87/100
13 de diciembre de 2024
Frontiers Records
Ni es tan numeroso en bandas ni tan popular como otros géneros, pero el metal progresivo español está en plena forma. Un buen ejemplo es «Pathways», el segundo disco de los madrileños After Lapse, uno de los mejores descubrimientos patrios que he hecho este año. Cuando hace apenas una o dos semanas escuché su primer disco, «Face the Storm», me transmitió una sensación de incredulidad al ver que las canciones pasaban y todas me gustaban y entraban a la primera. Entonces vi que su segundo trabajo iba a salir en pocos días, y me ha encantado. En muy poco tiempo se han convertido en una de mis bandas nacionales favoritas, y de todas las que no he visto todavía en directo es quizá una de las que más ganas tengo de ver.
Con «Pathways», la formación repite su fórmula de metal progresivo con toques power, con mucha presencia de teclados para darle ambiente, y con un toque melódico que le queda de maravilla. Las canciones son en inglés, y quizá necesites una escucha para acostumbrarte a su acento español y dejarte llevar por su musicalidad. Hay mucha calidad, y aunque no haya una canción concreta de la que pueda decir que me ha volado la cabeza y se ha convertido en un virus en mi cerebro, todo el conjunto está en un altísimo nivel. Y eso es difícil, no hay un tema al que pueda llamar mi favorito, pero es un trabajo que me maravilla de principio a fin, uno de esos con los que a alguien simplemente le diría «escúchalo todo desde el principio».
Posiblemente, una de las razones por las que la banda sonase tan bien y madura directamente desde su primer trabajo hace dos años tenga que ver con su formación, puesto que son músicos que ya llevan un tiempo rodando. Está formada por la voz de Rubén Miranda, la batería de Roberto Cappa y los teclados de Pablo Sacha, tres músicos con bandas como Dark Moor y Delyriüm en sus currículums. A las guitarras están Iván Marín de Nami y Miguel Ángel Rueda, y al bajo tenemos a Javier Palacios de Delyriüm. Como ves, parece más un salto evolutivo de esta última banda que la mayoría compartió, y no un proyecto empezado desde cero por músicos noveles. El resultado es una música con una gran madurez y calidad, y que al cantarse en inglés tiene bastante proyección de cara a saltar la frontera y dejarse ver por Europa. El tiempo lo dirá.
La apertura del disco la marca «The Shadow People», que comienza con un reloj de arena y un ritmo lento de teclado, bajo y batería con algún punteo de guitarra, para luego despertar todo un torrente musical que ya te llena los oídos. El tema tiene un comienzo agresivo en las voces, pero con un estribillo muy melódico, y durante su minutaje nos encontramos con momentos de «art rock» de gran calidad. A veces puede parecer que la voz de Rubén Miranda no llega todo lo alto que debería en momentos cumbres, pero es una voz que busca la melodía sin necesidad de lucimientos, en este aspecto algo más Kamelot que Symphony X, por poner un ejemplo.
A esta introducción le sigue «Clones», uno de los sencillos lanzados por la banda, y que tiene una línea un poco más cercana al metal progresivo moderno en su sonido, con un puente que tiene un excelente juego entre la voz principal marcando agresividad y los coros más melódicos. Se acerca bastante a bandas como Haken, aunque con una complejidad un poco más comedida para que sea más fácilmente digerible. Continuamos con «Dust to Dust», donde Pablo Sacha luce sus teclados manteniéndolos muy presentes. En este tema volvemos a ver más paralelismos con Haken, aunque de nuevo con música mucho más digerible, destacando especialmente un estribillo épico y emocionante, y una música que juguetea mucho con todos los tipos de ritmos. Muy progresivo, con muchos cambios, ahora es dura y luego es espacial después de pasar por un juguetón fragmento de piano.
El siguiente corte es «Thanks But No Thanks», con unos excelentes toques funkys en los punteos de guitarra, pero con mucha contundencia, con unos puentes muy melódicos, y luego un estribillo que tarda en llegar pero tiene potencia. Otra muy buena mezcla musical y de estilos. «Dying Star» marca el ecuador con un sonido muchísimo más directo y de power metal. Sigue teniendo contrastes, con unas estrofas cantadas lentamente, con mucha oscuridad, y luego un estribillo poderoso y melódico, seguido por guitarras más pesadas para unir todas las partes.
El viaje musical continúa con «Walking By The Wire», donde el ritmo se ralentiza con un medio tiempo muy efectivo, sobre todo por un estribillo potente y lleno de sentimiento donde la voz se luce especialmente. Con «Wounds Of The Past» volvemos a un sonido bastante más potente, con un teclado dándole un aire espacial la pista, y un ritmo cadente muy al estilo Haken que vuelve a subir de intensidad para llegar al estribillo. Tras el primero de estos estribillos, After Lapse decide jugar un poco de nuevo con nuestros sentidos en unos cambios de ritmo que nos pillan desprevenidos, para luego llevarnos a una sección melódica y muy bonita.
«Turn Into Light» es la balada del disco, un viaje lento y atmosférico lleno de emociones y momentos de intensidad. Sí, de nuevo vuelven a tener un estribillo muy acertado y potente, con la intensidad que le corresponde a este tipo de canciones. Y para terminar tenemos «Temperance», un epílogo instrumental de poco más de tres minutos. Es una pieza delicada a piano y sintetizadores, muy cercana a las bandas sonoras, y con unas voces femeninas bastante cinematográficas en su segunda mitad. Hay un bonus track en el disco que es la versión acústica de «Walking By The Wire», y que sirve para poner un final lento y relajado a este excelente trabajo, y para ver que una de sus canciones se desnuda sin tanta producción y filigranas sigue siendo muy sólida.
Si eres un amante de la música, sabrás que hay ocasiones en las que descubres un nuevo grupo cuyas canciones te entran a la primera, y que parece que están compuestas acorde a tus gustos musicales. Estos descubrimientos son siempre especiales, y en el caso de quien escribe estas letras After Lapse ha sido la última gran sorpresa de este 2024. Nunca había oído hablar de ellos hasta que fueron incluidos en el cartel definitivo del Z! LIVE 2025, y ahora ya los cuento dentro de mi top 10 de grupos españoles. Espero que sigan creciendo, y espero que sigan dándose a conocer.

Descubre más desde Stairway to Rock
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.