Halestorm + BloodyWood
Sala Razzmatazz, Barcelona
12 de noviembre de 2025
Redacción: Jordi Tàrrega
Fotos: Irene Kilmister
Organiza: Madness Live!
Gran cartel para una noche de miércoles en la que volvía toda una Lzzy Hale ya con la aureola de estrella total. Halestorm es su banda de toda la vida a pesar de que sus logros individuales la han llevado a ser una de las grandes voces y personalidades de la escena. Si echamos la vista atrás, la podemos recordar en sus primeras visitas en salas muy pequeñas, y a día de hoy necesita el Razzmatazz, que tampoco podemos decir que se llenó hasta los topes, pero sí que hubo una magnífica entrada.

Bloodywood satisfacen a su nutrido grupo de fans
Acompañando a Halestorm estaban los indios de BloodyWood, que poseen toda una legión de seguidores y con los que descubrí que había muchísimos de los asistentes que venían especialmente para verles a ellos. Son un sexteto étnico que combina el metalcore con sus elementos tradicionales, consiguiendo algo festivo y sorprendente, pero del que tiran de excesivos elementos pregrabados. Muchos parlamentos y dos cantantes que muestran actitud e incluso rapeados en “Gaddar”. Aprovecharon su tiempo sobre el escenario y demostraron que tienen el show coreografiado al milímetro.
“AAJ” y “Dana Dan” les dejaban en fila delante de la audiencia con headbangings, pero eso de hacer un solo de flauta y guardarla mientras sigue sonando… es especialmente cutre. El instrumento de percusión indio también iba pregrabado, pero hay quienes prefieren creer que cuando tocaba ese señor hacía que todo sonase como si Sepultura estuviera haciendo una batucada allí. Son simpáticos, las canciones poseen gancho y los juegos de luces casan con su propuesta.

Hubo mucho palabreo, con presentación del grupo y llegando a ese momento ya muy habitual que es el de hacer que toda la sala se arrodille para levantarnos todos al unísono en la final “Machi Bhasad”. Nos recordaron antes que “Beckhauf” fue grabada en su día con las Baby Metal e incluso aparecieron voces femeninas en “Nul Dehi”. Me gustó especialmente esa batería verde y ese telón con la portada de su último disco, pero ni me causaron especial sensación ni vi en ellos algo especial. Pero también soy de esos tipos raros, que en los conciertos, le gusta ver música en directo.

Halestorm tiene en Lzzy ese algo especial
Es una estrella absoluta y los que tuvimos la inmensa suerte de verla por primera vez allí quedamos boquiabiertos ante el empuje, carisma y vozarrón de esta diva. Se presentó el quinteto con el telón de Everest detrás y esa batería verde tan lujosa. Antes de atacar “Fallen Star”, con esos breaks de batería tan característicos, ya lanzó un grito como diciendo: “aquí estoy yo”. Pero sería en “I Miss the Misery” cuando el público se dejó la voz para cantar el estribillo. Tengo que decir que en directo los temas de Halestorm ganan bastante más de lo que me transmiten en disco.
“Love Bites (so Do I)” es una de las piezas más icónicas y celebradas del grupo, por lo que imaginad cómo disfrutó la sala. Gran línea vocal con una Lzzy tocando la guitarra y despegando. Contrariamente el “WATCH OUT!” es un tema especialmente oscuro en el que la diva desgarra su garganta y rompe su voz. Ambiente oscuro y absolutamente 90ero dando un giro interesante al directo. Fue aquí cuando la lideresa empezó a interactuar con la gente y a derrochar simpatía con eso de “veo muchas caras bonitas”.

El baterista y hermano Arejay hale estaba sobre una plataforma y hace coros puntuales como en “I Get Off”, pero el grupo cuida especialmente eso de dejar a la vocalista sola para que pueda marcarse agudos, gritos desgarradores o en definitiva… que pueda lucir sus cuerdas vocales. En “Like a Woman Can” le llevaron un piano a pesar de que en uno de los laterales había otro para que lo pudiera tocar el bajista. Las baladas y medios tiempos, con esa voz, funcionan especialmente y si jugamos a las comparaciones… Anastacia sería una de las voces más cercanas a Hale.
“Esto es una celebración…”, fueron las bonitas palabras antes de encarar “Darkness Always Wins”, bajo unas preciosas luces azules y con un crescendo estremecedor. Fue uno de los grandes momentos de la noche, y es que es un temazo absoluto… Le sacaron el piano a la frontwoman definitiva y empezó otra charla con bastante carga de autoayuda. Es algo que no me gusta especialmente, pero es todo positividad, como lo fue la intensa “Shiver”. “Barcelona… ¿queréis volar?”, así se nos presentó la tremenda “I Am the Fire”, en la que vimos a Lzzy y Joe Hottinger con guitarras de doble mástil.

Despojada de la guitarra y con una copa en la mano nos brindaron “Familiar Taste of Poison”, en la que terminaría cantando de rodillas para su entregado público. “Rain Your Blood on Me” fue especialmente ceremonial y se dedicó a cantar con alma negra para luego dejar a Arejay haciendo el solo de batería, que no se hizo pesado, pero sí divertido. Mucho uso de las timbalas y final con unas baquetas gigantescas. No podía faltar el “Freak like Me” (de ritmo maquinal y con toda la sala botando) ni el “K.I.L.L.I.N.G”, finalizando antes de los bises con “I Gave You Everything”: baladón de inicio que se electrifica y pega. Aquí la Hale se dejó la garganta, encaramada al piano, en este canto de desamor.
Para los bises entramos directos con “Here’s to Us”, con esos dejes country y con eso tan bonito de ver que los coros son reales y que la gente hace el parabrisas con el brazo. Brindis para los caídos en la preciosa “How Will You Remember Me” presentada con la frase: “He perdido a muchos amigos este año, pero estoy feliz de estar aquí”. Tras la lacrimógena pieza optaron por “Everest”, el medio tiempo oscuro que da título a su nueva obra y que posee un gran solo de guitarra, pero es el bajo de Josh Smith el protagonista del tema.

Gran concierto en una gran sala y con una gran banda. Halestorm están consiguiendo a base de trabajo ganarse el puesto y hacerse un nombre en una escena complicada y falta de futuros cabezas de cartel. Cayeron hasta diez temas de su último Everest, cosa que te demuestra que la banda apuesta por el presente y que están destinados a crecer. Su última obra no ha convencido a algunos de sus fans, pero en directo todo gana. También toca resaltar el impacto de unos Bloodywood que parece que podrían hacer su propia gira como cabezas de cartel en breve, pero que no son para un servidor.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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