Ronnie Romero y Gus G + Tabü
13 de octubre de 2025
Sala Wolf – Barcelona
Organiza: RM Concerts
Redactor: Jordi Tàrrega
Fotos: Irene Kilmister
Erik Grönwall y Ronnie Romero son culos de mal asiento, vocalistas de primera línea capaces de sentar cátedra en cada directo, pero a los que seguirles la pista… uno se pierde sin remedio, pues coleccionan colaboraciones al estar con los más grandes nombres de la música y, claro, acaparan proyectos. Y si de Romero te gustaban Elegant Weapons… pues ahora ha unido fuerzas con el enorme Gus G (exOzzy Osbourne y Firewind), y claro… este nuevo es una maravilla, pero es que no tiene ni nombre todavía. Y a pesar de que parecía que iba a haber una entrada flojita para ser un lunes por la noche… Barcelona cumplió como ya hizo en High Spirits y Dynazty en esa misma sala.
Tabü luce sus 20 años de trayectoria
Y antes de que el chileno y el griego hiceran aparición, se sumó al cartel una banda local muy querida y reputada como son los catalanes Tabü. Ya han cumplido 20 años de carrera con ese vocalista y buque insignia que es David García, y el quinteto saltó al ruedo con ritmos maquinales a modo de introducción para desembocar en “Igual que ayer”. Es un hard rock de letras en español con muchas influencias nacionales e internacionales y siempre cumplen con creces. George Stewart al bajo lucía esa perilla colorida y continuaron con “Hoy por ti” y “Sigues en mi”. El gran David García, maestro de ceremonias, metió dos gallos, pero fueron en el “Bona nit” inicial y al presentar las canciones, nada que decir en los temas.
“Quiero más” es de lo mejor que han grabado en toda su carrera y aquí consiguieron que la sala se pusiera las pilas y se marcara “El traidor”, que es una versión del “Anytime, Anywhere” de Gotthard, demostrando que no sólo la banda vive de los añorados 80 y del hard patrio. En el baladón “Abismo” vimos que aparte de los coros reales, hay un poco de ayuda enlatada, y eso hace lucir los estribillos de cortes como “Siempre locos”. Uno de los guitarristas lucía una pluma en el mástil de su guitarra, continuando con “Siempre locos” y “Escúchame”, con teclados pregrabados.
Terminaron su concierto con un par de temas más: “Puede ser” y “Sueños”, y antes, se había presentado al grupo y David nos contaba que ya llevan 20 años de singladura… La verdad es que el tiempo vuela, pero sigue siendo genial el poder ver que bandas de tu tierra sigan paseando su música y consiguiendo que la gente cante y se enchufe con sus directos. Les tenemos cariño a Tabü y esperamos que les dé para dos décadas más como mínimo.
La perfecta simbiosis: Ronnie Romero y Gus G huelen a proyecto YA
Gran concierto y enorme agrupación musical en formato cuarteto. Ya no es que los dos líderes sean absolutos maestros en sus campos, es que, cuando ves a la banda con todo un Dennis Ward (Pink Cream 69, Place Vendome, Unisonic…) al bajo y con el baterista de Firewind Johan Nunez, pues como que la cosa suena que atruena. El único pero es que quedó el extenso set algo deslavazado, con varios actos diferenciados, y especialmente, con temas que no se entiende que estén allí más allá de que les gustan a los que tocan. Gran repaso de legados, especialmente por parte de gente que ha estado en Rainbow y en Ozzy Osbourne…
Todo empieza en formato trío, con todo el terreno para Gus y que se marque las instrumentales rapidísimas de “Force Majeure” y “Quantum Leap”. Temas con muchas poses para los fotógrafos y en la que el rotundo sonido premiaba especialmente la batería de un espectacular Nunez. Tocó el de Salónica bajo unas luces amarillas y luego saludó a la audiencia e invitó a Ronnie a cantar “Castaway on the Moon” ya en formato trío. La voz es inconmensurable y la base rítmica impecable. No es el tema más conocido, pero hay esa camaradería por parte de un Romero que deja la parte central a Gus G cuando hay solos.
