Land of Witches – Dark Embrace

 

90/100

13 de diciembre de 2024

Massacre Records

 

Let there be darkness!!

 

Desde la verde Galicia llega la nueva incursión discográfica de Dark Embrace, los abanderados del Dark Heavy Metal, siendo este su quinto lanzamiento (cuarto, si no contamos con la re-grabación de The Call Of The Wolves, que salió en formato digital).  En esta ocasión nos encontramos con una formación ya consolidada (Julio G. Valladares, el batería, se incorporó ya con su anterior álbum grabado), lo cual se nota en el resultado final de Land Of Witches. Desde luego, aquí tenemos cuatro musicazos impresionantes que no son unos recién llegados, ya que llevan años portando el estandarte del metal gallego.

 

 

Además de Julio, cuya labor a la batería es sencillamente espectacular por su velocidad y buena pegada, Dark Embrace está formado por Óscar Rilo, fundador y responsable de todas las voces que oiréis en el álbum. Subrayamos esto porque a veces pensaréis que hay 2 o 3 cantantes, y es que Óscar se caracteriza por su muy elevada versatilidad, que impregna todo el estilo de Dark Embrace, y le da una personalidad única. Mou Trashno y Markos Villar son por su parte un excelente duo de guitarristas, perfectamente compenetrados y con un nivel técnico muy elevado (además, Markos ha grabado el bajo).

 

 

Con estos ingredientes, no es de extrañar que ya en 2021 firmaran con el sello internacional Massacre Records, todo un hito para una banda nacional, lo que les abrió las puertas del mercado internacional, gracias sobre todo a la calidad del primer disco dentro del sello, su anterior Dark Heavy Metal, que fue sin duda un puñetazo sobre la mesa…¡habían llegado para quedarse! En este contexto nos llega Land Of Witches, que supone sin duda una consolidación del camino emprendido con Dark Heavy Metal y un nuevo salto de calidad que, nos atrevemos a profetizar con ayuda de las meigas, sin duda impulsará aún más su posición tanto a nivel nacional como internacional, y es que no tengo pruebas pero tampoco dudas de que esta no va a ser la única crítica positiva que se va a llevar Land Of Witches (miento, pruebas si que tengo…¡ya hay unas cuantas!)

 

 

Pero antes, un poco de contexto técnico. Land Of Witches ha sido producido por la propia banda (mucho mérito aquí) y grabado por Carlos Santos en Sadman Studio, en Verín (Ourense). Por las manos de Carlos han pasado bandas muy relevantes de la escena nacional. Desde luego, el resultado se nota, siendo el propio Óscar el que nos comentó lo satisfechos que quedaron en su reciente entrevista con Stairway To Rock. Para rematar la faena y dar un toque moderno y más internacional, la mezcla y masterización corrió a cargo de Chris Clancy (responsable también de la mezcla del último lanzamiento de Machine Head). Como podéis ver, credenciales no le faltan a Land Of Witches.

 

 

Entrando ya a fondo con el estilo del álbum, tan solo diremos que vuelve a estar encuadrado en la etiqueta “Dark Heavy Metal”, que ya es un poco como la “denominación de origen” de la banda. Aunque muy en apariencia podría pensarse que el sonido es una amalgama de estilos ensamblada con gran acierto, lo cierto es que la cohesión  sonora que la banda logró en Dark Heavy Metal (y que ahora consolida) les hace merecedores de este término “ad hoc”. Y sí, lo confirmamos…Land of witches es más “Dark” y más “Heavy Metal” que nunca, pero con cierta evolución. Decimos esto porque en esa ocasión, los parámetros death o black están más integrados en la estructura de los temas, comparando con previos lanzamientos. Esto le ha dado al sonido general de la banda una mayor coherencia y cohesividad, también producto de las variadas influencias de los cuatro miembros (siempre dentro de lo que es el metal). Esto ha  contribuido enormemente a aumentar el rango de sonoridades en el que se mueve Land of Witches.

 

 

Aparece con timidez una vertiente más power, de nuevo perfectamente integrada en los temas, y nada premeditada. Ojo, esto no es power, es dark heavy metal, y nos gusta así. Quizás sus últimas giras nacionales con bandas de la talla de Rage o Battle Beast han tenido algo que ver, quien sabe. Eso sí, confirmamos que esta evolución no ha disminuido el tono oscuro en el que se mueve este álbum. Más bien es lo contrario…se ha logrado un sonido más oscuro, intenso y atmosférico. Lo que está claro es que mientras que hay otras bandas que se pueden describir comparando su sonido con el de otras, o bien con etiquetas más genéricas, os invito a intentarlo con el sonido de los gallegos. Complicado, ¿verdad? Es que Dark Embrace solo suenan a Dark Embrace, y eso justifica que tengan una etiqueta solo para ellos. Nos quitamos el sombrero, por todo lo conseguido y por la evolución que están teniendo, y que resumiremos en una palabra: madurez.

