Entrevistamos a David Feinstein y Carl Canedy de The Rods, un auténtico lujo para los seguidores del heavy metal más clásico de los 80. Gente que tocó con Joey DeMaio de Manowar y con Ronnie James Dio, que era el primo de David Feinstein. La escena de Nueva York y esos primeros tiempos en los que The Rods perseguían hacerse un nombre con todo en contra. Toca hablar de este nuevo disco Wild Dogs Unchained y de adentrarnos en las canciones que lo forman, pero también en el pasado glorioso del grupo de NY.
Hola David y hola Carl, a decir verdad, esperaba sólo a David para la entrevista, por lo que estoy encantado de teneros a los dos. Hay nuevo disco de estudio de The Rods y la verdad que suena especialmente bien… ¿Estáis contento con las reacciones de prensa y fans ante vuestro nuevo single en plataformas y Youtube “World on Fire”?
David: Sí, ahora es temprano todavía, solo han pasado unos pocos días, pero cada respuesta que hemos recibido de la gente que lo ha escuchado ha sido positiva. Es un tema algo totalmente diferente para nosotros y ese era el objetivo: queríamos ofrecer algo distinto, así que será interesante ver la reacción final hacia todo el trabajo.
David: Nunca he tenido una mejor respuesta de todos los fans de The Rods que me han contactado. Han quedado impresionados con la canción, no la esperaban así. No esperaban una composición de siete minutos, no esperaban que fuera casi una balada, un poco con un aire a Pink Floyd, simplemente no lo esperaban.
Carl: Casi como un “Free Bird” de Lynyrd Skynyrd (risas).
Tengo que decir que me encanta el disco, es realmente potente y pegadizo. “Eyes of a Dreamer” me recordó a la banda inglesa Magnum.
David: Oh sí, gracias, es una de mis canciones favoritas. No conozco a Magnum, la verdad.
Y la segunda, “Rock and Roll Fever”, me recordó más a Manowar. Ellos son de Nueva York, tú tocaste con Joey DeMaio, así que supongo que la influencia y el cruce con Manowar es algo natural para ti.
Carl: Bueno, los tres, Carl, Joey y yo, de alguna manera crecimos juntos, salvo en los años más jóvenes. Venimos del mismo mundo, básicamente empezamos más o menos al mismo tiempo, nuestros intereses eran los mismos: nos gustaba el hard rock, la música pesada. Provenimos todos del mismo caldo de cultivo de ese tipo de música, así que creo que se debe a eso, es algo “old school”. Y probablemente por eso te recuerda a ellos. Influencias y orígenes similares influyen en nuestra forma de tocar y en nuestra composición, pero siempre lo filtramos a través de nuestro propio enfoque personal. No cabe duda de que habrá similitudes.
Entonces, ¿podemos definir el sonido de The Rods hoy en día como heavy metal “old school”?
Carl: Creo que, si escuchas el primer álbum y trazas una línea directa hasta este nuevo, hemos permanecido bastante fieles a nosotros mismos. No hemos perseguido tendencias, no hemos intentado convertirnos en una banda de thrash metal. Llámalo como quieras; cuando empezamos éramos una banda de hard rock/heavy metal con ciertos tintes punk, y nos hemos mantenido fieles a eso. Creo que hemos madurado más, creo que todos tocamos mejor, que la composición de David ha alcanzado otro nivel y que su forma de tocar también ha mejorado. Y la incorporación de Freddie ha sido algo increíble.
David: Porque no teníamos ese aporte, y Gary era un gran bajista, pero él no estaba muy dispuesto a trabajar en partes de batería, en diferentes ritmos y distintas ideas. En cambio, Freddie se entrega completamente a eso, aporta muchísimo a la banda, además de su sonido y su estilo. Ha sido genial tener una tercera pieza que antes faltaba un poco en la banda, sobre todo a nivel musical y en las grabaciones. Es un nuevo comienzo, pero creo que seguimos siendo fieles a nosotros mismos.
Carl: Puedes llamarlo heavy metal, hard rock, como quieras, pero es lo mismo. Ni siquiera estoy seguro de que cuando empezamos a la banda todo se llamara heavy metal; estaba surgiendo lo “nuevo”, pero quién sabe… hard rock, heavy metal, hay tantos subgéneros. Más adelante hasta Bon Jovi fue considerado heavy metal, así que el espectro de lo que entraba en esa etiqueta era amplísimo.
Bon Jovi era de Nueva Jersey y vosotros veníais de Nueva York, ¿verdad?
Carl: Sí, cerca… bueno, más o menos cerca. Desde donde vivo en Nueva York, hasta Nueva Jersey, hay como dos horas y media en coche. No está tan cerca, pero de todas formas solemos llamar “neoyorquinos” a todos en esa zona, ya sea Nueva Jersey, Manhattan o el norte del estado. Cuando le dices a alguien en el extranjero que eres de Nueva York, automáticamente piensan que vives en Manhattan o en la ciudad de Nueva York.
David: Al principio, en las entrevistas, nos decían: “Ah, entonces debéis conocer a Twisted Sister, porque también son de Nueva York”. Pero Nueva York metropolitano, Long Island y Nueva Jersey son mundos completamente distintos, aunque estén separados solo por un río. La música que salía de esa zona —Southside Johnny, Bruce Springsteen, Bon Jovi— era algo totalmente diferente, otro estilo, aunque geográficamente estuviéramos tan cerca. En resumen, estamos a dos horas de distancia, pero las influencias musicales eran distintas.