Ronnie tiró de humor y simpatía anunciando que ahora tocaba cantar temas de Justin Bieber y Lady Gaga, pero optó por “Chased by Shadows” de su disco en solitario. De verdad que el sonido era muy alto, pero perfectamente definido, por mucho que las composiciones eran un batiburrillo de temas propios y ajenos. Todo se endereza cuando atacan la versión de “Mob Rules” de Black Sabbath, de la era Dio, por lo que le iba como anillo al dedo al vocalista. La gente obtenía lo que había venido a ver y presentó el “Kill the King” como ese tema que siempre había adorado, pero que Ritchie nunca había querido tocar en directo. Como os podéis imaginar… sonó a gloria.
Lo que ya te descoloca totalmente es cuando cae el “Cold Sweat” de Thin Lizzy, de la última etapa, la más heavy de los de Dublín, pero lo de tocar a los Lizzy con solo una guitarra, es como que te falta algo… por mucho que esté Gus G a las seis cuerdas. Momento relajado y jocoso con la broma de que el guitarrista estaba aprendiendo castellano. Presentaron la canción “My Premonition”, tema nuevo que pinta muy bien y que parece que es de esta formación, y salió este verano. Definitivamente estamos ante una bandaza y si Ward está allí, seguro que mete mano en la composición.
El siguiente tramo vino de la mano de “Redemption”, un tema de su primer disco en solitario en el que cantaba Michael Starr de Steel Panther, y luego “I Am the Fire” en la que cantó en su día Mats Levén. Solazos de la vida, haciendo que la gente cantase las partes coreables y con la sobrada de tocar con la guitarra en la espalda. Realmente le va el show, y el chico, es técnicamente un fuera de serie. Y ya que tenían al batería y al guitarrista de Firewind… ¿por qué no un tema de los griegos? “Destiny Is Calling” fue la escogida en este tramo en el que Gus fue el absoluto protagonista de todo. Y si fueras un guitarrista… ¿qué tema soñarías en tocar? Pues el “Highway Star” de Deep Purple, con un Romero sobradísimo vocalmente y con Gus haciendo las partes de guitarra y teclado a las seis cuerdas. Impresionante es poco.
Pero había mucho más, y, de hecho, la fiesta como tal empezó aquí con el “Stargazer” de Rainbow, que muy posiblemente, fue lo mejor de la noche. El chileno confiesa que es su tema favorito del arco iris, y la sala se puso en órbita. Bestial entrada por parte del baterista, con una pegada descomunal y con las luces azules. Eso dio paso a los bises en los que Ozzy fue el absoluto protagonista, aunque antes hubo el “Fearless” de Gus, con mucho humo, velocidad y elegancia dactilar y melódica. Definieron a Ozzy como la razón por la cual la mayoría de ellos estaban sobre un escenario y como un arquitecto del heavy metal. La sala coreo “Ozzy, Ozzy…”.
“Bark at the Moon” fue rotunda a más no poder con el solazo del de Salónica para luego encarar el “Shot in the Dark” del maestro con el respetable emocionado por ello. Me di cuenta en ese momento que Ronnie vestía una camiseta de Judas Priest con el logo clásico, en el momento que ponían al broche de oro con el “War Pigs”, con esos breaks de batería geniales y con toda la sala cantando a la vez que grababan todo lo acaecido en el escenario. Mejor final imposible.
Gran noche de lunes (no festivo -como remarcó Ronnie) y con muy buenos conciertos por parte de Tabü y la alianza de Gus G con Romero. Ciertamente me pareció una banda con un potencial enorme y la pregunta es si realmente quieren jugar a tocar sus cositas y hacer versiones o… realmente hay una apuesta firme. Tener a Dennis Ward y a Johan Nunez es una absoluta maravilla y eso sonó a grupo, pero… ¿otro? Culos inquietos haciendo pupurris magistrales que piden a gritos un proyecto. Veremos los próximos episodios, pero habría consecuencias para sus otros proyectos paralelos. Estaremos atentos a la balanza de decisiones…

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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