Dirty Honey se postula en la Razz 2 como la nueva esperanza del rock n’ roll

Dirty Honey

16 de julio de 2025 – Razzmatazz 2 – Barcelona

Madness Live!

Crónica: Jordi Tàrrega

Fotos: Carlos Martínez

Tercera venida de Dirty Honey a Barcelona con ese recuerdo de que, el primer show en el Upload, fue memorable, y que el segundo en el Apolo… estuvo más que correcto. Reválida para un grupo que busca confirmarse como una de las grandes realidades del rock n’ roll más puro con todas las trazas de Rolling Stones y de The Black Crowes, pero con un lavado de cara actual. Y de verdad que son una bandaza total, pero… sigo pensando que les falta algún clásico de esos que arrasan para que despeguen de una vez por todas. Musicalmente, y en cuanto a actitud y presencia, lo tienen más que ganado.

 

La segunda de las Razz no se llenó, pero había una gran entrada llegando más allá de los tres cuartos de sala. Se demoraron hasta 30 minutos y no había teloneros. De verdad que no los necesitan para nada. Hicieron sonar en la espera a Guns N’ Roses y a Led Zeppelin, siendo toda una declaración de intenciones hasta que el cuarteto asaltó el escenario y dio buena cuenta de “Gypsy”, temazo para abrir la velada con el cuarteto enchufado. Para salir a escena utilizan el “Rock n’ Roll Damnation” de AC/DC, y con ella, ya consiguen que el público se posicione.

 

 

Hay clase en su música, el sabor de los clásicos y de la miel sucia que te llega desde el primer acorde. Marc Labelle hizo eso de entrar después de que la banda hubiera empezado a tocar y todos van con gafas de sol y gorro excepto su baterista Jaydon Bean. En “California Dreamin’” ya ves que el bajista Justin Smotian es una máquina y que las cuatro cuerdas son claves en su sonido puro y directo. Combinaron luces rojas en el primer tema y amarillas en el segundo para continuar con “Satisfied” y “Scars”. La influencia zeppeliana es evidente y eso lo puedes notar en temazos como “Dirty Mind”.

 

La voz del líder es una pasada y los temas caminan perfectamente a la vez de que son capaces de integrar sutiles solos de bajo en las canciones, pero no derivan en jams largas: van a los temas. Marc nos contó que había ido a la playa de Barcelona y que las chicas de la ciudad son preciosas. De verdad que lo llevan todo muy medido y controlado, continuando alegremente con “Tied Up” (con toda la parroquia haciendo palmas), que me parece de lo mejor que han compuesto nunca. El vocalista, tiene un momento, en el que le da con las baquetas a los platos de la batería sumándose al cometido de un preciso Jaydon. A todo esto, decir que la labor de John Notto a la guitarra es sencillamente estelar, riffeando y soleando con una facilidad pasmosa.

 

 

Y entonces acaece uno de esos momentazos en los que ves que el grupo tiene un ángel especial: los dos temas desenchufados en los que llevan a la audiencia a la reverencia. El “Coming Home”, con el bajista empuñando una guitarra acústica impresionó, pero es que la versión del “Hony Tonk Women” ya te justifica el pagar la entrada. Le dan un giro personal y la sala se enciende y canta. No hay batería, pero el ritmo endiablado que le imprimen las guitarras es espectacular. Continuaron eléctricamente con la cadencia muy ZZ TopThe Cult de “Don’t Put Out the Fire” en la que su líder se subió a la barra del Razz 2 para deleite de los presentes.

 

Turno para “Let’s Go Crazy”, y hay que reconocerles que no bajan la intensidad para nada en un directo trabajado y medido con maestría. “Another Last Time” es evocadora, y ya a esas alturas Marc iba con medio torso fuera, porque cuidan estos detalles al máximo. El bajista ya había dejado de lado sus gafas de sol, pero seguía dando lecciones, como las de las seis cuerdas de Notto. Solazo de la vida con participación del público.

 

 

Ya en los bises la preciosa “You Make It All Right” (enorme voz) puso ese momento de calma y clase para terminar con “Won’t Take Me Alive” y “Rolling 7s”, consiguiendo un final eléctrico-festivo en el que lo técnico y la clase se dieron de la mano. Hora y media de bolo para un grupo que, cuando consiga un par de singles rutilantes y venga con coristas femeninas, subirá como la espuma. La sensación es que lo tienen todo y en la rampa de salida están. Veremos si despegan y podemos decir que les vimos en pequeñas salas, pues como banda de rock n’ roll clásico me parecen imbatibles.

 


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