Qué bueno saberlo. Bueno, quiero deciros que mi canción favorita del álbum es “Time to Rock”. Es un himno, perfecta para tocar en vivo, así que necesito conocer vuestra opinión.
Carl: Es genial que te guste “Time to Rock”. Hoy mismo tuve otra entrevista y me dijeron lo mismo, y también destacaron lo mucho que disfrutamos en el festival “Time to Rock” y lo bien que conecta esa canción con el público. Siempre hemos intentado escribir temas que conecten con la audiencia, pero quizá David pueda explicar mejor por qué la escribió.
David: Para mí es genial ver que a la gente le encanta esa canción. En cuanto supe que íbamos a tocar en un festival llamado Time to Rock, pensé inmediatamente: “Qué gran título para una canción”. Así que “Time to Rock” nació de ahí. Tomé ese título y empecé a trabajar con él para crear una canción porque pensé que era muy bueno. No sabía cómo iba a salir, pero terminó siendo un tema muy fuerte y creo que transmite un buen mensaje. Forma parte de la hermandad de la gente que ama el rock y el heavy metal.
Quiero preguntarte por otra canción del disco: “Make Me a Believer”. Me parece preciosa, diferente, y suena más cercana a Rainbow. Y, por cierto, me encantan las guitarras en ese tema.
David: Esa canción se escribió probablemente hace 30 años. La compusimos, pero por alguna razón nunca la grabamos, ¿verdad? Nunca la grabamos, salvo en un show en vivo que cantó Shmulik.
Carl: ¿“Make Me a Believer”? Sí. Esa es la única vez que se había grabado. La canción lleva mucho tiempo con nosotros, la tocamos en directo alguna vez, pero nunca llegó a ser parte fija de un disco. Fue idea de Freddie recuperarla, ¿no?
David: Sí, a Freddie le encantaba. Dijo: “Creo que deberíamos hacer ese tema”. Carl y yo nos miramos y pensamos: “Dios, han pasado tantos años y nunca quisimos grabarla…”. Y ahora lo hicimos, y salió bien, quedó bastante bien.
David: Freddie, aunque sea el “nuevo” de la banda, lleva ya cuatro años con nosotros, y le tenemos mucho respeto. Ha aportado muchísimo, no solo musicalmente, también en lo que pasa detrás del escenario. Tiene otra perspectiva porque es más joven que nosotros, y algunas de las ideas que propone hacen que Carl y yo nos miremos y pensemos: “sí, tiene razón”. Suele aportar cosas muy buenas. De hecho, fue él quien hizo el orden de los temas del disco anterior Rattle the Cage. David y yo ya teníamos uno preparado, pero Freddie propuso otro y resultó ser un muy buen orden, así que apostamos por el suyo.
¿Y hay planes para tocar este disco en los Estados Unidos?
David: Tenemos planes de tocar, sí, pero ahora mismo no hay fechas confirmadas. El álbum debía salir el pasado 19 de enero y, de haber sido así, seguramente estaríamos haciendo festivales y shows en vivo. Pero lo editamos en 5 de septiembre, es temporada navideña y de invierno, y no quiero salir de gira en invierno con nieve y hielo. Lo he hecho demasiados años y no es divertido: los vehículos nunca están lo suficientemente calientes, entre otras cosas. Así que probablemente apuntemos a festivales en primavera y verano del año que viene.
Carl: Después de comienzos de año, quizá a inicios de primavera, tal vez empecemos a hacer algunas fechas regionales, pero ahora mismo no tenemos nada planeado.
No sé cuándo fue la última vez que tocasteis en Europa y si es algo que podría pasar en un futuro cercano.
Carl: Bueno, la última vez que tocamos fuera de nuestras fronteras fue el octubre pasado en Australia. Hicimos tres fechas allí y esos fueron nuestros últimos conciertos. Este año tuvimos oportunidades y ofertas para tocar, pero las rechazamos porque estábamos bajo mucha presión para terminar este álbum, que en un principio debía salir en enero.
David: No queríamos apartar tiempo de la grabación, el arte de portada, la mezcla, la masterización, todo el proceso, así que no aceptamos conciertos en vivo. Y después resultó que no iba a salir en enero, sino que más tarde, con lo que perdimos prácticamente un verano entero de posibles presentaciones en vivo. Un calendario demasiado ajustado para que estuviera listo todo para el lanzamiento del 19 de enero, que al final terminó siendo el 5 de septiembre.
Quiero preguntarte por los perros, porque son un símbolo de la banda. ¿Por qué escogisteis a los perros como emblema?
David: Bueno, el segundo álbum, Wild Dogs, fue uno de nuestros discos más exitosos. Los fans adoraron esa imagen; en Sudamérica es un icono, incluso más allá de la banda, es una pintura de portada que se volvió emblemática y muy querida. Oliver, de SPV, nos propuso actualizar la portada de Wild Dogs, lo hicimos para Brotherhood y luego pensamos: “¿Sabes qué? Mantengamos ese mismo tema”. Así que para nosotros fue una decisión obvia lo de seguir con esa identidad.
The Rods empezó en 1980, pero tú formaste parte de Elf y llegaste a tocar en la primera formación anterior de The Electric Elves, ¿verdad?
David: Sí, sí. Originalmente, cuando entré en la banda de Ronnie, se llamaba Ronnie Dio and the Prophets. Después pasó a llamarse The Electric Elves, luego The Elves, y finalmente terminó quedándose simplemente en Elf. Esa fue la banda que terminó girando mucho con Deep Purple, y con la que tuvimos una relación muy cercana con todos ellos.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
Descubre más desde Stairway to Rock
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.