintas razones, escucho algunas cosas. Especialmente de nuestro propio catálogo, cuando algo ya empieza a sonar muy, muy viejo, casi como si lo hubiera escrito otra persona. Eso me resulta divertido. Puedo escuchar, sí, los años de la adolescencia, y a veces me quedo fascinado porque es tan raro… es como mirar una fotografía muy antigua, ¿sabes? Y entonces puedo reflexionar un poco sobre lo que pasó recientemente.

 

Pero una vez que llega el momento de crear algo nuevo, realmente dejamos atrás el pasado. Solo cuando todo ya está terminado y empiezo a hacer entrevistas, claro, sale mucho el tema. Y sí, es absolutamente cierto: este es nuestro décimo álbum. Pero mientras lo hacemos, es simplemente el álbum, sin más.

 

En lugar de inspirarnos escuchando lo que ya hemos hecho, se trata más bien de la música que nos gusta como base: nos gusta el death metal clásico, el heavy metal clásico… tenemos ciertos ideales de la vieja escuela que influyen mucho en la música. Pero alrededor de eso, es más lo que vamos recogiendo y escuchando en el periodo en que estamos componiendo. Y eso es una mezcla de nuevo y viejo, o nuevo para nosotros aunque no lo sea para el mundo. Descubrimos todo tipo de música en el camino que nos inspira. Así que no acudimos a nosotros mismos en busca de inspiración, salvo quizá un poco de reflexión, y también a veces mirar atrás para asegurarnos de que lo que estamos haciendo ahora no lo hayamos hecho ya antes. Quiero decir, Avatar siempre será una banda de metal, eso permanece. Pero luego lo que hacemos con ello, cómo doblamos o rompemos nuestras propias reglas y tratamos de encontrar nuevos ángulos. Así que si escucho algo, quizá solo escuche «Hail the Apocalypse» para asegurarme de no escribirlo otra vez, de no repetir la misma melodía.

Antes de resaltar la tercera canción que me gusta del álbum —no sé si será el próximo single—, ¿planeáis lanzar algún otro sencillo antes de la salida del disco?

Sí, vienen dos más. Y no sé… creo que no puedo decirte cuáles. Uno tendrá un videoclip completo y el otro será más bien un visualizer con la letra.

Encontré realmente especial «Dead and Gone and Back Again», porque creo que reúne todas las características o los géneros que Avatar tiene hoy en día. ¿Tiene sentido?

Sí. Me gusta mucho esa canción. Y apuesto a que quizá sea candidata para el próximo setlist.
Bueno, ciertamente lo espero. No está previsto tocarla en directo por ahora, pero solo por la razón de que nuestro show ya dura dos horas. Y ahí hay un equilibrio, ¿sabes? Tienes esa lista de canciones que debes tocar siempre. Sí, construyes algo con la audiencia, no solo porque sean populares, sino porque se han vuelto populares por una razón: las hemos tocado mucho, las hemos hecho crecer por un motivo. Y ahora forman parte de la tradición de ver a Avatar. Así que un tercio del show se construye alrededor de esa tradición.

 

Otro tercio consiste en mirar al catálogo anterior y sorprendernos a nosotros mismos y al público con cosas que no hemos hecho en un tiempo, y traerlas de vuelta al escenario. Y el último tercio es, por supuesto, que nos encanta tocar mucho material nuevo. Así que en la gira que vamos a hacer ahora, a menos que hagamos algún cambio de última hora, hay como cinco canciones nuevas en el setlist, si no recuerdo mal. Así que es bastante. Pero eso también significa que dejamos fuera, no sé, seis canciones. Siempre es difícil.

¿Tenéis vuestro propio sello discográfico?

Sí, desde Dance Devil Dance. Este es nuestro segundo álbum en nuestro propio sello.

Increíble. Felicidades. Me imagino que es un trabajo titánico.

Bueno, todos tenemos diferentes roles dentro del grupo, y por suerte cada uno se ocupa de lo que mejor le encaja y le gusta hacer. Antes, cuando trabajábamos con otros sellos, teníamos sentimientos bastante contradictorios respecto a las discográficas con las que colaborábamos. Muchas veces acabábamos haciendo el trabajo por nuestra cuenta, y ahora simplemente tenemos el control del presupuesto para hacerlo bien, vemos directamente los resultados y todo funciona mejor.

 

Además, seguimos contando con un gran distribuidor, como 30 Tigers, y con nuestros agentes de booking, de prensa y nuestra mánager. Es decir, muchas de las piezas que conforman lo que significa estar dentro de la industria musical siguen ahí; todavía hay gente a nuestro alrededor más allá de la banda. Solo que ahora el sello lo gestionamos junto con nuestro equipo de management.

 

Así que no, ha sido una experiencia genial. Simplemente nos cuesta ver el sentido, a estas alturas, de qué podría aportar realmente una discográfica a nuestro nivel, o qué estaría dispuesta a hacer. Si estás empezando tu carrera, quizá firmar con un sello puede ayudarte a despegar; solo te aconsejaría tener mucho cuidado con esos primeros contratos.

 

Pero sí, todavía hay espacio para eso cuando uno está comenzando. En nuestro caso, sin embargo, para que me interesara firmar con una discográfica, tendría que ser algo casi cinematográfico: alguien aterrizando en helicóptero en mi azotea, tocando a mi puerta y diciéndome: “Johannes, eres tan guapo como Taylor Swift, aquí tienes 10 millones de euros, te vamos a hacer una estrella”. Porque si no es así… meh. Ya hemos demostrado que podemos crecer por nuestra cuenta.

 

Fue Avatar, siendo una banda independiente, la que batió récords de asistencia en las giras. Fue el Avatar independiente el que salió de gira con Iron Maiden, y será también el que gire con Metallica. Todo eso ha ocurrido desde que lanzamos nuestro propio sello.


Descubre más desde Stairway to Rock

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta