Entrevista a Fernando Ribeiro, líder de Moonspell (Parte 1): ‘La orquesta fue el lobo que se unió a nuestra manada’

Ha tardado, pero, por fin, pude hablar con Fernando Riberio, al que le tenía muchas ganas siendo fan de Moonspell desde su primera obra Wolfheart. Me alucinó que una banda portuguesa pudiera estar al mismo nivel que Paradise Lost en sus mejores tiempos y da un poco de envidia sana que nuestros vecinos puedan conseguir una banda internacional fundamental en todo y con esa repercusión.

Pedí la última entrevista y pequé de creer que tendría al vocalista de los lobos lusos, pero quedaba otra entrevista más y no pude desplegar todas las preguntas que tenía preparadas… En fin, que Moonspell tienen disco con orquesta en directo bajo el nombre de Opus Diabolicum, cosa que nos permite tender puentes entre el pasado y el presente. La gracia es que tenemos a Ribeiro, pero como entrevistador me quedo a medias con todo. Disfruten…

 

Hola, Fernando, aquí Jordi Tárrega desde Barcelona para Stairway to Rock.

Hola, encantadísimo de hablar contigo,

 

Y más porque esta vez, más que un nuevo disco, es un fantástico directo: Opus Diabolicum. Antes quiero preguntarte, ¿dónde estás? ¿Estás en Lisboa?

No, pero gracias por la oportunidad de hablar del nuevo disco de Moonspell. No vivo en Lisboa, estoy más al centro del país, porque Lisboa tiene mucha gente y turismo, es casi imposible de vivir allí. Estoy en mi casa, que se llama Alcobaça, a unos 100 km de Lisboa. Estoy pensando en mudarme a un pueblo más pequeño porque viajo mucho y necesito un lugar tranquilo.

 

Vale, empecemos con el orquestal Opus Diabolicum. He visto parte del material en vídeo. ¿Por qué un disco orquestal en 2025? Después de tantos años, os sigo desde el primer disco, y parece que no habíais hecho algo así nunca.

Sí, habíamos tenido algunas ofertas para hacer un disco con orquesta, pero el momento nunca era perfecto, y no estaba en nuestros planes hacer algo con una orquesta tan grande, porque requiere mucho trabajo.

 

¿Y qué cambió?

Se presentó la oportunidad de tocar en Melo Arena, la mayor arena de Lisboa, donde tocan todos los grandes: Iron Maiden, Dream Theater, Slipknot… Recibí la llamada de un promotor muy grande preguntándome si quería tocar ahí con Moonspell. Durante la pandemia había hablado con el maestro Vasco Piers Desvedo, que fue el director de la sinfónica de Lisboa, y teníamos un acuerdo de hacer algo cuando los tiempos mejorasen. Entonces dije: “Vamos a hacer un concierto con la orquesta”. Fue espontáneo, un poco sin planear, pero surgió naturalmente.

 

La vida de Moonspell no es de planes muy estrictos; vamos aprovechando oportunidades. Primero necesitábamos un show largo y completo para vender entradas y ser cabezas de cartel en una arena tan grande con tanta reputación en Portugal. Después vino la música.

 

¿Cuánta gente había de público y cuánta sobre el escenario?

De público, unas 8.000 personas, el mayor público que Moonspell ha tenido como cabezas de cartel. La arena tiene capacidad para 18.000, pero raramente está llena. Comenzamos en una arena más pequeña para 5.000 personas, y al agotarse las entradas, crecimos hasta 8.000 el 24 de octubre de 2024. En el escenario éramos unos 51: 45 músicos de orquesta, el director y los cinco miembros de Moonspell.

 

Hay muchos discos orquestales en el metal, como Metallica con Michael Kamen, Rage, Kiss, Scorpions… ¿Cuál os sirvió de referencia?

Con todo el respeto del mundo… te diré que no seguí esos ejemplos. Escuché muchos discos de metal con orquesta y me parecieron demasiado dulces; perdían agresividad. Con Moonspell quería algo salvaje, sin overdubs, más underground, basándome en el poder teatral, gótico y metalero, y la magnitud de la orquesta.

 

Escuché discos de Epica, Therion, Septicflesh, Katatonia, Opeth… Y sí, pero quería algo más visceral, más interior, más animal. Así que diseñamos el disco para retratar e ilustrar la noche de aquel concierto. No nos preocupamos demasiado si algunos instrumentos estaban ligeramente afinados dde forma distinta; la intención era capturar la esencia y autenticidad del directo.

 

Queríamos que el disco fuese “directo a tu cara”, con más ganas que producción pulida, más agresivo que dulce. Cuando crecí como fan de heavy metal, yo tenía discos de Maiden, Slayer, Celtic Frost, Bathory, King Diamond… pero también escuchaba música clásica: Mussorgsky, Prokofiev y Stravinsky. Mussorgsky, por ejemplo, tiene una pieza llamada “Baba Yaga” que la leyenda dice que es casi heavy metal, pues es muy poderosa y agresiva.

