27 de septiembre de 2024
El Poble Espanyol
Organiza: Madness Live!
Fotos: Karina Báez Ortiz
Barcelona ha recuperado uno de los mejores festivales posibles después de años de estar huérfanos del mismo. Esta vez se ha optado por un formato más familiar en un emplazamiento alternativo dentro del Poble Espanyol barcelonés, y las mil personas que allí asistimos quedamos encantadas, a pesar de que quedan las dudas de cómo va a poder crecer o si vamos a quedarnos en el mismo recinto. Sonido pulcro, actuaciones maravillosas, sold out, sensación de festival, reencuentro con amistades y mucha gente venida de toda España y del extranjero.
Hubo carpa para firmas y el excelso merchandising que voló a pesar de que había precios desorbitados como la camisa de directo de Haken a 100 euros. Pero hubo aficionados que lo pagaron, pues la ocasión se lo merecía. La primera jornada lució a pesar de que el horario era realmente europeo, y a las 16:30 ya tuvimos que lidiar con un sol, bastante respetuoso, y con la actuación de los transalpinos Kingcrow que salieron con un buen puñado de fans bajo el brazo.
Kingcrow: la nueva sensación transalpina del Prog
Llegué a medio “Kingtsui”, la mejor canción de su nuevo disco, y vi a ese quinteto enfundado en negro (una constante en el festival), pudiendo disfrutar de un grupo con una apuesta más que entretenida y de calidad. Hacía años que miembros del equipo de la web ya me hablaban de que este grupo iría para arriba, y no queda más que darles la razón… Los coros de “Parallel Lines” eran mejorables, pero reales, y eso es un plus a lo que ofrecen. Final hipnótico para una calmada composición.
Si una composición me tiene robado el corazón es “Night Drive”, con esos ecos a The Pineapple Thief y adentrándonos en ese progresivo emocional de tanto calado. Cantamos el estribillo y disfrutamos, como lo hicimos luego en el canon polifónico de “The Persistence”. “Glitch” y “Hopium” reafirmaron que su nueva obra es algo muy potente y consiguieron su principal cometido, que no era otro, que dar inicio al festival a lo grande. De verdad que se hizo todo muy corto.
Obsidian Kingdom rememora Mantiis con un concierto de lujo
Les habíamos visto dentro del marco del festival anteriormente y ahora veían con una formación diferente y con todo un Víctor Vallespir (Metallyjam) a la guitarra. Tocaban de pe a pa su disco Mantiis y superaron con creces su anterior participación en el Be Prog. Empezaron con “Not Yet Five”, todo el quinteto de negro y con momentos muy dramáticos. El directo estaba muy trabajado con headbanging generalizado al ritmo de “Oncoming Dark” y “Through the Glass”. El teclista dobló la voz del guitarrista llegando muy alto y hubo momentos realmente ceremoniales y logrados.
Combinación de voces limpias con guturales con otros muchos tramos más contemplativos, dejando patente, en todo momento, que el show estaba trabajado al milímetro y que el disco Mantiis es posiblemente su álbummás celebrado y aplaudido. Terminaron dando carpetazo a la velada con la animosa “Ball-Room” con ese redoble de batería de inicio y con ese puntito comercial. Algo más rockero que contrastó con “And Then It Was”, en la que volvimos a la oscuridad vanguardista del celebrado disco de marras. Gran concierto de una banda absolutamente especial y local.
Pure Reason Revolution se lo lleva de calle
Tenía claro que los Pure Reason Revolution podían ser para un servidor una de las grandes revelaciones del festival, como así sucedió. Desde Inglaterra, con un logo tan simple como precioso, y a ritmo de “Silent Genesis”, estuvieron comandados por la perfecta combinación de voces entre Jon Courtney y una vocalista que empastó con mucha clase. Tiran de bases programadas y practican un progresivo emocional en el que se acercan a lo alternativo en muchos momentos, como la preciosa “Dead Butterfly”. El bajo iba enlatado, pero la sucesión de atmósferas y los juegos de texturas fueron apabullantes.
Toques muy alternativos y muchísima personalidad por parte de un cuarteto que convenció ampliamente a un Be Prog muy entusiasmado, ya no sólo por estar ante un concierto de Pure Reason Revolution, por el mero hecho de estar allí. Gran final con “Deus Ex Machina y “AVO”. Estos ingleses demostraron cómo hacer un show de festival, y al terminar, poder recolectar un buen puñado de fans a lomos de una apuesta realmente original y proponiendo un prog de etiqueta.
Haken se marcan uno de los conciertos del año
La música de Haken no es para todos los públicos, incluso dentro del rock progresivo, así que tres horas de concierto quizá era algo que se le podía atragantar a mucha gente. Sé de casos de amigos que se marchó a medio concierto, pues la ración de progresivo selvático fue una demostración absoluta de poderío y músculo, pero también de derroche técnico, de buen hacer y de colorido. Les vi por primera vez en el mismo escenario del Be Prog, siendo una promesa, pero es que ya en esos días habían creado algo tan especial como “Cockroach King”. Y cuando la tocaron aquí… me supo a gloria.
La primera parte del concierto fue dedicada al disco Fauna, todo entero, vistiendo las camisas selváticas y pasando por momentos jazzísticos de una sensibilidad exquisita. El sonido era más que bueno, así que nada que ver con ese concierto pasado en el Salamandra. Hubo una parada de 10 minutos para separar sets, pero en ese primer tramo nos hicieron tocar el cielo con “Taurus”, “Island in the Clouds” o “Eyes of Ebony. Y ya en el segundo tramo la cosa despegó con un plus de ser un grandes éxitos de lo mejor de su discografía. Empezaron con “Puzzle Box” y terminaron con la extensísima y sorprendente “Visions” a modo de bis.
Sólo puedo decir que me pareció un concierto de 10, sólo comparable con los mejores Dream Theater, esos que se marcaban bolazos de tres horas en el que te sumergías en un mundo propio y que eran capaces de llevarte a un estado de trance en el que creías estar ante la mejor banda posible. Hubo algún momento para el solo de teclado y el de batería y Ross Jennings fue un maestro de ceremonias perfecto, además de un supervocalista que parece estar en su mejor momento. Literalmente flotamos en unas tres horas que pasaron volando. Enorme jornada para un Be Prog resucitado y que progreseaba adecuadamente.
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.