 

 

Otro detalle que nos ha gustado mucho (especialmente a la sección gallega de Stairway To Rock) es la temática general en la que se ha ubicado Land Of Witches, ya desde el mismísimo título y desde luego en el diseño de la portada y el libreto, en los que una Galicia mágica, evocadora, llena de leyendas y oscuridad es la gran protagonista. Lógicamente, este concepto está perfectamente integrado en las letras de los temas, pero no penséis que se trata de un álbum 100% conceptual ya que, además de temáticas referidas al folclore gallego, también encontraremos otros elementos más clásicos del metal, como la guerra, la locura, el miedo, la salud mental…un trabajo impecable y realizado con extremo cariño.

 

 

Y ahora sí, vamos a repasar los temas que conforman Land Of Witches. El álbum empieza a fuego (no inquisitorial) con “We, The Witches. Primer single del álbum astutamente elegido, pues es un cañonazo sin paliativos que comienza con toda una declaración de intenciones: sin introducción de ningún tipo. Una explosión de sonido, batería con doble bombo a toda mecha, y a los pocos segundos entra un Óscar pletórico con un grito a lo King Diamond, que se integra en la tempestad sónica a la que nos están sometiendo Mou, Marko y Julio desde el minuto cero. A nivel de temática este tema también es introductorio al concepto que impregnará la mayoría de los temas de este álbum, ya que aquí parece que nos hablan de la quema de brujas, aunque es todo ciertamente metafórico (os dejamos que lo interpretéis a vuestra manera). Juego a tres voces de Óscar (se dice pronto), más gutural en el desarrollo del tema, pasando a un estilo más trash en el puente, y entrando ya al estribillo utilizando agudos con esa estridencia tan característica suya. Y todo aderezado con unos coros perfectamente implementados (en mi mente ya veo una audiencia cantándolos salvajemente en directo). Predicción: abrirá conciertos, al igual que abre este album.

 

 

Le sigue el que fue también elegido como segundo single, “Orcavella”, que nos cuenta la  leyenda de una bruja finisterrana, devota de las artes oscuras, que atormentó a la población local (su afición: devorar niños) hasta su suicidio a los 176 años. Y es el que el folclore gallego proporciona este tipo de temáticas tan adecuadas para el marco sónico establecido. Estamos deseando que profundicen en ellas para futuros lanzamientos, porque en esta terriña tan querida por los que la habitamos, abundan este tipo de leyendas llenas de oscuridad. ¿Lo mejor? El riff que gobierna el tema y que no saldrá de tu cabeza, altamente tenebroso y adecuado para adornar pesadillas (dulces pesadillas).  Nuevamente Óscar abusando de su garganta y de su versatilidad, y Julio demostrando que sus habilidades y su velocidad poco a poco le acercan a lo sobrehumano (atentos entre el 2:30-2:53, que es una pasada, pero atentos también al solo de guitarra que continúa, que es apabullante). Además, “Orcavella” está sabiamente acompañada con unos oscuros teclados que, si bien no son protagonistas, redondean la sonoridad general de todo el tema para llevarlo al 10.

 

 

“The Dark Land” en cambio comienza con una intro tranquila, en clave acústica, pero es un espejismo, ya que rápidamente torna en violencia sónica. El tema está dedicado a Galicia, como no podía ser de otra forma, y busca resaltar su belleza, mitos y leyendas, sus montañas y mares, su frío y su lluvia…A nivel lírico, podríamos decir que es el tema central de esta gran obra. De atmósfera oscura (quizás esto sea aplicable al 98% del álbum) y con un groove ciertamente contundente, el tema está también arropado por una sencilla línea de teclado (justamente lo que pide el tema, ni más ni menos). Nos ha gustado especialmente la parte de los solos, con Julio una vez más en modo ametralladora, y el perfecto acompañamiento de los coros…¡todo perfectamente ensamblado!

 

 

“My Darkest End” es otro tema increíble, que discurre por caminos novedosos dentro del sonido de la banda. Unas guitarras atmosféricas y llenas de intensidad lo introducen, esta vez llevándolo con un tempo más ralentizado (no es un medio tiempo, pero se acerca). En el muy pegadizo estribillo, la oscuridad torna en melancolía y tristeza en plena consonancia con las letras (“My sorrow, I’m hollow – a painful disgrace. No sorrow, to morrow – already living my pain”). Los coros del final nos transportan a una parte instrumental más misteriosa, protagonizada por la guitarra. Desde luego, Mou/Markos, Markos/Mou son lo más destacado aquí (sin desmerecer al resto)…¡imprescindible!

