Entrevista a Roine Stolt, líder de The Flower Kings (Parte 3): ‘No hay planes futuros para Transatlantic, y antes de la gira yo ya sentía que era el final del camino’

Tercera y última entrega de la entrevista con Roine Stolt en la que nos centramos concretamente en Transatlantic, la superagrupación de cinco genios del rock progresivo que se juntan y facturan obras maestras. El problema del grupo es que Mike Portnoy ha vuelto a Dream Theater y ya poco tiempo le va a quedar a un tipo que siempre está tocando den todo proyecto posible. Finalmente terminamos con un cuestionario más personal.

 

Antes me hablaste de Neal Morse y ahora necesito preguntarte por Transatlantic. ¿Hay planes futuros?

No, no hay planes futuros para Transatlantic. La realidad es que hicimos una gira y grabamos un concierto en París, en el Olympia, que quedó genial. También hicimos otro en Nashville, en el Morse Fest de Neil. Así que hay dos productos ahí, dos lanzamientos, y ambos muy buenos.

 

Pero la verdad es que antes incluso de la gira, yo ya había dicho que sentía que era el final del camino, no de forma dramática ni triste, sino que simplemente sentíamos que cada uno estaba haciendo otras cosas. Ya no es posible ser una banda que se junte con regularidad. Claro, podríamos hacer otro disco, y luego esperar tres o cuatro años para volver a girar, pero prefería centrarme en unas pocas cosas, porque todo lleva mucho tiempo, hay muchas opiniones y decisiones que se dilatan en el tiempo.

 

Personalmente, creo que la música fluye mejor cuando surge con naturalidad, sin demasiadas discusiones, sin esperas eternas, sin que cueste tanto esfuerzo. El público ha sido increíble en los últimos discos, y las giras sonaron muy bien, especialmente al final, en París sonamos fantásticos. Nunca digas nunca, pero sinceramente ahora mismo no veo a Transatlantic volviendo.

 

Recuerdo que, probablemente mi primera entrevista contigo fue por el último disco de Transatlantic, que tenía tres versiones diferentes.

Sí, había muchas opiniones, y claro, es complicado cuando tienes cuatro, cinco genios juntos al mismo tiempo. Es lo que es, muchas ideas, muchas opiniones. Lo que pasó fue que grabamos un disco, y grabamos las pistas básicas aquí en Suecia.

 

Así que yo seguí adelante con esa versión. Hice todos mis añadidos de guitarra, arreglé mis letras, canté mis partes, etc. Pasaron muchos meses y, en medio de todo eso, Neal dijo: “He escrito algunas canciones nuevas, quiero meter estas nuevas y quiero quitar aquella parte”. No estábamos de acuerdo sobre cómo debía ser el disco.

 

Entonces Mike tuvo la fantástica idea de hacer dos álbumes diferentes. Nadie había hecho eso antes. ¡Madre mía! Hacer un solo disco ya es mucho trabajo, imagina dos… Pero bueno, así fue. Y después, claro, salió esa gran caja negra con el video y todo el material, que combinaba un poco de ambas versiones.

 

Fue un álbum caro para nosotros, no solo en dinero, sino también en trabajo y esfuerzo. Así que tenemos la versión original, que ahora ni recuerdo cómo se llama, la verde, luego está la morada, que es la versión de Neal, y después la gran caja negra, que es la combinación de ambas. Realmente, sí… extraño e interesante, pero así fue.

 

Y es que creo que solo Transatlantic podría hacer algo así.

Al principio suena una locura, piensas “no, no, no…”. Pero luego te das cuenta de que nadie había hecho eso antes. Mike a veces tiene estas ideas extrañas y geniales. Es como, “¿qué es más grande que grande? Pues súper grande: ¡tres versiones!”. Claro, eso fue muy caro para los fans, porque algunos lo compran todo. Así que sí, fue un producto realmente caro para quienes querían tener la versión completa del álbum.

 

Hoy en día, siempre hago esta pregunta: ¿cuándo fue la primera vez que lloraste en un concierto y con qué canción? Vaya… ¿la primera vez que lloré?