 

Nuestra influencia principal vino de estos compositores clásicos más dramáticos y poderosos —Wagner, Verdi, con piezas como “Dies Irae” del Réquiem— más que de lo melódico. Queríamos que la orquesta reflejara el universo de Moonspell, filtrado por lo más poderoso de la música clásica.

 

¿Hay posibilidad real de tocar con orquesta en festivales con orquesta?

Es muy complicado. Hablamos con bandas como Dimmu Borgir o Septicflesh, y muchas no quedaron contentas de la experiencia, porque es mucho estrés, con poco tiempo para montar el show. Un concierto de metal con orquesta requiere tiempo, solemnidad y un cierto ritual, no puedes ir apresurado.

 

Haremos algunos conciertos con orquesta, pero no una gira completa. Después de Lisboa, el 13 de marzo tocaremos en Ciudad de México con orquesta mexicana y un director portugués. También se negocian fechas en Portugal y en anfiteatros naturales en Europa del Este, pero llevar un espectáculo así a un festival grande es muy difícil.

 

Yo he visto bandas en festivales con orquesta, como Dimmu Borg o Rage, y es algo muy, muy estresante, especialmente en un festival, pues el tiempo que tienes para todo es escaso. Hay orquestas que tocan y ni las oyes… Vale, vamos a lo visual que hablabas antes: empieza el concierto, primero la orquesta y luego aparecéis cantando el “En Nome do Medo” contigo alzando la clásica farola, la mítica farola que llevabas años atrás en otras giras, y… el sombrero. Realmente todo es impactante ya desde el inicio.

Sí, es la parte teatral de Moonspell y cada noche que hay un concierto nos gusta mucho mostrar al público, mostrar a nuestros fans, que Moonspell es una narrativa, que es como teatro. Es una narrativa que proviene de las letras y que se transforma a través de la música, y este concierto era una oportunidad perfecta de hacer algo más teatral, más operístico también, porque teníamos como 45 músicos atrás tocando instrumentos orgánicos, instrumentos clásicos, instrumentos que tienen una vida muy propia.

 

Claro que todo en escena, todo el escenario, todo lo que sucede y todas las emociones, tenían que resultar así, desde una introducción muy oscura, muy sombría, hasta un desarrollo de muchas cosas que contienen la esencia de la música de Moonspell, que es un juego entre la oscuridad y la luz. Era una oportunidad perfecta para usar ropas y el contraste entre una vestimenta más metalera, más de cuero, y también los trajes de la orquesta y un escenario más minimalista.

 

Nos inspiramos mucho más en cosas de teatro, cosas de cine, para hacer algo que resultase distinto, que no se hubiera intentado muchas veces. Era un concierto grande, en Lisboa teníamos la oportunidad de tocar nuestras canciones, muchos de los repertorios de Moonspell con la orquesta, y también la oportunidad de conseguir una visualidad diferente. Pensé que eso está bien captado en el vídeo, en la película del concierto.

 

Una curiosidad acerca de la grabación del concierto y del producto final que se ve en el vídeo: trabajamos con gente, directores profesionales de Portugal y del extranjero. Pero dimos la responsabilidad de hacer este concierto de Moonspell a dos fanáticos del grupo, que son Soraya y Flávio, que ahora tienen una productora que se llama Dream and Drama Productions. “Dream and Drama” también es una antigua canción de Moonspell de los tiempos de Wolfheart.

 

Toda la gente me decía o se cuestionaba: “¿Estás loco? Es mucha inversión, mucho dinero, ¿cómo vas a dar esto a dos personas sin experiencia?”. Pero las personas solo necesitan experiencias; tú les das una oportunidad, que creo que es una palabra muy importante, de estar en ciertos sitios, en ciertos momentos.

 

Hicieron un trabajo increíble, con una madurez excelente, y para mí también hay la ventaja de ser fanáticos de Moonspell y saber muy bien cuándo es el momento de un solo, cuándo hay una expresión facial, cuándo cae una gota de sudor, todo eso… Me encanta el resultado final. Me encanta que hayan sido dos chicos que son fans de la banda. Empezaron a ver Moonspell en directo hace 20 años y lograron hacer un trabajo extraordinario con nosotros.

 

Técnicamente, veo bastantes ventajas en que quienes produzcan y graben todo esto sean fans, porque ya no tienes que decirles dónde colocar las cosas, todo lo entienden perfectamente.

Es verdad, y también nos permite quedarnos en piloto automático, sabes, hacer las cosas por placer, hacer las cosas con entusiasmo. Es muy importante para nosotros, porque somos una banda de Portugal, somos una banda emocional. Nosotros no subimos al escenario solo por tocar, sino porque sentimos algo como una llamada o algo similar. Los chicos que hicieron este filme tienen la misma motivación que la banda.


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