Lecturas musicales: «SHOCK ROCK: Sexo, violencia y teatro» de Jordi Tàrrega Amorós

Shock Rock. Sexo, violencia y teatro…

Jordi Tàrrega Amóros

Quarentena Ediciones (2011)

«Entenderíamos pues el “Shock Rock” como esa música que en su puesta en directo provoca en nosotros un cierto sentimiento sorpresivo, que nos llama y que puede a la vez provocarnos todo tipo de sensaciones.»

 

Cuando conocí a Jordi en 2018, entre las muchas conversaciones que compartimos, en una de ellas me mencionó, casi de pasada, que había escrito un libro. Yo, una sorprendida Yolanda de 22 años, no salía de mi asombro; aquello me parecía algo insólito. A medida que fui conociendo mejor a Jordi, decidí que quería formar parte de la historia que él había querido contar. Aunque por entonces el libro ya estaba algo descatalogado, me puse a buscar y, tras bucear por Wallapop, encontré a alguien que vendía un ejemplar por 5 euros. Así que una tarde de primavera de 2018 me fui hasta El Clot para hacerme con aquella tan preciada copia.

 

Recuerdo que cogí aquel libro con una avidez inmensa por aprender. La manera amena, pero a la vez precisa y llena de detalles con la que el autor describe algunas bandas me hizo sumergirme por completo en su lectura y descubrir auténticas joyas. Por mencionar solo algunos ejemplos, explorar el shock rock a lo largo de la historia clásica y su vínculo con la filosofía, así como las figuras ilustres que encarnaron este concepto —como el Marqués de Sade— y su presencia en distintos momentos clave de la historia: la Edad Media, el Renacimiento, el Romanticismo…

 

Descubrí a los pioneros de este estilo. Y es que, aunque quizá Elvis Presley o Jerry Lee Lewis no sean los primeros nombres que se nos vienen a la mente al hablar de shock rock, lo cierto es que lograron algo único, algo que no se ha vuelto a ver en todos estos años. Si eso no es shock, que baje Dios y lo vea.

 

Me cautivó la historia de The Doors, a quienes conocía solo de oídas, pero fue gracias a este libro que terminé completamente enamorada de ellos. Me sumergí también en la trayectoria casi interminable de unos Kiss que, en la actualidad, apenas se parecen a sus orígenes, y descubrí bandas que pusieron los cimientos e incluso inventaron el punk.

 

En la década de los 80 aprendí que W.A.S.P. tuvo una época realmente buena (aunque parezca mentira), y di con una artista que desde entonces se convirtió en una de mis grandes ídolas: The Great Kat. A día de hoy la recuerdo con admiración y sueño con poder entrevistarla algún día.

 

Con los años, he vuelto a releer esta enciclopedia en la que Jordi recopila las bandas que han sido decisivas, han formado parte o incluso han sentado las bases del shock rock, sin mostrar predilección ni establecer clasificaciones previas. Las agrupaciones incluidas parecen elegidas por puro instinto —ya sea por el corazón o el sentido común—, atendiendo a su estilo (a veces inclasificable) y al contexto histórico en el que surgieron. De ahí que las encontremos ordenadas cronológicamente, década a década.

 

A medida que he ido releyendo el libro, me he dado cuenta del nivel de inmersión que ofrece en la historia de cada banda. Además de divagar o trazar interesantes paralelismos con el shock en otras artes -como la pintura, el cine o la literatura-, el autor también nos introduce, desde las primeras páginas, en el arte del marketing y en la enorme importancia que este tuvo en aquel primer proto–shock rock.

 

Encontraréis todo tipo de detalles a lo largo de la trayectoria de cada banda analizada en este libro. A veces, el enfoque puede ser más personal o emocional —qué le vamos a hacer, si todos sentimos cierta predilección por unas bandas más que por otras—, pero siempre se mantiene un nivel de información amplio y riguroso, acompañado al final por una selección de discos y canciones imprescindibles de cada grupo. Además, en muchos casos veremos cómo el contenido está complementado con extractos de entrevistas realizadas a los propios artistas.

 

No me gustaría desvelar demasiado sobre el libro, porque de verdad es un viaje que he disfrutado y que merece la pena que cada lector emprenda a su manera. Solo puedo añadir que me ha emocionado reencontrarme con las palabras que una Yolanda de hace siete años leyó, y que ahora, con treinta, vuelve a tener entre manos. Qué diferente se siente el prólogo que escribió Sergi Ramos la primera vez que lo leí, y cuánto han cambiado mis ojos y mi comprensión siete años después.

 

He revivido la carrera desde los orígenes de Alice Cooper, o la de Black Sabbath, marcada recientemente por la pérdida de nuestro querido Ozzy; he recordado a reyes algo olvidados como T. Rex, y también a bandas cuya trayectoria los llevó a lo más alto, como Judas Priest.

 

Y, por cierto, ¿sabíais que en sus inicios Iron Maiden no tenía casi nada que ver con lo que es hoy en día?

 

Pues si habéis llegado hasta aquí y os pica el gusanillo, lo tenemos a la venta pinchando aquí.

 

 


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