La verdad es que cuando era joven nunca lloraba en los conciertos, no sé por qué. Creo que la primera vez que lloré en un concierto —y tampoco fue llorar desconsoladamente, sino… Pues tuve lágrimas en los ojos viendo a Emerson, Lake and Palmer. Los vi en el Konserthuset de Estocolmo, que no es un recinto muy grande, cabrían unas 1400 personas. Tocaron temas de Pictures at an Exhibition y fue simplemente mágico, abrumador de alguna manera. Así que probablemente ese fue el primer momento en el que se me llenaron los ojos de lágrimas.

 

Después de eso, he visto a Paul McCartney y sentí lo mismo, esa emoción desbordante al escuchar aquellas viejas canciones de los Beatles y cosas así. Y bueno, muchos otros artistas, claro. Quizás también viendo a Yes, no recuerdo bien, pero tal vez fue en los años finales de los 70. Francamente no lo recuerdo con claridad, pero pasa de vez en cuando. No muy a menudo, pero a veces sí. La música es poderosa. Absolutamente.

 

Ahora que lo pienso, este fin de semana tengo que ir a ver un tributo a Pink Floyd, en uno de los lugares más increíbles de Europa: el Palau de la Música de Barcelona. Es un sitio alucinante. ¿Qué opinas de ir a ver una banda tributo de Pink Floyd?

Pues no tengo realmente una opinión sobre eso. Sé que hay bandas tributo de Pink Floyd, de Genesis, de Yes, de los Beatles… Nunca he ido a un concierto así, pero conozco a mucha gente que sí. Van a ver cosas como The Musical Box, o cosas por el estilo, y lo disfrutan mucho, porque te da la oportunidad de escuchar esa música, aunque la banda original ya no exista.

 

Incluso tienes casos como Queen, con Brian May y Roger Taylor tocando junto a otros músicos nuevos, haciendo canciones de Queen. ¿Iría a eso? Pues quizá sí, tal vez lo haría. Nunca tuve la oportunidad de ver a Pink Floyd, así que me gustaría hacerlo. Sí he ido a ver a Roger Waters, y aunque no es exactamente Pink Floyd, sigue siendo su música. Así que probablemente lo disfrutaría.

 

No me gustan las bandas tributo, pero la única banda tributo a la que he asistido a conciertos es la de Pink Floyd. ¿Sí? Un placer culpable.

Sí, sí, ¿por qué no?

 

Por otro lado, en abril voy a asistir al Marillion Weekend en Girona.

¡Oh, sí! Fuimos al que hicieron en Estocolmo el año pasado. Estuvimos mi esposa y yo, y nos sorprendió lo dedicados que son los fans y el gran espectáculo que ofrecen. No soy un gran fan de Marillion, pero realmente me impresionó la calidad del show, las luces, la forma en que tocan, el ambiente en la sala, la conexión entre la audiencia y la banda. Eso también es importante, ¿sabes?

 

Puedes ir a muchos conciertos y hay como un vidrio invisible entre el artista y la audiencia. Pero con Marillion, se sentía que el público era parte de eso. Así que entiendo los eventos que han hecho en Canadá y en Holanda, y la forma en que lo hacen, realmente hacen felices a sus fans organizando estos eventos. Es una idea muy inteligente.

 

Creo que es una banda realmente especial, como The Flower Kings. Creo que también sois una banda muy especial, y sus fans están muy próximos, tienen algo muy especial e importante, como los fans de Transatlantic.

Sí, claro. También une a los fans, ¿sabes? La gente viene de otras ciudades, incluso de otros países. Después de asistir a un par de estos eventos, llegas a conocer a las personas, sales a cenar con ellas o a tomar algo. Es una comunidad muy unida, y creo que realmente aporta felicidad a la vida de las personas, así que, ¿por qué no?

 

Perfecto, gracias, como siempre, es mi tercera entrevista contigo, y supongo que tendré la cuarta y la quinta, así que siempre es genial hablar contigo. A veces es difícil encontrar preguntas que nunca te haya hecho, pero realmente me encanta hablar contigo sobre la música y sobre tu carrera. Espero conocerte en Barcelona.

¡Excelente! Ahora voy a cenar, mi esposa ha cocinado y puedo oler algo realmente delicioso.


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