Castle Rat – The Bestiary

90/100 

19 de septiembre de 2025

King Volume Records

Los neoyorkinos Castle Rat presentan una atípica propuesta musical: en esencia doom metal con elementos épicos, más cercano a Pagan Altar o The Sword que a Candlemass, unida a una teatralidad estilo Dungeons & Dragons más propia de grupos del más absoluto underground, como los enigmáticos Lords of the Crimson Alliance. También como ellos usan pseudónimos, si bien se sabe perfectamente quién está detrás del anonimato: están liderados por la poderosa voz y guitarrista rítmica de The Rat Queen (Riley Pinkerton), cuya melena pelirroja parece la encarnación de Red Sonja o Jirel de Joiry, ambas heroínas femeninas de las novelas de Espada y Brujería.

 

Junto a ella, el otro miembro fundador es el batería The Druid (Joshua Strmic). Cuentan asimismo en la agrupación con el guitarrista líder The Count (Franco Vitore, que ha sustituido para el segundo lanzamiento a Henry Black), mientras que en las cuatro cuerdas está The Plague Doctor (Charley Ruddell, quien también ha entrado en su reciente elepé en el lugar de Ronald Lanzilotta). Por otra parte, aunque no toque ningún instrumento, es un elemento clave en sus directos The Rat Reaperness (la bailarina Madeline Wright), quien con su temible hoz de la muerte se enfrenta en combate a Riley.

 

Fundados en 2019, debutaron el año pasado con su gran disco Into the Realm, que ya daba muestras de su doom barbárico. No tardaron en tener listas nuevas composiciones para entrar en estudio en enero de 2025, por lo que prepararon una campaña de crowdfunding en la plataforma Kickstarter, para conseguir los fondos necesarios. Evidentemente ha resultado un éxito rotundo: solo necesitaban quince mil dólares y lo petaron con casi ciento cuarenta mil dólares recaudados, con más de mil seis cientos contribuyentes. Este The Bestiary supone una mejora sustancial a nivel compositivo y musical, que desengranaremos a continuación:

 

Como una grabación reproducida del revés inicia la instrumental «Phoenix I: Ardent», con un potente riff para crear una atmosfera solemne. Ya en «Wolf I: Tooth & Blade», el segundo de los sencillos promocionales, podemos disfrutar de la adimensional voz de Riley, que encaja a la perfección con la densidad del doom metal. Mención especial para la percusión de Joshua, crucial para marcar el rumbo en todo momento. Es seguida por el primer single que nos ofrecieron, «Wizard: Crystal Heart», sin lugar a duda de lo mejorcito del álbum. Con un inicio pesado, pronto adquiere esa tonalidad de épica fantasiosa que caracteriza la banda. Hacia el ecuador de la canción deciden aumentar las revoluciones, en el fragor de la batalla. En el videoclip, el brujo es encarnado por la pareja de Pinkerton.

 

 

De nuevo contundente resuena «Siren: The Pull of Promise». Resulta endiablado ese cambio de ritmo antes del frenético solo de guitarra de Vitore, como si la sirena nos hubiera hechizado con su funesto canto, que en su día casi terminan con la tripulación de Ulises, en la epopeya de la Odisea de Homero. El unicornio de la portada entra en escena en la composición más extensa del disco, de seis minutos y medio: «Unicorn: Carnage and Ice». Inicia como una especie de power ballad, con la onírica voz relatando la historia. El riff principal y la batería son tan potentes como pegadizos. La instrumental atemporal «Path of Moss» sirve como precuela para la cara B del disco.

 

De manera acústica empieza «Crystal Cave: Enshrined», con la voz de The Rat Queen sonando más melódica que nunca y unos violines la mar de medievales, con ciertos matices orientales estilo Rainbow. Otro de los puntos álgidos, con un crescendo triunfante. Prosiguen con el tercero de los sencillos de anticipo: «Serpent: Coiled Figure». Mucho más agresiva que la canción anterior, cual mamba negra dispuesta a inyectar el veneno a la presa con sus colmillos. El lobo vuelve a mostrar sus colmillos en «Wolf II: Celestial Beast», esta vez de manera más taimada. Nuevamente el sintetizador es clave para sumergirnos en su cuento propio de Tolkien.

 

Como dirían los míticos Manilla Road, llegó la hora del amenazante dragón en «Dragon: Lord of the Sky», donde vuelve a abrirse paso el doom épico. En los solos de guitarra se notan ciertas influencias del power americano. Nos sumergimos en la ocultista invocación de «Summoning Spell», como si fuera la calma antes de la tormenta provocada por las artes oscuras. «Sun Song: Behold the Flame» es la mastodóntica descarga final, como si fuera el sol dorado que otorga la inmortalidad en los videojuegos de Golden Sun. Los instrumentos golpean con más rabia que nunca. El fénix inicial renace de sus cenizas en la despedida de «Phoenix II: Cinerous», de nuevo con un hipnótico cierre acústico.

 

 

En resumidas cuentas, no me cabe la menor duda de que estará en un puesto privilegiado dentro de mi clasificación personal de mejores álbumes del año. A pesar de que sea mucho más extenso que el anterior (cuarenta y ocho minutos, mientras que el debut a penas supera la media hora), te mantiene enganchado con canciones muy diferentes entre sí.  Creo que, si bien toda la lírica nos habla sobre mitología o criaturas legendarias del bestiario medieval, no parece que nos encontremos frente a un disco conceptual al uso. Su auge en popularidad ha contribuido a que visiten la Sala Upload de Barcelona el próximo 30 de octubre, gracias a Primavera Sound, como parte de su gira The Book of Beasts. ¡Servidor no desaprovechará la ocasión de disfrutar de su directo!

 

 


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