 

 

“A Blaze in the Sky» sigue una línea parecida, destacando por su carga melódica y emocional (el tema habla de enfrentarte a tus miedos).  Las guitarras iniciales están cargadas de una atmosfera evocadora y misteriosa, hasta que Mou/Markos entran a fuego con un riff matador. Aquí vuelven a darse la mano algunos elementos de un heavy metal de corte más tradicional. A nivel de guitarras nos viene a la mente Priest (riffs) o incluso Maiden (esas guitarras dobladas al final de los solos), pero todo convenientemente filtrado y tamizado a través del toque único Dark Embrace, con la atmósfera oscura tan característica de la banda. Desde luego, aquí las guitarras son las protagonistas absolutas de la fiesta y llevarían al tema a lo más alto de Land Of Witches, pero vamos a tener la osadía de sacarle una pega, y es que los coros del estribillo te sacan de la atmosfera general. Quizás les falte “dramatismo”, pero no deja de ser una apreciación personal.

 

 

“Never betray you” comienza con una introducción de teclado limpia, sencilla y efectiva, que da paso a un riff de ritmo constante y repetitivo, creando una atmosfera ciertamente intensa y enérgica que aporta dinamismo y dramatismo a partes iguales. Esto va muy en consonancia con la temática escogida, que es el desafío de mantener la moral y la ética en tiempos de guerra (nobody wins by a belief, losing all love, just only grief, we will never betray you, we will never leave you alone). Recomendamos atender a las letras, porque creedme que Land Of Witches gana mucho cuando te adentras en la temática de cada canción. Por lo demás, volvemos a destacar la base rítmica que aporta Julio con su poderoso doble bombo (una vez más su labor brilla con luz propia) y un acompañamiento sinfónico sutil pero efectivo. Quizás este tema sea uno de los “tapados” del álbum, pero desde luego os aseguramos que no lo merece.

 

 

Continúa la temática bélica con “A Place To Hide”, pero desde la perspectiva de un niño que intenta evadirse de esa difícil realidad. Por desgracia es una temática vigente y demasiado cercana, pero nos gusta ese enfoque único que le han dado ¡(nada que ver con Sabaton!). El tema es de corte clásico, apreciando aquí con un poco más de intensidad esa cercanía al power (excepto por el tratamiento vocal), sonando poderoso y contundente. Destacamos mucho el frenetismo que transmiten los continuos cambios de ritmo…¡es zona de guerra!

 

 

Cercanos ya al cierre llega lo que para muchos es el tema más destacado de Land Of Witches: “Witch Tower”. Aborda la temática de la salud mental, desde la perspectiva de alguien que sufre de dislocación de la realidad, paranoias y delirios de persecución (y nos gusta como lo han hilado con la temática “brujeril”). Es el tema más “largo” de todo el álbum (6 minutos), y en él se encuentran todos los elementos que hacen que el sonido de Dark Embrace sea algo único y especial. Mención aparte se merece aquí (y bueno, en todo el álbum) la voz de Óscar Rilo, llena de personalidad y rica en matices, que a lo largo del tema tan pronto cae en estridencias “Halford-Diamond” como en terrenos guturales o trashers. Eso sí,  nos quedamos con la parte del estribillo en gutural, ya que creemos que en directo va a funcionar a las mil maravillas. La transición final a una parte más sinfónica, mientras el resto de los instrumentos se atenúan, nos parece una maravilla. ¿La mejor? Yo no me arriesgaría a tanto, ya que resulta difícil señalar uno solo de los temas con esa categoría, así que lo dejaremos en qué depende del día.

 

 

Y llegamos al final con “In The Snow”, tema de cierre para el que han decidido pisar el freno abruptamente, pues es una “balada” desgarradora, dada la temática que aborda (la perspectiva es la de alguien con Alzheimer). Quizás a nivel “estratégico” no sea el mejor cierre posible para Land Of Witches, pero es ya una cuestión de orden (y alguna pega tenemos que sacar). Los arreglos orquestales (instrumentos de cuerda) nos brindan la necesaria atmosfera, y Óscar enseña aquí nuevos matices en su voz, que aportan el dramatismo necesario.

 

 

Poco más podemos añadir a esta crítica que no hayamos dicho ya. Lo recomendamos al 100%, con independencia de cual sea tu “estilo de cabecera”, ya que la propuesta musical que nos brinda Dark Embrace es única, muy trabajada, y con potencial para llegar a un público amplio, mucho más allá de las tendencias más oscuras (a pesar de moverse cómodamente en ellas). Solo nos queda disfrutar de esta experiencia sonora en directo, así que estamos a la espera de fechas, ya que creemos que la experiencia de escuchar estos temas en vivo superará con creces a la “doméstica”. ¡Felicidades, Witches!

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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