85/100
13 de septiembre de 2024
Metal Blade Records
Satan son una de las bandas de culto más veneradas de la NWOBHM y disfrutan de una nueva juventud proporcionada por la nostalgia y los fans acérrimos del estilo. Allí están Graham English y Steve Ramsey, dos de los pilares de Skyclad, otra banda absolutamente imprescindible por la que los que hacemos esta web sentimos devoción absoluta. Satan eran de Newcastle, el hogar del sello Neat Records, sello que aglutinó todo lo mejor de la zona, pero ellos no consiguieron firmar con ellos y tuvieron que hacerse hueco por su lado. Desde que volvieran en 2004 en el show de reunión de Wacken han ido tirando y han conseguido muchas cosas que nunca pudieron conseguir en 1983.
El nombre del grupo no jugó a su favor y los muchos problemas que les dio el mismo hicieron que cambiaran hasta tres veces: Blind Fury y Pariah serían episodios dentro de su historia (algo triste). Pero actualmente han fichado por Metal Blade y el grupo está en un momento realmente potente, cosa que les permitirá hacer su primera gira en Reino Unido después de 40 años… Atención a Songs in Crimson, pues el disco es una absoluta delicia para los fans del heavy metal añejo y de autor.
Ya en “Frantic Zero” la cosa promete con un riff de la vieja escuela y en esa frontera difuminada de heavy metal y proto thrash metal, algo que les definió desde sus primeros pasos. La verdad es que Brian Ross canta de maravilla y el grupo suena de cine. Sabor añejo, velocidad y mucho duende y pegada. “Era (The Day Will Come)” me parece muy posiblemente el mejor tema del disco, pues les define perfectamente y hay una segunda voz que apoya el cometido vocal de su vocalista. El trabajo de guitarras es rotundo y Russ Tippins y Steve Ramsey brillan con luz propia. Corte intenso de los que te llegan a la primera.
En “Whore of Babylon” ya ves esos dejes más oscuros y cercanos a Venom, banda de la que fueron hermanos en sus primeros pasos. Sin ser de lo más destacado da fondo de armario y variedad a esta potente obra. Atención a “Sacremental Rites” pues aquí estamos ante uno de los estribillos del disco. La batería de Sean Taylor es absolutamente clave comandando la nave en una composición que debería ser single y ser tocada en directo. También lucen las líneas de bajo de Graeme English, pues todos los temas están sumamente trabajados. La verdad es que le dan varias patadas a muchas bandas revival que intentan conseguir ese sonido y esencia de la NWOBHM.
“Turn the Tide” ha sido el primer single y es una de esas canciones perfectas para una banda como Satan. Un punto entre pasado y presente, con guitarras muy thrashers y una línea vocal muy melódica y deudora el power metal americano de los primeros 80 a pesar de que ellos sean de Newcastle. Y la voz de Brian Ross es realmente genial. “Captives” es más machacona y de solos funcionales que surgen cortando la línea vocal brillan sin ser un tema que destaque. Sigue la línea “Curse in Disguise”, algo más experimental, con atonalidades y detalles técnicos que acerca a Satan a Death. Se mantiene la base del grupo, pero hay una voluntad explícita de buscar un tema técnico, especialmente el bajo de English.
“Martyrdom” es una inyección de adrenalina y el bajo y batería están algo por encima de las guitarras. Es otra de las canciones que tienen potencial para ser single y en la que ves que el grupo, técnicamente, vuelve a demostrar que están muy por encima de los que practican este estilo de época.
Siguiendo con los temas más redondos y rotundos está la espectacular “Truth Bullet”, con otro gran trabajo de heavy metal añejo en el que la fórmula de verso + puente + estribillo funciona de fábula. Hay momentos en los que se deja la guitarra sola y hay un apoyo muy interesante en los coros, además de momentos sorpresivos en los que se cambia el tempo. También es el corte más largo a pesar de que no llega a los cinco minutos. Finalizan con “Deadly Crimson” y llevando la composición a tempos de doom metal. Es de lo más oscuro del disco y hay unas afinaciones galácticas al más puro estilo Voïvod.
Desconocemos si este disco les puede permitir hacer algún concierto en tierras hispanas, pero no será por calidad. Dentro de su última etapa, Songs in Crimson es el mejor de los tres discos, y de largo. Se nota el paso de los años y hasta cierto punto la habilidad técnica les permite hacer malabares y que su proto thrash metal progresivo con base de power metal americano de los 90 brille con luz propia. Todas esas bandas que se han apuntado a la moda de sonar antiguas palidecen ante este nuevo disco de Satan. Uno de los mejores secretos guardados de esa era que tanto tenemos idealizada…
