Toys in the Attic
8 de abril de 1975
Columbia Records
Antes del 8 de abril de 1975, fecha en la que Aerosmith presentó Toys in the Attic, la banda de Boston ya había publicado un par de discos que pasaron, más o menos, desapercibidos. Su homónimo de 1973, con temazos como “Dream On”, y “Get your Wings” (1974), el primero producido por Jack Douglas, quien les ayudó a definir su estilo. Un estilo híbrido entre el blues crudo y el hard rock callejero, con los inmensos riffs de Joe Perry y Brad Whitford, cargados de electricidad, y, cómo no, la voz de Steven Tyler, que aún tenía mucho que ofrecer. Pero fue con Toys in the Attic con el disco que desataron todo su potencial y con el que se sacaron el estigma de ser una copia americana de los Rolling Stones.
El álbum fue grabado entre enero y febrero de 1975 en los Record Plant Studios de Nueva York. A diferencia de los trabajos anteriores, en esta ocasión la banda llegaba al estudio con una mayor cohesión interna y con las cosas claras: sabían hacia dónde querían dirigir el disco. Aunque, gran parte del éxito de dicho LP lo merece el productor Jack Douglas. En una entrevista con Classic Rock, Jack Douglas afirmó:
“Cuando trabajamos en Toys, la banda ya sabía lo que quería hacer. Había hambre, había urgencia, y lo más importante: había canciones. Sabían que esta vez no podían fallar” (Classic Rock, 2015).
Perry, por su parte, recordaba en Guitar World: “Fue la primera vez que tuvimos tiempo real de trabajar ideas en el estudio. Jack [Douglas] nos ayudó a esculpir los temas en lugar de simplemente capturarlos. Fue un proceso intenso, pero sabíamos que estábamos creando algo especial” (Guitar World, 2015).
El disco comienza con la canción que le da nombre. “Toys in the Attic”, es un torbellino sónico que no da tregua y donde te quedas atrapado desde el segundo uno. “Queríamos abrir el disco con una patada en la cara”, diría Steven Tyler a Rolling Stone en 2002. “Ese tema resume todo lo que éramos: rápidos, sucios, un poco locos”. Por otro lado, el álbum también contiene momentos más elaborados como “You See Me Crying”, una balada orquestal compuesta por Tyler. “Muchos no saben que Steven compuso esa canción en el piano de su madre”, explicó Jack Douglas en una entrevista con Sound on Sound (2004).
“Fue un momento muy emotivo. Tuvimos que traer una orquesta al estudio. Fue complejo, pero valió la pena”.
Pero, el mayor éxito del disco fue “Walk This Way”, que inicialmente pasó desapercibida, aunque se convirtió en un himno cuando fue reeditada. Este tema ya había salido en 1975 como sencillo, sin pena ni gloria; pero fue en 1976, con la reedición del mismo sencillo y con mayor promoción por parte de la discográfica, cuando alcanzo el puesto 10 del Billboard Hot 100. Sobre la canción, Tyler contaba en Behind the Music (VH1) que
“Joe estaba improvisando ese riff en el estudio. Yo salí corriendo al pasillo y bajé las escaleras cantando el patrón rítmico sin palabras. Luego vi una vieja película de Mel Brooks, Young Frankenstein, y uno de los personajes decía ‘walk this way’… ahí supe que tenía el título”.
Toys in the Attic fue el álbum que rompió el molde, vendiendo más de ocho millones de copias solo en EE. UU. y siendo, aún, considerado como el álbum más influyente de la primera etapa de Aerosmith. Fue el primer disco en el que la banda asumió control total sobre su sonido. AllMusic lo define como “uno de los álbumes definitivos del hard rock americano”. Pitchfork destacó que fue “el momento en el que Aerosmith dejó de parecer una versión americana de los Stones para convertirse en una entidad propia”.
En 2025, Louder lo incluyó entre “los 25 álbumes que definieron el rock de los 70”. Joe Perry dijo en Guitar Player (2020): “Nunca intentamos hacer un álbum eterno, solo queríamos algo que nos hiciera sentir vivos. Pero ese sentimiento quedó grabado. Creo que por eso sigue hablando a nuevas generaciones”.
Dave Grohl comentó en Kerrang!: “Recuerdo escuchar Toys in the Attic por primera vez siendo niño. Esa mezcla de caos y control me voló la cabeza. Aerosmith fue la primera banda que me hizo pensar: ‘Quiero hacer eso con mi vida’” (Kerrang!, 2010).
¿Hace falta decir más? Toys in the Attic es una cápsula del tiempo que captura un momento explosivo en la historia del rock: “El desván nunca estuvo tan vivo como cuando metimos todos esos juguetes ahí dentro” (Steven Tyler en Rolling Stone, 2002).

Jordy Stanley. Profesor de Lengua y Literatura, historiador y freaky en general, posee diferentes obras de ámbito académico y divulgativo. Su último libro, Conan a lo largo de los filmes (PanoArtBooks, 2022) ha agotado sus dos ediciones. Entre lo destacado de su discografía, podemos hallar Henry Dark (2009), de su anterior banda, HENRY DARK y el flamante LP, KISS my Covers (2024), donde tributa a KISS, la banda de su vida, de una manera muy particular. Guitarrista y cantante, otra de sus múltiples facetas es la de youtuber y redactor musical.
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